La carne roja aumenta el riesgo cardiaco, y quizá los científicos sepan el motivo

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MARTES, 2 de agosto de 2022 (HealthDay News) -- Una hamburguesa al día podría aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca, pero no necesariamente por los motivos en que la gente con frecuencia piensa, sugiere una investigación.

El estudio de casi 4,000 estadounidenses mayores encontró lo que muchos han encontrado antes: las personas que comían mucha carne roja experimentaban un aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular (ACV).

Pero no hubo evidencias de que el vínculo se debiera a un culpable tradicional: unos niveles elevados de colesterol "malo" en la sangre.

Más bien, los investigadores determinaron que el riesgo se originaba, en parte, en unas sustancias particulares producidas por el microbioma intestinal, los billones de bacterias que residen en el tracto digestivo. Cuando estas bacterias digieren la carne roja, producen un compuesto llamado TMAO, que puede fomentar la inflamación y la coagulación de la sangre.

Para la persona promedio, señalaron los expertos, el hallazgo vuelve a conducir a un mensaje conocido: limite su consumo de carne roja.

"La semana pasada, dijimos que comieran menos carne roja, y esta semana decimos que coman menos carne roja", comentó Christopher Gardner, un profesor de la Universidad de Stanford que no participó en el estudio.

"Esto refuerza lo que hemos pensado sobre comer un exceso de carne roja, y una falta de fibra en la dieta", dijo Gardner, y anotó que con frecuencia ambas cosas van de la mano.

Gardner, que también es presidente del Comité de Nutrición de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), enfatizó un punto.

"Estos hallazgos no significan que el colesterol en sangre no es importante", observó. Solo que no lograron mostrar que el colesterol explicara el vínculo entre la carne roja y la enfermedad cardiaca.

En vez de esto, el estudio "fortalece la idea" de que las bacterias intestinales y la TMAO quizá sean una vía mediante la cual la carne roja contribuye a la enfermedad cardiaca y el ACV.

Meng Wang, miembro postdoctoral de la Facultad de Ciencias y Políticas de la Nutrición Friedman de la Universidad de Tufts, en Boston, fue una de las líderes del estudio.

Comentó que, cuando se trata de la carne roja y la salud, la mayor parte de la investigación se ha enfocado en la grasa saturada y sus efectos en el colesterol de la sangre.

Pero aunque la grasa saturada puede aumentar el colesterol LDL (el "malo"), hay una controversia sobre si las cantidades que las personas consumen en general afectan en última instancia a su riesgo de enfermedad cardiaca.

Es un área en que todavía se necesita estudio, planteó Wang.

Los nuevos hallazgos, señaló, respaldan que también se vea más allá de la grasa saturada: la carne roja quizá fomente la enfermedad cardiaca a través de otros mecanismos.

Esto es importante, en parte, porque si los investigadores pueden desentrañar el "cómo", tal vez puedan desarrollar nuevas formas de reducir el riesgo de enfermedad cardiaca y de los vasos sanguíneos, afirmó Wang.

En el estudio, que se publicó en la edición en línea del 1 de agosto de la revista Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology, participaron 3,931 adultos de EE. UU. de a partir de 65 años. Se dio seguimiento a la salud y los hábitos de estilo de vida de todos a lo largo del tiempo, durante hasta 26 años.

En general, encontró el equipo de Wang, mientras más carne roja consumían las personas, mayor era su riesgo de sufrir un ataque cardiaco o ACV.

En promedio, el riesgo aumentó en un 22 por ciento por cada porción diaria de carne roja. Esto fue tras tomar en cuenta otros factores, como el peso corporal, el tabaquismo, el ejercicio y otros hábitos alimenticios.

Cuando los investigadores buscaron explicaciones potenciales, encontraron que un azúcar en la sangre más alto explicaba en parte el vínculo entre la carne roja y los problemas del corazón, al igual que los marcadores de inflamación general en el cuerpo.

¿Cómo encaja un azúcar en la sangre más alta en todo esto? No está claro, pero los investigadores especulan que el hierro de la carne roja podría ser un motivo. Una alta ingesta de hierro se ha vinculado con un aumento en el riesgo de diabetes.

También hubo una tercera explicación: tres sustancias producidas por las bacterias intestinales conformaron alrededor de un 10 por ciento de la asociación entre la carne roja y la enfermedad cardiovascular.

Entre estas sustancias se encuentra la TMAO y dos de sus precursoras, todas las cuales son producidas cuando las bacterias intestinales metabolizan la L-carnitina, un nutriente que abunda en la carne roja.

Investigaciones anteriores han mostrado que la TMAO puede fomentar la inflamación de los vasos sanguíneos y la coagulación de la sangre.

"Este estudio provee un nuevo vistazo al motivo por el cual deberíamos limitar las carnes rojas y procesadas en nuestras dietas", dijo Whitney Linsenmeyer, una profesora asistente de la Universidad de Saint Louis que revisó los hallazgos.

Unos estudios recientes han revelado la importancia del microbioma intestinal para la salud humana, anotó Linsenmeyer, que también es vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).

"No resulta sorprendente que también haya un vínculo con la salud cardiaca", afirmó.

Como Gardner, Linsenmeyer dijo que, para la persona común y corriente, todo vuelve a la dieta. Por suerte, los mismos hábitos que se consideran buenos para el corazón también podrían respaldar a un intestino sano.

"Las verduras, las frutas, los granos integrales, los frutos secos, las semillas y los frijoles obtienen la mejor calificación por ser saludables para el corazón", añadió Linsenmeyer. "Y también reciben la mejor calificación por ser saludables para el microbioma".

Más información

La Asociación Americana del Corazón ofrece consejos sobre una alimentación saludable para el corazón.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Meng Wang, PhD, postdoctoral fellow, Tufts University Friedman School of Nutrition Science and Policy, Boston; Christopher Gardner, PhD, professor, medicine, Stanford Prevention Research Center, Stanford Medicine, Stanford, Calif., and chairman, Nutrition Committee, American Heart Association, Dallas; Whitney Linsenmeyer, PhD, RD, assistant professor, nutrition and dietetics, Saint Louis University, St. Louis, and spokeswoman, Academy of Nutrition and Dietetics, Chicago; Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology, Aug. 1, 2022, online

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