¿Cuáles niños tienen el riesgo más alto por la COVID?

sick child in hospital
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MARTES, 21 de septiembre de 2021 (HealthDay News) -- Los niños mayores y los niños con enfermedades crónicas tienen las mayores probabilidades de acabar en el hospital con la COVID-19, encontraron unos investigadores.

Afecciones como la obesidad, la diabetes y los problemas neurológicos, entre otras, ponen a los niños en un riesgo de una COVID-19 grave, según el nuevo estudio de EE. UU.

"Hay un mito en circulación de que los niños no enferman con la COVID-19, y ha persistido a lo largo de la pandemia. Y creo que nuestros hallazgos lo desmienten, y que podemos por fin descartarlo", señaló el Dr. James Antoon, que dirigió el estudio de EE. UU. sobre los niños y la COVID-19. Antoon es profesor asistente de pediatría de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee.

Anotó que uno de cada cinco niños con COVID-19 que son atendidos en los departamentos de emergencia de EE. UU. es admitido al hospital, y que un 21 por ciento de ellos requieren tratamiento en una unidad de cuidados intensivos, lo que incluye a la ventilación mecánica.

Las complicaciones más frecuentes de la COVID-19 entre los niños son la neumonía, los vómitos y la diarrea. Los ataques de asma también son comunes, apuntó Antoon. Por suerte, pocos niños mueren.

"Una parte preocupante de nuestros hallazgos es que los niños que son elegibles para vacunarse (los que tienen a partir de 12 años) son los más propensos a sufrir una enfermedad más grave", advirtió Antoon. "Pero también es el grupo menos vacunado. Debemos hacer un mejor trabajo al vacunar a los niños elegibles, y entonces también debemos pensar con cuidado en cómo protegemos a los niños con comorbilidades que tienen un riesgo muy alto de sufrir una COVID grave".

Antoon atribuyó el aumento en los casos pediátricos a la vuelta a la escuela.

"Sin duda, cuando los niños se juntan van a transmitir el virus, y sin duda habrá un aumento en la transmisión entre los niños, que se correlacionará con más hospitalizaciones y más enfermedad grave", explicó.

La pregunta de si las vacunas deberían ser obligatorias, sobre todo a medida que las vacunas para los niños más pequeños estén disponibles, es difícil, aseguró Antoon, dado el nivel de movimiento antivacunas en Estados Unidos.

Añadió que las órdenes de obligatoriedad de las vacunas no son nada nuevo en Estados Unidos, y dijo que la vacuna contra la COVID-19 se debería incluir.

"Prevenir la COVID-19 es mucho más efectivo que intentar tratarla, porque los tratamientos que tenemos no son tan efectivos como las vacunas para la prevención o el tratamiento de la enfermedad grave", enfatizó Antoon.

También instó a los padres a asegurarse de que sus hijos reciban la vacuna contra la gripe, y a que tomen medidas de sentido común para evitar enfermarse.

"Incluso los niños sanos pueden acabar en el hospital por la COVID-19", advirtió Antoon. "Para proteger a sus hijos y a los niños que los rodean, vacúnelos, usen máscaras y continúen haciendo las cosas que sabemos que ayudan a prevenir la transmisión de la COVID".

En el estudio, el equipo de Antoon recolectó los datos de casi 20,000 pacientes pediátricos de 45 hospitales pediátricos de EE. UU.

Los investigadores descubrieron que los niños que tenían una mala salud debido a afecciones crónicas (como la obesidad, la diabetes y los problemas neurológicos) eran más propensos a sufrir una COVID-19 grave y a necesitar atención hospitalaria. Esto fue particularmente cierto entre los niños mayores.

El Dr. David Katz es presidente de True Health Initiative en Tulsa, Oklahoma, que fomenta la prevención de la enfermedad mediante los estilos de vida saludables. Revisó los hallazgos del estudio.

"Este trabajo resalta la importancia del estatus de salud crónico respecto a los resultados de la COVID en los niños, algo que ya está bien establecido entre los adultos", aclaró Katz.

Anotó que la obesidad y la diabetes tipo 2, que incrementan los riesgos por la COVID-19, son un creciente problema en los niños, que se intensificó durante la pandemia.

"Estas afecciones son casi del todo prevenibles mediante intervenciones del estilo de vida", aseguró Katz. "Si esto no es un argumento a favor de prestar atención con urgencia a la programación de la promoción de la salud de los niños de EE. UU., es difícil imaginarse qué podría serlo".

Katz apuntó que los datos del estudio anotaron que aunque los niños negros e hispanos eran menos propensos a ser hospitalizados que los niños blancos en Estados Unidos, fue más probable que estuvieran enfermos de gravedad si los hospitalizaban.

"Claramente esto no tienen nada que ver con el color de la piel ni la etnia, y todo que ver con el acceso diferencial y las barreras contra la atención", lamentó. "Los que tienen un menor acceso a la atención llegan más tarde y están más enfermos. Esto es una observación de las interacciones directas entre los determinantes sociales de la salud y la carga de la pandemia entre nuestros niños. Esto, también, es modificable, y esto también amerita una respuesta nacional urgente".

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 15 de septiembre de la revista Journal of Hospital Medicine.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre los niños y la COVID.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: James Antoon, MD, PhD, assistant professor, pediatrics and hospital medicine, Vanderbilt University, Nashville, Tenn.; David Katz, MD, MPH, president, True Health Initiative, Tulsa, Okla.; Journal of Hospital Medicine, Sept. 15, 2021, online

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