La COVID prolongada puede incluir a la fatiga crónica, según un estudio

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MARTES, 30 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Una afección que con frecuencia resulta debilitante, conocida como síndrome de fatiga crónica, parece ser común entre las personas con COVID prolongada.

Esta es la conclusión clave de una nueva observación de pacientes que continúan luchando con la fatiga intensa, el mal sueño, las lagunas mentales y los dolores musculares mucho después de su infección inicial (con frecuencia leve) de COVID que por lo demás se ha resuelto.

Los investigadores encontraron que casi la mitad de los 41 pacientes que tuvieron COVID que estudiaron sufrían del tipo de fiebre, dolores, fatiga y síntomas de depresión que hace mucho que se han asociado con la fatiga crónica, también conocida como encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica.

La fatiga crónica es una enfermedad que no tiene explicación médica, caracterizada por una fatiga intensa que ha limitado a la actividad diaria normal de un paciente durante al menos seis meses, según la autora del estudio, la Dra. Donna Mancini, profesora de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

"En general se presenta junto con síntomas difusos, como un sueño que no ofrece descanso, malestar tras el esfuerzo (un empeoramiento de los síntomas tras los esfuerzos físicos o mentales), lagunas mentales, mareo, dolores musculares y dolor de garganta", apuntó.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. estiman que entre 800,000 y 2.5 millones de estadounidenses son afectados por el síndrome de fatiga crónica. Alrededor de un tercio lo desarrollan tras una enfermedad viral.

"[Aun así], nos sorprendió encontrar que casi un 50 por ciento de los pacientes que estudiamos cumplían los criterios del síndrome de fatiga crónica", señaló Mancini.

Los pacientes del nuevo estudio tenían entre 23 y 69 años. Entre tres y 15 meses tras el diagnóstico inicial de COVID, se consideraba que todos tenían COVID prolongada, lo que significa que a pesar de haberse recuperado de la enfermedad, sufrían de un conjunto de problemas de salud persistentes.

Todos tenían lo que Mancini describe como una "falta persistente de aliento sin explicación". En 9 de cada 10 pacientes, esto incluía hiperventilación u otro tipo de respiración rápida durante el ejercicio, que en general se asocia con el asma.

Aunque no son raros entre los que tienen COVID prolongada, estos problemas de la respiración se consideraron "sin explicación" porque en general se deben a un daño pulmonar o cardiaco infligido por la COVID, y ninguno era aparente entre los participantes del estudio. De hecho, muchos habían tenido unos casos relativamente leves de COVID que no requirieron hospitalización ni tratamiento.

Para comprender mejor qué podría estar provocando sus síntomas, los investigadores realizaron pruebas para evaluar sus patrones de respiración durante el ejercicio y las rutinas diarias típicas.

También se pidió a los participantes que indicaran los patrones de fatiga en los últimos seis meses, además de cualquier rigidez en las articulaciones, dolores musculares, problemas de sueño y concentración, y problemas relacionados con el esfuerzo.

En total, un 46 por ciento habían desarrollado fatiga crónica posterior a la COVID, encontró el estudio. Y este es un hallazgo preocupante, apunto Mancini, dado que, en muchos casos, la infección inicial con la COVID no supuso una amenaza para la vida o ni siquiera fue muy grave.

Su conclusión es que "básicamente, todo el que tiene COVID está en riesgo".

El Dr. Colin Franz, profesor asistente de medicina física, rehabilitación y neurología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, en Chicago, que revisó los hallazgos, comparte esta preocupación.

Mientras los investigadores intentan definir este problema, entre un 0.5 y un 1 por ciento de los pacientes de COVID no hospitalizados desarrollan al menos un síntoma duradero, observó. "Dada la gran cantidad de personas que tienen COVID en todo el mundo, esto representa a millones de personas", indicó Franz.

De hecho, la mayoría de las personas que desarrollan problemas duraderos con la COVID nunca estuvieron muy enfermos con la COVID en sí, agregó.

"Como alguien que ve a varios pacientes que han sufrido COVID por semana con problemas persistentes de falta de aliento, estos hallazgos no me sorprenden", comentó Franz, "aunque pienso que muchos de mis compañeros quizá no atienden a muchas personas con COVID prolongada".

Franz dijo que se sentía escéptico cuando se enteró de los síntomas persistentes en pacientes cuya infección con la COVID no los mandó al hospital.

"Pero mi implicación en nuestro programa de rehabilitación clínica tras la COVID me ha convencido de que es en realidad un problema común", añadió.

Los nuevos hallazgos se publicaron en la edición de diciembre de la revista JACC: Heart Failure.

Más información

Aprenda más sobre la COVID prolongada en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Donna Mancini, MD, professor, medicine, cardiology and population health science and policy, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, New York City; Colin Franz, MD, PhD, clinician-scientist, Shirley Ryan AbilityLab and assistant professor, physical medicine and rehabilitation and neurology, Northwestern University Feinberg School of Medicine, Chicago; JACC: Heart Failure, December 2021

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