Los cierres reducen el tiempo de ejercicio, y las tasas de depresión aumentan

Los cierres reducen el tiempo de ejercicio, y las tasas de depresión aumentan

MIÉRCOLES, 10 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- Hace mucho que se considera que el ejercicio es un "antidepresivo natural". Ahora, una investigación sugiere que a medida que los cierres impedían que las personas hicieran ejercicio regular, las tasas de depresión comenzaron a aumentar.

El hallazgo se basa en múltiples encuestas sobre la salud mental, llevadas a cabo en tres grupos de estudiantes de la Universidad de Pittsburgh, con un total de casi 700. Las encuestas se iniciaron antes de la pandemia, y entonces continuaron durante la pandemia. Se usaron dispositivos Fitbit ponibles para rastrear las tendencias en la actividad física.

Los investigadores encontraron que en marzo de 2020, cuando comenzaron los cierres en EE. UU., el número de pasos que los estudiantes daban a diario se redujo de unos niveles previos a la pandemia de 10,000 a 4,600, en promedio. Al mismo tiempo, entre febrero y abril de 2020, el riesgo de depresión clínica aumentó de un 32 a un 61 por ciento.

Aun así, "no está claro que una cosa provocara a la otra", advirtió la autora del estudio, Silvia Saccardo, profesora asistente del departamento de ciencias sociales y de la decisión de la Universidad de Carnegie Mellon, en Pittsburgh. Esto se debe a que los hábitos de ejercicio solo han sido una de las "importantes alteraciones en los hábitos del estilo de vida" durante la pandemia.

Por ejemplo, la socialización se desplomó en más de la mitad (a menos de 30 minutos por día), mientras que el tiempo frente a las pantallas se multiplicó por más de dos (a más de cinco horas por día), y los estudiantes dormían más o menos media hora más al día.

Dicho esto, "hay mucha literatura que sugiere una asociación general entre la actividad física y el bienestar en la forma de trastornos de ansiedad, y síntomas del estado de ánimo y de depresión", anotó Saccardo.

El junio pasado, el equipo de la investigación condujo un experimento adicional, y un subconjunto de estudiantes inició un programa de ejercicio de dos semanas para lograr que volvieran a caminar 10,000 pasos al día.

Sorprendentemente, "no condujo a un aumento en el bienestar mental", dijo Saccardo.

¿Por qué?

El ejercicio quizá debía ser más largo o más "intensivo" para registrar un impacto en la salud mental, teorizó. "Es posible que las personas que eran activas antes de la pandemia fueran más sociales, que hicieran ejercicio con sus amigos o jugaran deportes de grupo", apuntó Saccardo. O "tal vez sea necesario intervenir de forma más directa en la salud mental al mismo tiempo que la actividad física".

Los hallazgos del estudio se publicaron el 2 de marzo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Lynn Bufka es directora sénior de transformación y calidad de la práctica de la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association). Dijo que, al dirigirse a la depresión, "no está claro que el ejercicio solo sea suficiente, o si el ejercicio es mejor cuando se incorpora con unas intervenciones más tradicionales, como la psicoterapia o la medicación".

Lo que está claro, apuntó Bufka, es que "el ejercicio puede liberar endorfinas y otras sustancias del cerebro que puede aumentar el bienestar, y el ejercicio puede servir como una actividad positiva para salir de los pensamientos o conductas negativos que puedan aumentar la depresión".

La otra cosa para tomar en cuenta es que "con frecuencia, el ejercicio sucede con otras personas, algo que es una interacción social natural", anotó Bufka. "Sentirnos confiados y capaces en nuestras actividades físicas también respalda a nuestro estado de ánimo. Tenemos una sensación de control y dominio al menos en algunos aspectos de nuestras vidas".

Incluso en tiempos normales, el desafío es averiguar qué tipo de ejercicio, y la cantidad, que se necesita para obtener una mejora en la salud mental. Y estos no son tiempos normales, aseguró.

"En este caso en particular, el inicio de una pandemia y todos los cambios que conlleva fueron un cambio significativo en las vidas de los pacientes", enfatizó Bufka. "Los participantes tuvieron que ajustarse a un gran número de cambios vitales a la vez, así que de verdad sería sorprendente pensar que el aumento en la depresión es resultado solo de una reducción en la actividad".

Entonces, aconsejó que, durante el tiempo que dure la pandemia, se mantenga la salud mental al enfocarse en el "bienestar general".

"En general, permanecer implicado es esencial", ya sea en términos de la actividad física, la conexión social o los desafíos intelectuales, aseguró Bufka. "Tenga motivos para levantarse y comenzar el día, aunque al principio parezca un poco artificial 'programar' actividades".

Además, intente considerar los eventos actuales como un desafío, en lugar de una amenaza. "Si esto le resulta difícil, encuentre a un amigo o familiar en quien confíe que le ofrezca respaldo y lo ayude a ver las situaciones desde perspectivas distintas", sugirió Bufka.

Más información

Aprenda más sobre el ejercicio y la salud mental en la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Illness).

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Silvia Saccardo, PhD, assistant professor, department of social and decision sciences, Carnegie Mellon University, Pittsburgh; Lynn Bufka, PhD, senior director, practice transformation and quality, American Psychological Association; Proceedings of the National Academy of Sciences, March 2, 2021

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