MARTES, 29 de junio de 2021 (HealthDay News) -- Cuando las guarderías se vieron obligadas a cerrar en los primeros meses de la pandemia, cientos de miles de madres trabajadoras estadounidenses perdieron sus empleos, muestra una nueva investigación.
El estudio es solo el ejemplo más reciente del efecto que la pandemia ha causado en las mujeres trabajadoras de Estados Unidos.
Durante los primeros 10 meses de la pandemia en EE. UU., más de 2.3 millones de mujeres dejaron de ser población activa, según el Centro Nacional de Leyes de la Mujer. Esto es en comparación con poco menos de 1.8 millones de hombres.
Esto se debió, en parte, a que muchos de los puestos de trabajo se perdieron en las industrias en las que las mujeres constituyen una gran parte de la mano de obra. Además, las mamás trabajadoras, más que los papás, afrontaron la dificultad de tener a sus hijos en casa y no en la escuela o la guardería.
El nuevo estudio analizó de forma específica el impacto de los cierres de las guarderías durante la pandemia.
Encontró que en los estados en los que hubo cierres en la primavera de 2020, la pérdida de empleo entre las mujeres fue especialmente grave. Por el contrario, la disminución de empleo entre los hombres fue similar a la de los hombres de otros estados.
En todo el país, la brecha ascendió a la pérdida de alrededor de 611,000 empleos entre las mujeres trabajadoras.
"El impacto se concentró entre las mujeres con niños pequeños", dijo Yevgeniy Feyman, investigador principal de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston.
Esto, afirmó, sugiere que los cierres de las guarderías, por sí mismos, estimularon el exceso de puestos de trabajo que se perdieron.
Es probable que sea así, coincidió Rasheed Malik, que estudia política de cuidado infantil en el Center for American Progress, un instituto sin afiliación política, en Washington, D.C.
"Antes de la pandemia, ya existía una fuerte relación entre la disponibilidad local del cuidado infantil y la participación de las mujeres en el mundo laboral", dijo.
La pandemia solo ha empeorado el antiguo problema de los "desiertos" en el cuidado infantil, afirmó Malik. Estas son áreas de todo el país, en general de bajos ingresos, en las que los padres que trabajan carecen de opciones de cuidado infantil asequibles y de calidad.
Las guarderías reabrieron en los estados cerrados en junio de 2020, según el equipo de Feyman. Pero si bien muchas mujeres y hombres regresaron al trabajo, las mujeres seguían rezagadas hasta diciembre de 2020, encontró el estudio. Tenían menos probabilidades de tener un empleo que los hombres, y la tasa de empleo se mantuvo por debajo del nivel anterior a la pandemia.
El simple hecho de permitir que las guarderías reabrieran no resolvió necesariamente los problemas de las familias.
Por un lado, dijo Malik, se estima que el 10 por ciento de los programas cerraron definitivamente. Y en los que sobrevivieron, las reducciones de personal significaron que se podía atender a menos familias.
"Volver al sistema no era solo una cuestión de volver al programa en el que ya estaba", afirmó Malik.
Los hallazgos se basan en los datos de una encuesta mensual de la fuerza laboral. Incluyó a casi 49,000 adultos de EE. UU., entre ellos más de 13,000 de estados en los que las guarderías cerraron en abril de 2020.
El empleo se redujo de forma marcada entre los hombres y las mujeres de todos los estados en abril de 2020, pero las mujeres de los estados con cierres de las guarderías experimentaron el descenso más pronunciado. Las probabilidades de que las mujeres estuvieran empleadas durante el periodo de cierre fueron 2.6 puntos porcentuales más bajas que las de los hombres.
Esto se tradujo en la pérdida de 611,000 empleos entre los 23.5 millones de madres trabajadoras, estimaron los investigadores.
Para Feyman, una consecuencia es que los trabajadores estadounidenses necesitan un mejor permiso familiar mejor remunerado y un "cambio cultural" en el que no solo las mujeres, sino también los hombres, lo tomen.
Malik señaló algunos problemas fundamentales que provocan que encontrar cuidado infantil confiable sea tan difícil, con pandemia o sin ella.
A diferencia de la educación pública, dijo, el sistema de cuidado infantil está "basado en el mercado", con programas que se concentran en las zonas más acomodadas donde las familias pueden permitirse pagar los costos.
"Lo consideramos un fallo del mercado", afirmó Malik. "No tenemos desiertos de escuelas públicas, pero sí en las guarderías".
Para conseguir una atención de calidad accesible a más familias, debe existir algún nivel de subsidio del gobierno, así como asistencia para las familias con bajos ingresos, dijo.
Esta "inversión en las familias" se compensaría con el aumento de la productividad de los padres y los beneficios educativos y sociales que obtienen los niños pequeños al formar parte de programas de alta calidad, concluyó.
Otro problema del sector es el bajo salario general y la gran rotación de empleados.
"Son trabajos difíciles", añadió. "El trabajo es gratificante, pero definitivamente no lo es a nivel económico".
Malik dijo que los salarios bajos se originan en un "sesgo histórico" que infravalora el trabajo de las mujeres, quienes conforman la gran mayoría de la mano de obra en el cuidado infantil.
"Ya es hora de que hagamos honor a las décadas de duro trabajo que nos han brindado", concluyó Malik.
Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 25 de junio de la revista JAMA Health Forum.
Más información
La organización sin fines de lucro Zero to Three ofrece recursos sobre el cuidado infantil.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Yevgeniy Feyman, PhD student, health services research, Boston University School of Public Health; Rasheed Malik, senior policy analyst for early childhood policy, Center for American Progress, Washington, D.C.; JAMA Health Forum, June 25, 2021, online
