Los deportes podrían ser una buena terapia para los chicos con problemas conductuales, aconseja un estudio

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MARTES, 8 de diciembre de 2020 (HealthDay News) -- La participación en los deportes organizados podría ayudar a reducir los problemas de conducta en los chicos muy pequeños, sugiere un nuevo estudio de niños irlandeses.

Los chicos de un año con retrasos en el desarrollo fueron menos propensos a haber desarrollado problemas emocionales o un mal comportamiento a los 5 años si asistían con regularidad a clubes o grupos deportivos, informaron los investigadores en una edición reciente de la revista The Journal of Pediatrics.

"Considérelo un posible efecto protector", planteó el investigador principal, Ross Neville, profesor de gestión deportiva del Colegio Universitario de Dublín. "Cuando observamos los datos, la participación en deportes organizados se asoció con una reducción significativa en la proporción de chicos con retrasos en el desarrollo que podrían de lo contrario haber desarrollado aumentos en los problemas conductuales antes de asistir a la escuela".

Sin embargo, solo los chicos en riesgo obtuvieron algún beneficio de su participación en los deportes, mostraron los resultados. Los deportes no tuvieron ningún impacto aparente en la conducta de las chicas.

"Hay evidencias de investigaciones que sugieren que las chicas desarrollan la autorregulación antes, y a un ritmo más rápido, que los chicos en este periodo de la vida", apuntó Neville. "Entonces, en combinación con el hecho de que los problemas conductuales de los chicos eran más comunes desde el principio, y que en estos datos tendían al alza, quizá los chicos solo tuvieran más que ganar de la participación regular en actividades estructuradas de enriquecimiento realizadas fuera de casa, como la participación en los deportes organizados".

Estos resultados son inusuales, ya que en general los deportes organizados no se recomiendan a los niños de menos de 5 años en Estados Unidos, señaló la Dra. Caroline Martínez, profesora clínica asistente de pediatría conductual de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Los jugadores de fútbol americano de Pop Warner pueden tener incluso apenas 5 años, y los jugadores de béisbol de las Pequeñas Ligas pueden tener incluso solo 4, según los sitios web de las ligas respectivas.

"No recomendamos los deportes organizados hasta los 6 años", dijo Martínez. "Aunque los niños menores de 6 años podrían tener unas habilidades motoras y del desarrollo que cumplan los requisitos de ese deporte (por ejemplo, correr, patear y lanzar), usualmente no tienen la capacidad mental para comprender las normas y enfocarse durante más de unos minutos, ni de cooperar y comprender la ética de la competencia", añadió.

"No sé si incluso un juego de fútbol es para niños de 4 años. Algunos corren hacia el balón, y luego la mitad del equipo está subiendo árboles u oliendo flores", continuó Martínez entre risas.

En este estudio, Neville y sus colaboradores evaluaron los datos de casi 11,200 niños, reunidos entre diciembre de 2007 y junio de 2008 como parte del proyecto "Crecer en Irlanda", un estudio a largo plazo sobre la niñez temprana.

A la edad de 1 año, alrededor de un 15 de los niños habían mostrado alguna señal de retraso en el desarrollo, ya fuera en las habilidades motoras, las habilidades sociales, la comunicación o la resolución de problemas. Incluso a esa edad tan temprana, esos niños ya exhibían más dificultades conductuales que sus compañeros que tenían un desarrollo normal.

Los padres completaron cuestionarios cuando sus hijos cumplieron 3 años, y de nuevo a los 5 años, que buscaban evaluar cómo les estaba yendo a los niños a nivel conductual, en términos de cosas como la agitación emocional, la agresividad hacia los demás y los problemas para prestar atención.

Los chicos que participaban de forma regular en deportes como el fútbol, el rugby, el básquetbol o actividades de los juegos nacionales gaélicos tendían a experimentar menos problemas conductuales a los 3 y a los 5 años, mostraron los resultados.

"En nuestro análisis preliminar de los datos, encontramos que el juego, los juegos y las actividades físicas simples y sin estructurar no tuvieron el mismo efecto, aunque no hemos analizado esto con los mismos detalles que a los deportes en este estudio", dijo Neville. "Esto es algo único, sospecho, y la naturaleza estructurada, supervisada, de rutina, basada en roles, regida por normas y orientada a metas de las actividades deportivas es lo que importa", sugirió.

"La participación semanal en deportes organizados podría proveer una forma regular y fiable para que las conductas difíciles de los niños en riesgo sean moduladas en un ambiente social fuera de casa", añadió Neville. "Mientras juegan un deporte, al menos en principio, los niños reciben oportunidades regulares para practicar las habilidades precursoras del desarrollo de la autorregulación".

Pero no todo niño con retrasos en el desarrollo podría beneficiarse de los deportes, comentó el Dr. Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y conductual del Centro Médico Pediátrico Cohen en New Hyde Park, Nueva York.

"Lamentablemente, los investigadores no observaron el impacto de distintos tipos de retraso en el desarrollo", apuntó Adesman respecto al nuevo estudio. "Cuando se trata de la capacidad de participar más adelante en los deportes organizados, es probable que haya diferencias significativas entre los niños con retrasos en las habilidades motoras gruesas y finas, en comparación con los niños que han tenido déficits tempranos en sus habilidades sociales y de comunicación".

La pandemia de COVID-19 podría haber interferido con este tipo de contribución positiva en algunos países, pero los niños irlandeses continuaron jugando deportes como parte de la respuesta de su país, observó Neville.

"Incluso en la fase más restrictiva de los planes del gobierno, los deportes organizados sin contacto pudieron continuar para la mayoría de los niños en edad escolar, al aire libre y en módulos de 15", dijo Neville. "Muchas otras áreas de la vida social cerraron del todo, y al menos aquí en Irlanda, la necesidad de continuar participando en el deporte organizado fue una parte constante de la narrativa y la respuesta".

Hay otra diferencia importante entre este estudio y lo que se podría prever en Estados Unidos, anotó Adesman.

"Sorprendentemente, más o menos la mitad de los niños de 5 años [tanto los chicos como las chicas] en esta gran muestra nacional de niños de Irlanda participaban en deportes organizados al menos una vez por semana", dijo Adesman. "Sospecho que esto es más común que lo típico entre los niños en edad de kindergarten en Estados Unidos".

Más información

El Instituto Aspen ofrece más información sobre los beneficios de salud de los deportes juveniles.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Ross Neville, PhD, lecturer, sport management, University College Dublin; Caroline Martinez, MD, assistant clinical professor, behavioral pediatrics, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, New York City; Andrew Adesman, MD, chief, developmental and behavioral pediatrics, Cohen Children's Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; The Journal of Pediatrics, Nov. 2, 2020, online

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