¿Podría la COVID-19 acelerar los síntomas del Alzheimer?

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VIERNES, 30 de julio de 2021 (HealthDay News) -- La COVID-19 puede acabar con su vida. Puede quitarle el aliento, provocar extraños coágulos sanguíneos, y causar efectos secundarios que duran meses después de la infección inicial.

También es posible que la COVID-19 pueda afectar al cerebro humano de formas que podrían promover el inicio de la enfermedad de Alzheimer, informa un nuevo estudio.

Los pacientes con una COVID-19 grave presentan evidencias biológicas de lesiones e inflamación en el cerebro, además de marcadores tempranos de Alzheimer, según los datos reunidos por un consorcio internacional que revisa los efectos del coronavirus en la salud cerebral.

Esto incluye un aumento en la tau, una pegajosa proteína que forma ovillos en los cerebros de los pacientes con Alzheimer en etapa avanzada, señaló el autor del estudio, el Dr. Thomas Wisniewski, profesor de neurología, patología y psiquiatría de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.

La COVID-19 "acelera los biomarcadores del Alzheimer, y si se sufre de Alzheimer u otras demencias preexistentes, es mucho más probable que se presenten las complicaciones neurológicas y una enfermedad más grave", apuntó Wisniewski. "El hecho de que la COVID pueda aumentar los biomarcadores del Alzheimer sugiere que a largo plazo podría ser un factor de predisposición que acelere la patología".

Los hallazgos se presentaron el jueves en la reunión anual de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association), que se celebró en Denver y en línea. Ese tipo de investigación se debe considerar preliminar hasta que se publique en una revista revisada por profesionales.

En este estudio, los investigadores evaluaron a 310 pacientes admitidos a Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York, con COVID-19.

De ellos, más o menos la mitad desarrollaron síntomas neurológicos, de los cuales el más común fue confusión debida a encefalopatía toxico/metabólica (ETM), una afección en que la infección altera la función cerebral al provocar anomalías tóxicas.

Los pacientes con COVID-19 que desarrollaron ETM fueron más propensos que los que no la tenían a presentar unos niveles elevados de marcadores biológicos en la sangre relacionados con la lesión cerebral y el Alzheimer, encontraron los investigadores.

Estos marcadores también parecieron vincularse con indicadores sanguíneos de la inflamación, lo que sugiere que la COVID-19 podría hacer que el cerebro se hinche, y potencialmente dañar a las neuronas, añadieron los investigadores.

Aunque se requiere más investigación, las evidencias sugieren que la COVID-19 podría hacer suficiente daño al cerebro como para predisponer a una persona por lo demás sana a desarrollar demencia o Alzheimer más adelante, planteó Wisniewski.

Además, quizá las personas que ya están en riesgo de Alzheimer avanzarían más en el camino hacia la enfermedad tras un caso de COVID-19, añadió.

"En particular en las personas que estén predispuestas a cualquiera de estas afecciones neurodegenerativas, cualquiera que sea mayor, parece que contraer la COVID es un riesgo muy significativo para cruzar ese umbral", advirtió Wisniewski

El hallazgo resultó de una colaboración entre la Asociación del Alzheimer y representantes de casi 40 países para evaluar las consecuencias a largo plazo de la COVID-19 en el cerebro y el sistema nervioso.

Heather Snyder, vicepresidenta de relaciones médicas y científicas de la Asociación del Alzheimer, apuntó que "uno de los síntomas característicos mediante los cuales definimos la COVID-19 es una pérdida del gusto o el olfato. Este es un indicador de que en el cerebro sucede algo, porque son funciones que el cerebro controla".

También hay preocupación por las "lagunas mentales" entre las personas que sufren de COVID-19 y los sobrevivientes, añadió.

"Vemos que los individuos experimentan cambios en la memoria, el pensamiento, el razonamiento, la conducta", observó Snyder.

"Lo que no sabemos es si persiste, si se puede revertir, y qué significa en términos del impacto o el riesgo a largo plazo de Alzheimer y otros cambios cognitivos", continuó Snyder. "Estas son algunas de las preguntas que debemos plantear".

Hay una solución sencilla para las personas que deseen proteger su salud cerebral contra la COVID-19, añadió Snyder.

"Si no se ha vacunado, hágalo. Protéjase", enfatizó.

Más información

Johns Hopkins ofrece más información sobre los efectos de la COVID-19 en el cerebro.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Thomas Wisniewski, MD, professor, neurology, pathology and psychiatry, New York University Grossman School of Medicine, New York City; Heather Snyder, PhD, vice president, scientific and medical relations, Alzheimer's Association

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