El camino hacia un cerebro sano en la mediana edad quizá comience en la niñez

El camino hacia un cerebro sano en la mediana edad quizá comience en la niñez

LUNES, 10 de mayo de 2021 (HealthDay News) -- ¿Tener factores de riesgo de la enfermedad cardiaca en la niñez podría sembrar las semillas de los deterioros en el pensamiento en la mediana edad?

Parece que tal vez sí, afirma una investigación reciente.

"Creo que para nosotros no fue una gran sorpresa, pero quizá la comunidad científica se ha estado enfocando sobre todo en los factores de riesgo en la mediana edad y la cognición en la vejez", señaló la coautora del estudio, Suvi Rovio, investigadora sénior de medicina cardiovascular y profesora adjunta del departamento de medicina clínica de la Universidad de Turku, en Finlandia.

"Llevarlo hasta la niñez y mostrar que las mismas asociaciones comienzan en la niñez es algo de verdad novedoso", aseguró Rovio.

En su investigación, su equipo utilizó datos del Estudio del riesgo cardiovascular en finlandeses jóvenes, un estudio nacional y longitudinal. Los investigadores pudieron seguir a los participantes durante 31 años, a partir de la niñez.

El estudio incluyó unos exámenes de referencia de casi 3,600 chicas y chicos de 3 a 18 años, en 1980. En 2011, más de 2,000 de los participantes, que tenían entonces de 34 a 49 años, tomaron una prueba computarizada de la función cognitiva (las "habilidades de pensamiento").

Los investigadores encontraron que el colesterol total, además de la presión arterial sistólica y el índice de masa corporal, desde la niñez hasta la mediana edad, se asociaban con la función cerebral.

Específicamente, una presión arterial sistólica (que es la cifra superior en la lectura de la presión arterial) alta y un colesterol total y LDL (el "malo") altos, se asociaron con un empeoramiento de la memoria y el aprendizaje en la mediana edad. La obesidad desde la niñez hasta la adultez se vinculó con una velocidad de procesamiento visual y un mantenimiento de la atención más bajos.

Los tres se vincularon con un empeoramiento de la memoria y del aprendizaje asociativo, un peor procesamiento visual, una reducción en la capacidad de atención, un tiempo de reacción más lento, y un movimiento más lento.

El primer autor del estudio, el Dr. Juuso Hakala, comentó que "nuestros resultados indican que la monitorización y la prevención de los factores de riesgo cardiovasculares a partir de la niñez podrían transformarse en una mejor salud cerebral en la mediana edad". Hakala es estudiante doctoral del Centro de Investigación en Medicina Cardiovascular Aplicada y de la Prevención de la Universidad de Turku.

"La reducción de los factores de riesgo se puede lograr mediante unas opciones saludables de estilo de vida, como los hábitos dietéticos, por ejemplo al evitar los alimentos malsanos", planteó Hakala. "Pero además, promover la actividad física en los niños es una vía para un estilo de vida saludable, que los niños pueden llevar hasta la adultez y también a una edad más avanzada".

Si los participantes tenían los tres factores de riesgo cardiovascular, eran casi siete años más viejos en su nivel de memoria y aprendizaje que los que no tenían esos factores de riesgo, dijo Hakala. Respecto al procesamiento visual y la atención sostenida, eran unos 20 años mayores.

Los autores del estudio anotaron que investigaciones anteriores han encontrado que alrededor de un 20 por ciento de las personas de a partir de 60 años tienen una pérdida leve de la función cerebral. Muchas enfermedades que provocan déficits neurológicos, como el Alzheimer, están presentes mucho antes de que comiencen unos síntomas notables.

"Creo que es extremadamente importante anotar que nunca es demasiado tarde para elegir opciones de estilo de vida saludables", enfatizó Hakala. "Las opciones de estilo de vida son las formas más efectivas de influir en estos factores de riesgo. Si nuestros resultados se vinculan de manera causal con las funciones cognitivas, y pienso que es así, entonces pasar a un perfil de riesgos cardiovasculares mucho mejor también reduciría el riesgo de una mala función cognitiva más adelante en la vida".

Ahora, los investigadores están estudiando si el impacto comienza mucho antes, por ejemplo en la infancia, o si los riesgos intergeneracionales podrían tener un rol en la salud cerebral futura de una persona, señaló Rovio.

La investigación se publicó en la edición en línea del 10 de mayo de Circulation, la revista de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

La Dra. Thuy Bui es médica de medicina de emergencias pediátricas de Children's Healthcare of Atlanta, en Georgia. Comentó que "creo que hace muchísimo que sabemos que la salud del corazón y la salud del cerebro están conectadas. Ya sea obesidad, hipertensión o diabetes, tiene sentido que mientras más efectos de estos se acumulan a la vez, más afectarán a la salud a largo plazo".

La pandemia de COVID-19 quizá haya desconcertado a muchos niños, porque no podían hacer los deportes y actividades que normalmente harían, anotó.

Bui dijo que es importante abordar una vida saludable mientras los niños son pequeños, lo que incluye implicarlos en actividad física al mismo tiempo que se hace que el ejercicio y una alimentación saludable resulten divertidos. Añadió que, para asegurarse de que el ejercicio tenga un lugar en su propia vida, lo programa. Y ahora, sus dos hijos adolescentes la acompañan cuando camina o corre, y así ellos también hacen ejercicio.

No todo se trata de hacer ejercicio y comer. Si una persona experimenta mucho estrés o depresión, esto también puede afectar a su corazón y su cerebro, advirtió Bui. Es importante que las personas saquen tiempo para ellas mismas, y encuentren formas de aliviar el estrés, porque esto también mejorará la salud y aumentará la longevidad.

"Hablamos de la salud cardiovascular y de la salud del cerebro, y lo hablamos desde el punto de vista físico. Quiero que las personas también recuerden que la salud conductual, la salud mental, es un aspecto importantísimo de esto", enfatizó Bui.

Más información

La Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics) ofrece más información sobre cómo ayudar a los niños a tener una alimentación saludable.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Juuso Hakala, MD, PhD student, Research Centre of Applied and Prevention Cardiovascular Medicine, University of Turku, Finland; Suvi Rovio, PhD, senior researcher, cardiovascular medicine and adjunct professor, department of clinical medicine, University of Turku, Finland; Thuy Bui, MD, pediatric emergency medicine physician, Children's Healthcare of Atlanta, and American Heart Association volunteer expert, youth programs; Circulation, May 10, 2021, online

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