Un estudio no encuentra un vínculo entre el fútbol americano juvenil y problemas del cerebro o conductuales

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LUNES, 3 de enero de 2022 (HealthDay News) -- Muchos padres luchan con la decisión de permitir o no a sus hijos jugar al fútbol americano de atajo u otros deportes de contacto, debido al riesgo de conmociones y de las enfermedades cerebrales a largo plazo que podrían ocurrir con los golpes repetidos en la cabeza.

Ahora, una nueva investigación sugiere que los traumatismos en la cabeza y las conmociones cerebrales no se vinculan con problemas de la memoria, la atención, la velocidad de procesamiento o la conducta en los niños de 9 a 12 años que juegan fútbol de atajo durante unas cuantas temporadas.

"Es tranquilizador que no veamos malos resultados en las pruebas cognitivas o neurocognitivas a lo largo de años consecutivos de juego, pero no podemos adelantar para ver qué sucede 40 años tras la exposición a los deportes de contacto infantiles", aclaró el autor del estudio, el Dr. Sean Rose, neurólogo pediátrico y codirector de la Clínica de Conmociones Complicadas del Hospital Pediátrico Nacional de Columbus, en Ohio.

En el nuevo estudio, los investigadores monitorizaron a 18 jugadores de fútbol americano durante cuatro temporadas de fútbol americano de atajo juvenil, de julio de 2016 a enero de 2020. Los jugadores usaron cascos con sensores que rastrean los golpes en la cabeza, y completaron una batería de pruebas cognitivas y conductuales antes y después de cada temporada.

En general, los golpes repetitivos en la cabeza no se asociaron con unas puntuaciones más bajas en las pruebas, pero a los niños con un trastorno de déficit de atención e hiperactividad, ansiedad y depresión sí les fue peor en estos exámenes.

"Necesitamos más investigación para ver si hay un pequeño subconjunto de niños que tal vez estén en riesgo de malos resultados por los impactos en la cabeza", aclaró Rose.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 30 de diciembre de la revista JAMA Network Open.

Unos expertos independientes que revisaron los hallazgos advirtieron rápidamente que este pequeño estudio no afirma que sea seguro permitir que los niños jueguen al fútbol de atajo.

"Quizá no haya problemas a corto plazo, pero la pregunta más importante es qué sucede a largo plazo", planteó el Dr. Daniel Daneshvar, profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y médico de lesiones cerebrales del Hospital de Rehabilitación Spaulding, en Boston.

"Este estudio no nos da ninguna información sobre si es seguro golpear a los niños en la cabeza 1,000 o más veces un año a lo largo de múltiples años", comentó Daneshvar, que también es director del Instituto de Investigación e Innovación Cerebrales de TeachAids.

La pregunta real es en qué momento comienzan a aparecer problemas cognitivos y cambios en el cerebro, planteó, y para responderla se necesita un seguimiento más largo.

"El próximo paso sería seguir a estos individuos para ver cómo les va dentro de 10, 20 o 30 años", dijo Daneshvar.

Chris Nowinski, un exluchador profesional que es el cofundador y director ejecutivo de la Concussion Legacy Foundation, una organización sin fines de lucro, en Boston, se mostró de acuerdo.

"Si se estudiara a niños que fuman entre los 9 y los 12 años, y nadie desarrollara un cáncer de pulmón, esto no significaría que los niños deban fumar", apuntó Nowinski. "Es un estudio demasiado pequeño como para sacar alguna conclusión, y este estudio no mide el resultado que interesa a los padres: la encefalopatía traumática crónica [ETC]".

La ETC es una enfermedad degenerativa del cerebro asociada con los golpes repetitivos en la cabeza, que se ha observado en los exjugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (National Football League, NFL), entre ellos Frank Gifford, Aaron Hernández y Andre Waters.

"El riesgo de ETC se desarrolla con el tiempo, y mientras antes se comienza a jugar, más años se pueden jugar", apuntó Nowinski.

Por esto, la Concussion Legacy Foundation recomienda de forma contundente que se retrase la inscripción del niño en el fútbol americano de atajo hasta los 14 años.

Otras formas de hacer que el fútbol americano sea más seguro para los niños incluye cambiar las normas para que los jugadores sufran menos golpes en la cabeza.

"No debe haber golpes en los entrenamientos, ni saques iniciales", planteó Nowinski.

Estos cambios se hicieron a nivel de la NFL, pero son mucho más difíciles de implementar en los deportes juveniles, lamentó.

¿Cuál es la conclusión? "Los padres deben seguir tomando decisiones informadas basándose en la literatura existente, que ha sugerido una fuerte asociación, pero que todavía no ha determinado una relación causal directa entre los impactos cumulativos en la cabeza y la edad de primera exposición con el desarrollo a largo plazo de problemas neurocognitivos y conductuales", señaló el Dr. Robert Parisien, cirujano ortopédico de medicina deportiva del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Más información

Aprenda a reconocer las conmociones cerebrales en la Concussion Legacy Foundation.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Sean Rose, MD, co-director, Complex Concussion Clinic, Nationwide Children’s Hospital, Columbus, Ohio; Daniel Daneshvar, MD, PhD, assistant professor, physical medicine and rehabilitation, Harvard Medical School, brain injury physician, Spaulding Rehabilitation Hospital, Boston, and director, TeachAids' Institute for Brain Research and Innovation; Chris Nowinski, PhD, co-founder and CEO, Concussion Legacy Foundation, Boston; Robert Parisien, MD, orthopedic sports medicine surgeon, Mount Sinai Hospital, New York City; JAMA Network Open, Dec. 30, 2021

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