La exposición al plomo en la niñez se vincula con cambios cerebrales en la mediana edad

traumatic brain injury
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JUEVES, 19 de noviembre de 2020 (HealthDay News) -- Los adultos de mediana edad que tenían niveles elevados de plomo en la sangre en la niñez presentan cambios en la estructura cerebral, muestra una investigación reciente.

En el estudio, los investigadores analizaron los datos de la exposición al plomo en la niñez de 564 participantes de un estudio a largo plazo de personas que nacieron en la misma ciudad de Nueva Zelanda en 1972 y 1973.

Los participantes crecieron en la época con la mayor cantidad de gasolina con plomo (de finales de los 60 a finales de los 80), y casi todos se expusieron a unos niveles más alto de plomo de lo que se permite ahora.

Unas IRM administradas a los participantes a los 45 años mostraron que los que tenían la mayor concentración de plomo a los 11 años presentaban unos cambios pequeños, pero significativos, en el cerebro.

Por cada 5 microgramos por decilitro adicionales de plomo en la sangre cuando eran niños, los participantes habían perdido en promedio 2 puntos de coeficiente intelectual (CI) a los 45 años, encontraron los investigadores.

Esos participantes del estudio también tenían alrededor de 1 centímetro cuadrado menos de superficie cortical y un volumen 0.1 centímetros cúbicos menor en el hipocampo, una parte del cerebro implicada en la memoria, el aprendizaje y las emociones.

Además, las personas con las mayores exposiciones al plomo en la niñez también tenían déficits estructurales en la integridad de la materia blanca del cerebro, que maneja la comunicación entre las regiones cerebrales.

Aunque los participantes del estudio mismos dijeron que no habían perdido capacidades mentales, las personas cercanas a ellos los contradijeron, y apuntaron a problemas menores con la memoria y la atención, por ejemplo distraerse o perder objetos, según el informe, que se publicó en la edición en línea del 17 de noviembre de la revista Journal of the American Medical Association.

"Encontramos que hay déficits y diferencias en la estructura general del cerebro que son aparentes décadas tras la exposición", comentó el autor coprincipal Aaron Reuben, candidato doctoral de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

"Y esto es importante, porque nos ayuda a comprender que las personas no parecen recuperarse del todo de la exposición al plomo en la niñez y podrían, de hecho, experimentar unos problemas mayores con el tiempo", explicó Reuben en un comunicado de prensa de la universidad.

Maxwell Elliott, autor coprincipal y candidato doctoral de la Duke, añadió que "todas nuestras medidas del cerebro se eligieron basándonos en asociaciones anteriores con el deterioro y la cognición relacionadas con la edad. La superficie cortical tiene una de las relaciones más firmes con el funcionamiento cognitivo".

Más información

Aprenda más sobre el plomo en la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Duke University, news release, Nov. 17, 2020

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