Las órdenes de obligatoriedad funcionan mejor que las recomendaciones para la vacunación: estudio

vaccine card COVID
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JUEVES, 21 de octubre de 2021 (HealthDay News) -- Requerir las vacunas contra la COVID-19 para el trabajo, la escuela o los viajes mejora las tasas de vacunación sin las reacciones negativas ni las huelgas masivas que muchos han predicho, vaticina una nueva investigación.

Los hallazgos salen a la luz mientras cada vez más estados, ciudades y compañías privadas de EE. UU. comienzan a imponer órdenes de obligatoriedad de las vacunas contra la COVID-19. Las personas famosas que se han negado a vacunarse, como el base de los Brooklyn Nets, Kyrie Irving, y el entrenador de fútbol americano de la Universidad Estatal de Washington, Nick Rolovich, han incurrido en graves consecuencias por su resistencia.

"Nuestros estudios presentan evidencias experimentales de que las órdenes de obligatoriedad conducen a unas intenciones de vacunación más firmes que dejar que la vacunación dependa del todo de las personas, que pueden elegir vacunarse o no", señaló la autora del estudio, Dolores Albarracín, directora del Laboratorio de Acción Social de la Facultad de Comunicación Annenberg de la Universidad de Pensilvania. "La condición de requisito funciona mejor en general, en los distintos grupos raciales y étnicos, e incluso en personas a quienes no les gusta sentirse ni ser controladas por los demás".

En EE. UU. han muerto más de 700,000 personas por el coronavirus, y la mayoría de los expertos en salud pública concuerdan en que inmunizar a más personas es la mejor forma de revertir estas tendencias.

Basándose en su investigación, Albarracín prevé un aumento en las tasas de vacunación ahora que se han implementado y se están ejecutando más órdenes de obligatoriedad a lo largo de Estados Unidos.

Su equipo preguntó a 299 adultos si se pondrían la vacuna contra la COVID-19 si se lo requiriera para trabajar, viajar o ir a la escuela, y un 86 por ciento contestaron que lo harían.

Entonces, los investigadores realizaron una serie de experimentos.

Preguntaron a 1,322 personas si serían más propensas a vacunarse si su empresa lo requiriera, lo prefiriera o enfatizara los beneficios de la vacunación contra la COVID-19. De nuevo, la mayoría dijeron que era más probable que se vacunaran si les requirieran que lo hicieran.

Los participantes también completaron un cuestionario psicológico para evaluar sus sentimientos sobre este tipo de regulaciones. Los que apuntaron que no les gustaba que les dijeran qué hacer también fueron más propensos a vacunarse si era un requisito, aunque no percibieran los beneficios de las vacunas, encontró el estudio.

"Las órdenes de obligatoriedad hacen que la vacunación parezca más ventajosa [por el acceso a una mayor aceptación social] que dejarle la decisión a los individuos", observó Albarracín.

Una orden de obligatoriedad también indica que la vacuna es menos riesgosa, afirmó.

Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 21 de octubre de la revista Scientific Reports.

El estudio sale en un momento en que Irving y Rolovich se enfrentan a unas duras penalidades por negarse a vacunarse. Irving tiene prohibido asistir a los entrenamientos y los partidos con su equipo, y el lunes, Rolovich y cuatro asistentes que se negaron a vacunarse fueron despedidos. Rolovich anunció su intención de presentar una demanda.

A pesar de estos casos de negación a vacunarse, que han capturado los titulares, el ético médico Arthur Caplan afirmó que la conclusión del estudio era evidente: las órdenes de obligatoriedad de las vacunas funcionan.

Obligar a los trabajadores de atención de la salud y al personal de los hogares de ancianos a vacunarse contra la gripe aumentó las tasas de vacunación, y las órdenes de obligatoriedad también funcionan para las vacunas contra la COVID-19, aseguró.

"Intentamos la persuasión, y probamos dar a las personas el incentivo de un día libre o una comida gratis si se vacunaban contra la gripe, pero nada aparte de las órdenes de obligatoriedad en realidad funcionó", dijo Caplan, director de la División de Ética Médica de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU, en la ciudad de Nueva York. "La idea de que podemos convencer a las personas de vacunarse contra la COVID-19 tiene menos probabilidades de funcionar, dado que todo el tema se ha politizado".

El gran miedo es que las órdenes de obligatoriedad provoquen un rechazo masivo, pero este estudio no encontró que este fuera un resultado probable, dijo.

"Muchas personas tienen la fuerte creencia de que son libres para tomar sus propias decisiones sobre los temas médicos, pero en una pandemia esto no es cierto", señaló Caplan, y enfatizó que la pandemia no ha terminado.

Es menos probable que las personas vacunadas propaguen la COVID-19, apuntó.

"Las personas que son vulnerables deben ser protegidas de la COVID-19", planteó Caplan, "y sigue habiendo un peligro de nuevas variantes que puedan propagare con una mayor facilidad si no vacunamos a más personas".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen hechos sobre las vacunas contra la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Dolores Albarracín, PhD, director, Social Action Lab, Annenberg School for Communication, University of Pennsylvania, Philadelphia; Arthur Caplan, PhD, professor and founding head, Division of Medical Ethics, NYU Grossman School of Medicine, New York City; Scientific Reports, Oct. 21, 2021

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