Un medicamento que se usa para prevenir el aborto espontáneo quizá aumente las tasas de cáncer décadas después

Un medicamento que se usa para prevenir el aborto espontáneo quizá aumente las tasas de cáncer décadas después

MIÉRCOLES, 24 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- Los niños nacidos de madres que tomaron un medicamento de uso común para prevenir los abortos espontáneos en las décadas de los 1950 y los 1960 podrían tener el doble de probabilidades de desarrollar un cáncer en la edad adulta.

El medicamento en cuestión, el caproato de hidroxiprogesterona, también conocido como OHPC o 17-OHPC, es una versión artificial de la hormona progesterona. Ya no se utiliza para reducir las probabilidades de aborto espontáneo, pero se sigue recetando para prevenir el parto prematuro, con la marca Makena. La progesterona podría ayudar al útero a crecer durante el embarazo, y evitar que se contraiga y resulte en un parto prematuro.

En octubre de 2020, el Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. pidió que el fármaco se retirara del mercado, porque no parecía funcionar demasiado bien, pero todavía no se han tomado medidas oficiales.

Aunque su riego de todos los tipos de cáncer aumentó, los niños expuestos a este medicamento para la prevención del aborto espontáneo también tenían un riesgo casi cinco veces más alto de desarrollar cánceres de colon y de recto, y un riesgo casi cuatro veces más alto de cáncer de próstata en la adultez temprana, en comparación con aquellos cuyos madres no tomaron el fármaco.

Aun así, este estudio no se diseñó para decir cómo, y ni siquiera si, el uso de este fármaco aumenta de forma directa el riesgo de cáncer, pero los investigadores tienen sus teorías.

"Se trata de un 'disruptor endocrino', e interfiere con las acciones de las hormonas en nuestro cuerpo durante el desarrollo fetal temprano, y esto podría llevar a un cáncer más adelante en la vida en los hijos", advirtió la autora del estudio, Caitlin Murphy, profesora asistente y epidemióloga del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas, en Dallas.

Esta no es la primera vez que un medicamento hormonal usado durante el embarazo se vincula con los riesgos de cáncer en los hijos, anotó. "Se encontró que el dietilestilbestrol (DES) que algunas mujeres tomaban en los años 1970 aumentaba el riesgo de ciertos tipos de cáncer en las hijas adultas de esas mujeres", dijo Murphy.

Cuando los investigadores compararon el riesgo de cáncer entre los hijos de las madres que tomaron OHPC durante el embarazo con el riesgo de las personas cuyas madres no lo tomaron, encontraron que los hijos de 181 mujeres que tomaron OHPC durante el embarazo tuvieron más del doble de probabilidades de ser diagnosticados con todos los tipos de cáncer en la adultez, y un 65 por ciento de estos diagnósticos ocurrieron en personas menores de 50 años.

Para llegar a estos hallazgos, los investigadores analizaron datos del Plan de Salud de la Kaiser Foundation sobre mujeres que recibieron atención prenatal entre junio de 1959 y junio de 1967, y del Registro Oncológico de California, que rastreó los cánceres en sus hijos hasta 2018.

El cáncer de colon y de otros tipos ha estado en aumento entre los jóvenes, y el uso de este fármaco durante el embarazo podría tener un rol, apuntó Murphy. "Los eventos tempranos son factores de riesgo realmente importantes del cáncer", dijo. "Nuestro riesgo podría comenzar incluso antes de que nazcamos".

Las dosis de OHPC usadas para prevenir el aborto espontáneo y evitar el nacimiento prematuro son iguales, apuntó Murphy. Se puede administrar en distintos puntos del embarazo. Para la prevención del aborto espontáneo, este fármaco se usa entre las semanas 0 y 20 del embarazo, y se inicia entre las semanas 16 a 20 y se continúa hasta la semana 37 para prevenir el nacimiento prematuro.

Los resultados se presentaron el martes en la reunión anual virtual de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society). Los hallazgos presentados en reuniones médicas deberían considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

Al menos una experta que no participó en el estudio está convencida de que los riesgos de este fármaco superan de forma dramática a sus beneficios.

"Es otro ejemplo de lo vulnerable que es el feto en desarrollo a la disrupción endocrina", señaló Heather Patisaul, que estudia los efectos de las sustancias disruptoras endocrinas en su laboratorio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Raleigh.

"Dado que se ha recomendado que se retire porque no hay evidencias de un beneficio clínico, desaconsejaría a las mujeres que lo tomen", añadió Patisaul.

Pero todavía no se sabe con certeza, según la Dra Anjali Kaimal, especialista en medicina materna y fetal del Hospital General de Massachusetts, en Boston, y experta clínica en obstetricia del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists).

"Los hallazgos de este estudio no son concluyentes", aseguró Kaimal, que tampoco participó en la nueva investigación. "A lo largo del proceso de revisión profesional y publicación, la información adicional sobre la población del estudio, las exposiciones, los métodos y los riesgos absolutos observados en este estudio, además de la replicación en otras poblaciones, ayudarán a comprender mejor cualquier riesgo potencial, y a sopesarlo con los beneficios", señaló.

Más información

Aprenda más sobre cómo reducir el riesgo de parto prematuro en March of Dimes.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Caitlin Murphy, PhD, MPH, assistant professor, epidemiologist, University of Texas Southwestern Medical Center, Dallas; Heather Patisaul, PhD, associate dean for research, North Carolina State University, Raleigh, N.C.; Anjali Kaimal, MD, maternal-fetal medicine specialist, Massachusetts General Hospital, Boston; The Endocrine Society, virtual annual meeting, March 20 to 23, 2021

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