Para los niños con autismo, interpretar las emociones ocultas resulta difícil, según un estudio

kids smiling
kids smiling

Adobe Stock

MIÉRCOLES, 13 de octubre de 2021 (HealthDay News) -- Cuando alguien se comporta como un valiente para enmascarar una decepción, o llora lágrimas de alegría, es probable que los niños con autismo malinterpreten la forma en que se siente.

Esto se debe a que no utilizan el contexto para identificar las emociones subyacentes, según un nuevo estudio, que investiga si los niños con autismo tienen la capacidad de saber cuándo una emoción está ocultando a una distinta.

El análisis comparativo observó qué tan bien 20 adolescentes con autismo de Reino Unido podían distinguir, por ejemplo, entre lágrimas de alegría y lágrimas de tristeza. El autor principal, Steven Stagg, dijo que los hallazgos subrayan la complejidad de la expresión humana.

"Imagine si un compañero de trabajo acaba de recibir una reprimenda del jefe, y usted le pregunta si está bien. Sonríe un poco y le contesta que sí, que está bien", planteó Stagg, profesor sénior de la Universidad Anglia Ruskin en Cambridge, Inglaterra.

"Si usted tiene dificultades para procesar la situación", concluyó, "su respuesta quizá sea: '¡Me alegro! A trabajar'. [Pero] si piensa en la situación, su reacción quizá sea: 'Vamos a tomar un café para hablar'".

Comprender de forma precisa lo que en realidad sucede requiere la capacidad de procesar "mucha información incidental", señaló Stagg, dado que con frecuencia las personas intentan ocultar sus sentimientos verdaderos. Y aquí, añadió, "es donde los adolescentes con autismo tuvieron dificultades".

El estudio comparó a 20 adolescentes de 13 a 15 años de una escuela británica para niños con autismo con 20 adolescentes sin autismo que se desarrollaban con normalidad.

Primero, a todos les mostraron fotos de personas que expresaban varios tipos de emociones estáticas, como miedo, ira, felicidad, tristeza, asco y sorpresa. Todos los adolescentes de ambos grupos identificaron de forma precisa la emoción subyacente.

Pero las percepciones difirieron cuando mostraron a los participantes videos en que las expresiones faciales de los personajes cambiaban en el contexto.

Primero, la expresión tenía sentido en el contexto de la escena en cuestión. Por ejemplo: un hombre muestra ira cuando alguien tira su café.

Entonces, mostraron a todos al mismo actor en una segunda escena, en que su expresión facial ya no mostraba de forma obvia la misma emoción, pero tenía sentido en el contexto. Por ejemplo, el hombre ofrecía una "sonrisa forzada" cuando la persona que tiró su café se disculpaba.

En ese caso, los adolescentes con autismo no fueron capaces de interpretar que la ira continuaba, e igualaron de forma incorrecta la sonrisa con felicidad.

Stagg apuntó que el próximo paso es investigar por qué para los individuos con autismo quizá sea difícil considerar la escena cuando intentan comprender las emociones que alguien siente.

"Podría deberse a un problema de atención, en que el individuo con autismo presta atención a los aspectos de la escena que no son útiles", comentó. "Por otro lado, podría ser un problema de procesamiento... están sucediendo demasiadas cosas, y esto provoca una sobrecarga".

El estudio se publicó en una edición reciente de la revista Journal of Autism and Developmental Disorders.

Donna Murray, vicepresidenta de programas clínicos de Autism Speaks y directora de la Red de Atención del Autismo (Autism Care Network), revisó los hallazgos.

Dijo que no eran "sorprendentes", dado que las dificultades sociales son una característica central e identificadora del trastorno del espectro autista (TEA).

"Hay muchos procesos integrados que se deben coordinar bien para 'interpretar el ánimo', por ejemplo interpretar las pistas verbales y no verbales, junto con la dirección cambiante de la mirada y la atención", aclaró Murray. "Una interacción exitosa depende con frecuencia de tomar una acción adecuada según estas pistas".

Pero, señaló, es probable que muchos factores socaven este proceso en los niños con TEA, entre ellos "las dificultades de comunicación, las diferencias en la forma de mirar, las dificultades de procesamiento y las diferencias en la atención, entre otras".

Murray apuntó que a veces es posible ayudar a los niños a mejorar sus habilidades de percepción con el tiempo.

"Pero, en la mayoría de los casos, la integración de las pistas sociales y la capacidad de ajustar la interacción según estas pistas sigue siendo una dificultad relativa para las personas en el espectro autista", añadió.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre el autismo.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Steven Stagg, PhD, senior lecturer, faculty of science and engineering, Anglia Ruskin University, Cambridge, U.K.; Donna Murray, PhD, CCC-SLP, vice president, clinical programs, Autism Speaks, head, Autism Care Network, and adjunct associate professor, clinical pediatrics, Cincinnati Children's Hospital, Ohio; Journal of Autism and Developmental Disorders, online, Oct. 7, 2021

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com