La vacuna contra la COVID en el embarazo significa un nacimiento y unos bebés más sanos: estudios

breastfeeding and stroke risk
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JUEVES, 12 de agosto de 2021 (HealthDay News) -- Desde que la COVID-19 y tres vacunas para ayudar a prevenirla llegaron a Estados Unidos, han abundado las preguntas sobre su impacto en las mujeres embarazadas, las madres recientes y los bebés.

¿Cómo se verían ellos, y sus riesgos de salud, afectados por un virus? ¿Deben las mujeres vacunarse cuando están embarazadas o dan el seno?

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecieron una respuesta enfática a estas preguntas el 11 de agosto, en que recomendaban que todas las mujeres que estén embarazadas o que estén pensando en quedar embarazadas se vacunen. Las vacunas son seguras y efectivas, afirmaron los líderes de los CDC.

El anuncio llegó el mismo día que la revista JAMA Network Open publico dos novedosos estudios que abordaron estos temas.

Uno se enfocó en el impacto potencialmente devastador del virus SARS-CoV-2 en las mujeres embarazadas, y el otro en si la vacuna contra la COVID en una madre reciente podría conferir beneficios a su bebé alimentado con leche del seno.

"La vacunación es el mejor método para reducir las complicaciones maternas y fetales por la infección con el SARS-CoV-2", aseguró Jennifer Jolley, coautora del nuevo estudio sobre los resultados en las mujeres embarazadas. "No hay exclusiones específicas para la recomendación de vacunarse, y las pacientes embarazadas que tienen [enfermedades o afecciones médicas] adicionales tienen un riesgo elevado de unos resultados maternos adversos por la enfermedad de la COVID-19".

En el estudio, su equipo reportó que el virus aumenta el riesgo de infecciones graves y muerte en las mujeres embarazadas. También puede conducir a un nacimiento prematuro, con unos efectos de salud graves y a largo plazo para los bebés.

"Creo que cualquier cosa que podamos hacer para reducir las probabilidades de que una mamá, y por tanto su bebé, puedan enfermar de gravedad, está totalmente justificada", enfatizó Jolley, profesora clínica asociada de obstetricia y ginecología de la Universidad de California (UC), en Irvine.

Ella y sus colaboradores revisaron los datos de casi 870,000 mujeres que dieron a luz en casi 500 centros médicos de EE. UU. entre marzo de 2020 y febrero de 2021.

Alrededor de un 2 por ciento de las mujeres (18,715 en total) tuvieron COVID-19. La mayoría tenían de 18 a 30 años, y eran más propensas que las que no tuvieron el virus a ser pacientes negras o hispanas, según el estudio.

Además de ser más propensas que otras a tener un parto prematuro, las mujeres con COVID tuvieron unas tasas significativamente más altas de admisión a la unidad de cuidados intensivos, de intubación respiratoria y de ventilación mecánica.

"Los CDC han determinado que las personas embarazadas tienen un riesgo más alto de una enfermedad grave con la COVID-19, cuando se les compara con las personas que no están embarazadas", comentó el colíder del estudio, el Dr. Ninh Nguyen, presidente de cirugía de la UC en Irvine. "Este estudio amplía nuestro conocimiento sobre el riesgo de resultados adversos".

En específico, reportó que las mujeres con COVID tenían un riesgo 15 veces más alto de fallecer mientras estaban en el hospital para dar a luz, en comparación con las mujeres sin el virus.

Y, anotaron los investigadores, la insuficiencia respiratoria que requiere intubación en una paciente embarazada también puede afectar al feto, que depende del oxígeno que la madre le suministra a través de la placenta.

Los CDC dijeron que un análisis de los datos del Registro de vacunación contra la COVID-19 en el embarazo v-safe no encontró un aumento en el riesgo de pérdida del embarazo entre las casi 2,500 mujeres que recibieron una vacuna de ARNm antes de la semana 20 del embarazo. Añadió que tres sistemas de monitorización de la seguridad no encontraron ningún problema de seguridad en las mujeres que se vacunaron en un momento tardío el embarazo ni en sus bebés.

"Si todavía no se ha puesto la vacuna y está embarazada, póngasela de inmediato, lo antes posible", aconsejó la Dra. Lori Feldman-Winter, una pediatra de Nueva Jersey que dirige la Sección de Lactancia Materna de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics). Feldman-Winter no participó en el estudio, pero revisó los hallazgos.

"Este estudio solo resalta la importancia de la prevención", aseguró, y anotó que la COVID es prevenible mediante la vacunación, y que las vacunas son seguras. Por otro lado, los bebés que nacen prematuros son susceptibles al desarrollo de problemas y enfermedades respiratorias durante toda la vida, añadió Feldman-Winter.

En un segundo estudio, que se publicó el 11 de agosto en la revista JAMA Network Open, unos investigadores españoles reportaron que la leche del seno de 33 mujeres que habían recibido la vacuna de Pfizer-BioNTech contenía anticuerpos contra la COVID-19, que aumentaron tras la segunda dosis.

Ninguna de las mujeres del estudio se había infectado con la COVID antes de recibir la vacuna. La principal limitación del estudio fue su tamaño reducido. Los investigadores, liderados por el Dr. Vicens Diaz-Brito, del departamento de Enfermedades Infecciosas del Parque Pediátrico San Juan de Dios, en Barcelona, tampoco determinó si los niveles de anticuerpos en la leche materna se reducen o estabilizan en un momento posterior tras la vacunación.

Pero Feldman-Winter anotó que la leche humana tiene componentes inmunitarios que pueden enseñar al sistema inmunitario infantil a responder a los antígenos, unas sustancias en la sangre que hacen que el cuerpo se defienda. Otros estudios han mostrado que los niños que reciben el seno pueden tener unas respuestas más robustas a las vacunas, señaló Feldman-Winter. Este estudio reportó que las madres producen unas buenas respuestas inmunitarias a la vacuna, dijo.

"Si está dando el seno, la respuesta inmunitaria se transmite y dura al menos durante un mes", aseguró Feldman-Winter.

Aunque los médicos no saben cuánto más dura, dijo que es probable que el beneficio continúe mientras la madre esté produciendo leche, proveyendo una protección continua mientras el bebé se alimente del seno.

Si es así, es una ventaja añadida, señaló Feldman-Winter, "porque todavía no tenemos una vacuna para los bebés, y los bebés contraen la COVID".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Jennifer Jolley, MD, associate clinical professor, obstetrics and gynecology, Division of Maternal-Fetal Medicine, University of California, Irvine; Ninh Nguyen, MD, chair, Department of Surgery, University of California, Irvine; Lori Feldman-Winter, MD, MPH, chair, American Academy of Pediatrics, Section on Breastfeeding, and pediatrician, Cooper University Hospital, Camden, N.J.; JAMA Network Open, Aug. 11, 2021

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