¿Podrían los edulcorantes artificiales ser malos para el corazón?

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VIERNES, 9 de septiembre de 2022 (HealthDay News) -- Los edulcorantes artificiales son una forma popular de intentar mantenerse delgado, pero unos investigadores franceses sugieren que también podrían aumentar el riesgo de un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular (ACV).

El hallazgo proviene de un seguimiento de la salud cardiaca de más de 103,000 hombres y mujeres franceses durante casi una década.

"Observamos que un consumo más alto de edulcorantes artificiales se asociaba con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares", señaló la autora del estudio, Mathilde Touvier, directora del equipo de investigación en epidemiología nutricional del Instituto Nacional Francés de Investigación en Salud y Médica y la Universidad Sorbonne Paris Nord, ambos en Francia.

Alrededor de un 80 por ciento de los participantes en la cohorte NutriNet-Santé eran mujeres, con una edad promedio de 42 años. El estudio comenzó en 2009, para investigar los vínculos entre la nutrición y la salud.

Al principio, casi cuatro de cada 10 participantes reportaron que usaban de forma regular edulcorantes artificiales, entre ellos Nutrasweet (aspartamo), Splenda (sucralosa) y Sunett o Sweet One (acesulfamo de potasio). Los añadían a alimentos o bebidas, y también los consumían en productos procesados.

Los que dijeron que usaban estos edulcorantes eran en general más jóvenes, menos activos, más propensos a tener sobrepeso o ser obesos, más propensos a fumar, y más propensos a estar de dieta. También tendían a consumir más carne roja, lácteos, sal, y bebidas sin azúcar. Bebían menos alcohol y comían menos frutas y verduras, menos carbohidratos y grasas, y menos calorías en general, mostraron los expedientes dietéticos.

Entonces, la salud cardiaca de los participantes se rastreó y se comparó durante un promedio de nueve años.

En ese periodo, ocurrieron 1,500 problemas cardiacos, entre ellos ataques cardiacos, ACV, opresión o dolor intensos en el pecho (angina), o la necesidad de cirugía para ensanchar arterias bloqueadas (angioplastia).

Tras comparar el consumo de los edulcorantes artificiales con los problemas cardiacos, los investigadores concluyeron que lo primero se asociaba con el riesgo de lo segundo.

El Consejo de Control de Calorías (Calorie Control Council), que representa a la industria de los edulcorantes artificiales, no respondió a una solicitud de comentario.

Touvier y su equipo enfatizaron que su trabajo no prueba de forma definitiva que los edulcorantes empeoren directamente a la salud cardiaca, sino solo que hay un vínculo entre ambas cosas.

Y esto debería hacer que las personas no se apresuren a sacar conclusiones firmes, planteó Connie Diekman, asesora de alimentos y nutrición de St. Louis, y expresidenta de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).

"El problema de la mayoría de los estudios, y esto aquí es cierto, es que todavía no ha provisto un resultado de causa y efecto", apuntó Diekman. "Cuando observamos los edulcorantes no nutritivos, es difícil diferenciar cuál es el tamaño como factor de la salud general de los sujetos en los resultados de enfermedad".

Por ejemplo, apuntó a la descripción de los hábitos de dieta y salud de los propios participantes.

"Los autores afirman que los que consumían más edulcorantes no nutritivos tenía un IMC [una medida de la grasa corporal que se basa en la estatura y el peso] más alto, que fumaban más, que hacían menos actividad física, y que comían más sodio y carnes rojas, y menos frutas y verduras", anotó Diekman.

También enfatizó la importancia de tomar en cuenta el factor "compensación", en que alguien que usa un edulcorante sin calorías para un té helado, por ejemplo, quizá luego racionalice permitirse un bol de helado. Diekman dijo que, por este motivo, "hay que evaluar toda la dieta".

Aunque los autores apuntaron que tomaron estos factores en cuenta cuando determinaron el riesgo, Diekman expresó dudas.

"¿Podemos de verdad determinar cómo una sola variable afectó a la salud del cuerpo?", se preguntó. "La respuesta es que no".

Aun así, si los edulcorantes artificiales plantean problemas para el corazón, ¿cuál podría ser el motivo?

La autora principal, Charlotte Debras, candidata doctoral del Instituto Nacional Francés de Investigación en Salud y Médica y la Universidad Sorbonne Paris Nord, sugirió varias posibilidades.

Una, dijo, es la promoción del síndrome metabólico, que incluye a una variedad de afecciones que aumentan el riesgo de ataque cardiaco y ACV. Entre estas afecciones se encuentran la hipertensión, el azúcar alto en la sangre, la grasa excesiva en la cintura y el colesterol alto.

"Otra vía potencial podría implicar a la interacción entre los edulcorantes artificiales y los receptores intestinales del sabor dulce", que pueden afectar tanto a los niveles de insulina como a la absorción del azúcar, aclaró Debras.

Los edulcorantes artificiales también podrían alterar la composición de los microbios que se encuentran en los intestinos, aumentar la inflamación sistémica y desencadenar una disfunción vascular, añadió.

"Pero estas son hipótesis, que notablemente provienen de estudios experimentales, que se deben confirmar", dijo Debras.

Por otra parte, Diekman comentó que los hallazgos franceses no cambian sus recomendaciones sobre la dieta.

"Enfóquese en un plan de alimentación general saludable", aconsejó. "Más alimentos de origen vegetal, alimentos de origen animal más magros y bajos en grasa, y si disfruta de algo dulce, piense en las porciones, la frecuencia de consumo, e intente variar los tipos de edulcorantes que utiliza. Ningún alimento o ingrediente individual es el 'culpable'. Se trata de cómo se incorpora todo en su plan diario de alimentación".

El informe se publicó en la edición en línea del 7 de septiembre de la revista BMJ.

Más información

La Clínica Cleveland ofrece más información sobre los edulcorantes artificiales.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Mathilde Touvier, PhD, director, nutritional epidemiology research team, French National Institute for Health and Medical Research and Sorbonne Paris Nord University, France; Charlotte Debras, doctoral candidate, nutritional epidemiology research team, French National Institute for Health and Medical Research and Sorbonne Paris Nord University, France; Connie Diekman, MEd, RD, food and nutrition consultant, St. Louis, and former president, Academy of Nutrition and Dietetics; The BMJ, Sept. 7, 2022, online

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