¿Las inyecciones de cortisona son buenas o malas para las rodillas con artritis?

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man holding his knee in pain sitting on the chairAdobe Stock

MARTES, 21 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- Las inyecciones de cortisona han desarrollado una mala reputación en los últimos años como tratamiento para el dolor de la artritis, porque se sabe que los esteroides dañan el cartílago y podrían potencialmente provocar que la articulación se deteriore más.

Pero un nuevo estudio sugiere que, si se usan con sabiduría, las inyecciones de cortisona son igual de seguras que otro tipo de inyección que se utiliza para tratar la artritis de rodilla.

Unas inyecciones ocasionales de cortisona no parecen hacer que las rodillas se deterioren más rápido que las inyecciones de ácido hialurónico, una sustancia que se inyecta para lubricar las articulaciones rígidas por la artritis, señalaron los investigadores.

"Si acaso, las tasas de reemplazo de rodilla fueron un poco más bajas en el grupo que recibió las inyecciones de cortisona", comentó el investigador sénior, el Dr. David Felson, profesor de medicina y epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.

Sin embargo, Felson añadió que el estudio solo observó a las personas que recibieron unas inyecciones de cortisona infrecuentes en la rodilla, y que no se debe interpretar que da la luz verde a la administración regular de las inyecciones durante años.

"Lo que sabemos a partir del estudio es que podemos confiar en que unas pocas inyecciones de cortisona en realidad no provocarán muchos problemas", enfatizó Felson. "Es concebible que unas inyecciones reiteradas cada tres meses, durante años, no provoquen ningún problema, pero es algo que no se puede afirmar".

Se sabe que los esteroides son tóxicos para el cartílago, el tejido conectivo que evita que los huesos se rocen entre sí, explicó la Dra. Melissa Leber, directora de la División de Medicina Deportiva del Departamento de Emergencias de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

"Si lo utiliza lo suficiente, daña el cartílago", advirtió Leber, que no participó en el estudio.

Un estudio de 2019 reportó que el riesgo de progresión de la artritis de rodilla se multiplicaba por tres en las personas que habían recibido inyecciones de cortisona, en comparación con las personas que nunca habían recibido estas inyecciones, apuntaron Felson y sus colaboradores en las notas de respaldo.

Comparan ambos tipos de inyecciones

Pero ningún ensayo clínico había comparado nunca los dos tipos más comunes de inyecciones para la artritis de rodilla, las inyecciones de cortisona y las inyecciones de ácido hialurónico, apuntó Felson.

Los dos tipos de inyecciones tienen efectos distintos en la articulación, y a veces se usan en combinación, aclaró Leber.

Las inyecciones de cortisona son antiinflamatorias y ayudan a reducir el dolor, mientras que las inyecciones de ácido hialurónico son como un gel que provee lubricación en la articulación enferma.

"Es como inyectar WD40 casi en la rodilla. Funciona para permitir un deslizamiento más suave en la articulación", explicó Leber.

A diferencia de la cortisona, el gel de ácido hialurónico no es nocivo para el cartílago.

El estudio más reciente observó a casi 800 personas con artritis de la rodilla, de las cuales 4 de cada 5 reportaron que recibieron inyecciones de cortisona para el dolor de rodilla. Los demás reportaron que habían recibido inyecciones de ácido hialurónico.

Tras siete años de seguimiento, los investigadores encontraron que los que recibieron inyecciones de esteroides no tenían una pérdida de cartílago más grande que los tratados con ácido hialurónico.

De hecho, las personas que recibieron inyecciones de cortisona presentaron una reducción de alrededor de un 25 por ciento en las probabilidades de necesitar un reemplazo total de rodilla, en comparación con las que recibieron ácido hialurónico.

El mensaje sobre las inyecciones de cortisona para los pacientes con artritis de rodilla es sencillo, aseguró Felson: "No tenga miedo".

"No va a pasar nada malo si recibe una inyección, o incluso varias", dijo Felson. "Hay que tranquilizar a la gente. No deben evitar que se les administren un tratamiento efectivo".

Un uso con sabiduría es esencial

Los hallazgos apoyan al método que los especialistas ortopédicos ya adoptan para administrar inyecciones de cortisona para tratar la artritis de rodilla, señaló Leber.

"Si alguien ya tiene mucho daño en el cartílago de la rodilla, mucha artritis, entonces no nos preocupamos tanto de usar un esteroide para ayudar con el control del dolor, porque ya tienen mucha artritis en la rodilla", dijo Leber. "Dañarla un poco más para ofrecerles un buen control del dolor es algo menor. No es riesgoso".

"En alguien joven, entre la veintena y la cuarentena, que tenga muy poco daño en el cartílago pero que sufre dolor, se debe usar con moderación", continuó. "¿Se usaría ocasionalmente en una persona joven? Sí. Como algo de una sola ocasión. No se debe utilizar de forma repetitiva".

"El esteroide es malo para el cartílago, pero esto no significa que sea malo para todos los pacientes", concluyó Leber. "Se trata de una situación a determinar en cada caso".

De cualquier forma, no se prevería que ningún paciente reciba inyecciones frecuentes de cortisona, cualquiera que sea su condición, añadió el Dr. Jeffrey Schildhorn, cirujano ortopédico del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

"Si le administra a alguien una inyección en enero y vuelve en abril y dice que quiere otra, y vuelve en agosto y quiere otra, ¿qué tan bien está funcionando?", planteó Schildhorn, que no participó en el estudio. "Si solo ofrecen alivio durante dos o tres meses, no están funcionando".

El nuevo estudio se publicó en una edición reciente de la revista Arthritis and Rheumatology.

Más información

La Clínica Cleveland ofrece más información sobre la artritis de rodilla.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: David Felson, MD, professor, medicine and epidemiology, Boston University; Melissa Leber, MD, director, Emergency Department's Division of Sports Medicine, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, New York City; Jeffrey Schildhorn, MD, orthopedic surgeon, Lenox Hill Hospital, New York City; Arthritis and Rheumatology, Dec. 1, 2021

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