El cerebro de los adolescentes desoye la voz de mamá de forma natural

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VIERNES, 29 de abril de 2022 (HealthDay News) -- La voz de mamá podría ser música para el cerebro de un niño pequeño, pero el cerebro de los adolescentes prefiere cambiar la estación, encuentra un nuevo estudio.

Investigaciones anteriores que utilizaban imágenes del cerebro han revelado la importancia de la voz de una madre para los niños más pequeños: el sonido estimula no solo las partes del cerebro relacionadas con el oído, sino también circuitos implicados en las emociones y la "recompensa", en una forma que las voces desconocidas simplemente no hacen.

El nuevo estudio, que se publicó en la edición del 28 de abril de la revista Journal of Neuroscience, muestra que las cosas comienzan a cambiar más o menos a los 13 años. En ese momento, las preferencias vocales del cerebro cambian: desoye la voz de mamá y favorece a las voces desconocidas.

Esto podría sonarle familiar a cualquiera que haya criado a un adolescente.

Pero los hallazgos ofrecen una "fundamento cerebral" real para los cambios de conducta de los jóvenes, apuntó el investigador principal, Daniel Abrams.

"La mayoría de los padres pueden decirle cómo sus hijos adolescentes tienden a enfocarse su atención en sus pares y en sus nuevas parejas sociales", señaló Abrams, profesor asociado clínico de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California.

"Lo nuevo de esto es comprender lo que está sucediendo en el cerebro", dijo.

Entonces, si parece que su adolescente le desoye, quizá sea muy cierto. Pero Abrams dijo que "no es personal. Se trata de una parte natural del desarrollo".

Los hallazgos se basan en un estudio de 2016 del equipo de Stanford que mostró que, a diferencia de las voces de los desconocidos, el sonido de la voz de mamá "activa" los centros de recompensa en el cerebro de un niño más pequeño. Esto tiene sentido, apuntó Abrams, ya que los padres son el centro del mundo de un niño: su primera fuente de aprendizaje, lo que incluye el desarrollo social y emocional.

Pero en cierto momento, dijo, los niños deben ampliar su mundo social, a prepararse para la independencia, y al final comenzar su propia familia en muchos casos.

El nuevo estudio incluyó a 46 niños de 7 a 16 años, que se sometieron a IRM funcionales. Esto permitió que los investigadores vieran la actividad cerebral mientras escuchaban a grabaciones de la voz de su madre o de voces femeninas desconocidas.

Resulta que los adolescentes tuvieron diferencias claras respecto a los niños más pequeños. Su centro de recompensa se activa en respuesta a las voces desconocidas, en comparación con las de su madres, al igual que una región del cerebro llamada corteza prefrontal ventromedial, que valora a la información social.

Entonces, ¿estos cambios en el cerebro suceden primero, o el cerebro se adapta en respuesta a los crecientes círculos sociales de los niños a medida que crecen?

Es probable que el cerebro esté "programado" para hacer esa evolución, planteó Moriah Thomason, profesora asociada de psiquiatría infantil y adolescente de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

"La adolescencia es un momento en que nos preparamos para abandonar el nido y convertirnos en adultos", señaló Thomason, que no participó en la investigación. "Si no hubiera cierto nivel de programación biológica, sería desadaptativo".

Como Abrams, dijo que los hallazgos ofrecen una comprensión del fundamento cerebral para un aspecto de la conducta adolescente que los padres conocen bien.

"Esto podría ayudar a los padres a contextualizarlo", apuntó Thomason. "Es una parte natural del desarrollo".

Abrams se mostró de acuerdo en que es probable que los cambios en las preferencias de voz del cerebro sucedan primero. Esto concuerda con evidencias de unos cambios más amplios en el sistema de recompensa del cerebro adolescente, en que se vuelve más sensible a cosas como la novedad y tomar riesgos.

El estudio también encontró que, de varias formas, los cerebros de los adolescentes se hicieron más sensibles a todas las voces, incluso a la de mamá, en comparación con los niños más pequeños. Las áreas del cerebro implicadas en el filtrado de la información y la creación de los recuerdos "sociales", por ejemplo, se activaban más mientras mayor era el adolescente.

Thomason especuló que todo esto podría reflejar la necesidad de desarrollar unas formas más sofisticadas de comprender e interpretar la comunicación verbal a medida que las personas pasan de la niñez a la adultez.

Para Abrams, el estudio también subraya la importancia más amplia de la voz para los seres humanos. Solo piense en cualquier momento en que le ha emocionado escuchar la voz de un ser querido con quien hacía tiempo que no hablaba, planteó.

Es distinto que un mensaje de texto, apuntó Abrams.

"Las voces están entre las señales sociales más importantes que tenemos", dijo. "Nos conectan, y nos ayudan a sentirnos como parte de una comunidad. Y diría que escuchar la voz de un ser querido es una de las experiencias más gratificantes de nuestras vidas diarias".

Más información

El Child Mind Institute ofrece consejos sobre cómo comunicarse con su hijo adolescente.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Daniel Abrams, PhD, clinical associate professor, psychiatry and behavioral sciences, Stanford University School of Medicine, Stanford, Calif.; Moriah Thomason, PhD, associate professor, child and adolescent psychiatry, NYU Langone Health, New York City; Journal of Neuroscience, April 28, 2022

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