MARTES, 23 de febrero de 2021 (HealthDay News) -- Los niveles de testosterona tienden a caer en los hombres mayores, pero un estudio reciente muestra que el ejercicio (pero no los complementos de testosterona) es la forma de rejuvenecer al corazón que envejece en los hombres.
Unos investigadores australianos encontraron que, sin el ejercicio, la terapia de reemplazo de testosterona no ofrecía a los pacientes ninguna mejora en lo absoluto en la salud cardiovascular. Pero el ejercicio solo, sin complementos de testosterona, sí mejoró la función de las arterias.
Como beneficio añadido, el ejercicio también aumentó los niveles de testosterona naturales de los hombres, encontró el estudio.
Según el autor del estudio, el Dr. Bu Yeap, la conclusión está clara: "Para mejorar la salud de las arterias, el ejercicio es mejor que la testosterona".
Yeap, presidente de la Sociedad Endocrina de Australia (Endocrine Society of Australia), reconoció que "hay un declive gradual en los niveles de testosterona a medida que los hombres envejecen, desde la mediana edad hasta la edad avanzada". Y, con frecuencia, ese declive se ve acompañado por un ensanchamiento de la cintura y una amplia variedad de afecciones de la salud.
Como resultado, la popularidad de la terapia de testosterona ha aumentado, en gran medida en un intento por aumentar la energía y la masa muscular. De hecho, las ventas globales de la hormona se han disparado, y se multiplicaron por 12 tan solo en la primera década del siglo XXI.
Yeap advirtió que esto no es necesariamente algo bueno. Planteó que los hombres no deben someterse a un tratamiento de testosterona "a menos que tengan unas afecciones médicas que afecten a la glándula pituitaria o a los testículos, que interfieren con la producción de testosterona". Usar testosterona como herramienta para el fisiculturismo "no cuenta con aprobación médica, y es una práctica que se debe desalentar".
Aparte de las consideraciones de seguridad, ¿puede la testosterona ayudar a proteger a un corazón que envejece?
Yeap, profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Australia Occidental, dijo que una falta de investigación rigurosa hace que resulte difícil responder a esta pregunta, o saber si algún beneficio potencial podría superar al riesgo potencial.
Para obtener más información, Yeap y su equipo sopesaron el impacto relativo de la terapia de testosterona y las rutinas de ejercicio en la salud cardiaca de 78 hombres de 50 a 70 años.
Los niveles de testosterona entre los participantes iban de bajos a normales. Ninguno tenía antecedentes de enfermedad cardiaca, fumaba ni recibía terapia de testosterona al principio del estudio.
Todos se sometieron a una prueba inicial de flujo sanguíneo en las arterias, como medida de la salud y la función del corazón, antes de dividirlos al azar en cuatro grupos. Un grupo realizó ejercicio aeróbico y de fuerza de dos a tres veces por semana mientras recibía terapia de testosterona, un segundo grupo solo recibió testosterona, un tercer grupo recibió una terapia placebo, y un cuarto grupo recibió la terapia placebo con una rutina de ejercicio.
El equipo encontró que, por sí solo, el ejercicio provocó un aumento en los niveles de testosterona, aunque no hasta el mismo grado que el aumento de un 62 por ciento en los niveles de la hormona observados entre los hombres que sí se sometieron a la terapia de testosterona.
Pero lo más esencial fue que la función arterial mejoró en un 28 por ciento entre los que hicieron ejercicio sin tomar terapia de testosterona. Esto superó a la mejora de un 19 por ciento entre los que hicieron ejercicio y tomaron terapia de reemplazo de testosterona.
Los hombres que solo recibieron terapia de testosterona no experimentaron ninguna mejora en lo absoluto en su salud cardiaca. Los investigadores concluyeron que el ejercicio podría ser preferible que los complementos de testosterona para mejorar la salud del corazón de los hombres mayores.
El Dr. Robert Eckel, expresidente de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y expresidente inmediato de medicina y ciencias de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association), se hizo eco de esa idea.
"Este ensayo no se [diseñó] para evaluar la seguridad de la testosterona", anotó, lo que deja sin respuesta a la pregunta de si tomar terapia de reemplazo de testosterona podría en realidad plantear un riesgo para la salud.
Aun así, Eckel, profesor emérito de medicina de la Universidad de Colorado, dijo que está de acuerdo con que "en general, la testosterona no se debe administrar a menos que alguien sufra de hipogonadismo", haciendo referencia a una afección en que las glándulas sexuales dejan de producir suficientes hormonas sexuales.
En cuanto a los beneficios cardiacos potenciales del ejercicio, Eckel enfatizó que "aquí no hay nada sorprendente. El ejercicio es beneficioso... [y] se debe promover".
Yeap y sus colaboradores reportaron sus hallazgos en la edición del 22 de febrero de la revista Hypertension.
Más información
Aprenda más sobre la salud cardiaca de los hombres en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Bu Yeap, MBBS, PhD, professor, medical school, University of Western Australia, and endocrinologist, department of endocrinology and diabetes, Fiona Stanley Hospital, Perth, Western Australia, and president, Endocrine Society of Australia; Robert Eckel, MD, past president, American Heart Association, immediate past president, medicine and science, American Diabetes Association, and professor emeritus, medicine, division of endocrinology, metabolism and diabetes, and division of cardiology, University of Colorado Anschutz Medical Campus; Hypertension, Feb. 22, 2021
