El tiempo diario de los adolescentes de EE. UU. frente a pantallas se duplicó durante la pandemia

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MARTES, 2 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- El bienestar de los adolescentes se vio afectado a medida que aumentaba de forma considerable el tiempo que pasaban frente a pantallas durante los confinamientos por la COVID-19, revela un estudio reciente.

El tiempo de ocio frente a las pantallas entre los adolescentes de EE. UU. se duplicó respecto a antes de la pandemia, llegando a casi ocho horas al día durante la pandemia, según el informe. Y esta estimación no incluye el tiempo que se dedica frente a las pantallas para el aprendizaje a distancia o las tareas escolares, por lo que es probable que el total fuera mucho más alto, afirmaron los investigadores.

"Pasar más tiempo frente a las pantallas se relacionó con una peor salud mental y un mayor estrés entre los adolescentes", advirtió el Dr. Jason Nagata, investigador principal y profesor asistente de pediatría de la Universidad de California, en San Francisco.

"Aunque las redes sociales y las videollamadas se pueden utilizar para fomentar las conexiones sociales, encontramos que los adolescentes que informaron de una mayor utilización de las pantallas sentían un menor apoyo social durante la pandemia", añadió Nagata.

Los hallazgos provienen de una encuesta a más de 5,000 adolescentes de EE. UU., en su mayoría de 12 y 13 años.

El equipo de Nagata observó el tiempo que los adolescentes pasaban jugando, escribiendo mensajes de texto, utilizando las redes sociales, hablando por videollamada, navegando en internet, y viendo películas, videos o programas de televisión en la televisión o por internet.

Aunque el tiempo frente a las pantallas de todos los encuestados aumentó, los adolescentes negros e hispanos y los de los hogares con ingresos más bajos pasaron más tiempo frente a las pantallas que los demás, mostró la encuesta. Nagata afirmó que esto puede ser a causa de factores como la carencia de dinero para realizar otras actividades o la falta de acceso a espacios exteriores seguros.

Con independencia de las razones del aumento, los padres deberían estar atentos, comentó Nagata.

"Aunque el tiempo frente a las pantallas puede tener unos beneficios importantes para la educación durante la pandemia, los padres deben intentar reducir los riesgos negativos para la salud mental causados por pasar demasiado tiempo frente a las pantallas".

Nagata sugirió que los padres hablen a menudo con sus hijos adolescentes sobre el tiempo frente a las pantallas, y que desarrollen un plan familiar de uso de los medios de comunicación. Esto podría incluir un establecimiento de límites, fomentar el tiempo libre de pantallas y evitarlas antes de ir a dormir.

"Los padres deben actuar como modelos a seguir para sus hijos con sus propias prácticas del tiempo frente a las pantallas", planteó Nagata.

Aun así, no tiene la esperanza de que el tiempo frente a las pantallas disminuya a la vez que lo hace la pandemia.

"A medida que la pandemia disminuya, los adolescentes podrán hacer la transición de algunas de sus actividades escolares y sociales de las pantallas a la forma presencial", concluyó Nagata. "Sin embargo, debido a una mayor disponibilidad de las opciones virtuales o híbridas, es probable que el uso de las pantallas siga siendo más alto que los niveles previos a la pandemia".

La Dra. Pamela Hurst-Della Pietra es fundadora y presidenta de Children and Screens, en Jericho, Nueva York, que estudia cómo afectan los medios digitales a los jóvenes.

La Dra. Pietra revisó los hallazgos y calificó de sorprendente el aumento de casi cuatro horas al día del tiempo frente a las pantallas en actividades no relacionadas con la escuela.

"Sus hallazgos también respaldan estudios previos a la pandemia que revelan las disparidades demográficas en el tiempo frente a las pantallas de la población pediátrica, siendo lo más preocupante que los niños negros e hispanos pasaban alrededor de un 30 por ciento más de tiempo frente a las pantallas que sus homólogos blancos", afirmó Pietra.

Más tiempo frente a las pantallas se relacionó con una peor salud mental y un mayor estrés percibido, mientras que más apoyo social y conductas de afrontamiento se relacionaron con un menor uso general de las pantallas, señaló.

Aunque el estudio tiene algunas limitaciones, incluido el hecho de que los adolescentes informaron ellos mismos sobre el tiempo de utilización de las pantallas y que su apoyo social antes de la pandemia no estaba claro, los hallazgos sacan a la luz lo que puede ser una tendencia creciente y poco saludable, apuntó Pietra.

"Las investigaciones sobre el uso diferencial de las pantallas y los factores de la salud mental, como el estudio de Nagata, son sumamente importantes y necesarias", señaló.

Otra experta afirmó que está interesada en ver cómo estos hallazgos se comparan con otros estudios en proceso.

"El gran aumento general de la utilización de las pantallas en esta muestra sugiere que deberíamos ver qué tan sólido es este hallazgo en algunos de los otros estudios que se están llevando a cabo durante este tiempo", dijo Ellen Wartella, profesora de comunicación de la Universidad del Noroeste en Evanston, Illinois.

Los hallazgos se publicaron como una carta de investigación en la edición en línea del 1 de noviembre de la revista JAMA Pediatrics.

Más información

Para más información sobre los niños y el tiempo frente a las pantallas visite la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente (American Academy of Child and Adolescent Psychiatry).

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Jason Nagata, MD, assistant professor, pediatrics, University of California, San Francisco; Pamela Hurst-Della Pietra, DO, founder and president, Children and Screens, Jericho, N.Y.; Ellen Wartella, MA, PhD, professor, communications, Northwestern University, Evanston, Ill.; JAMA Pediatrics, Nov. 1, 2021, online

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