Abogan por mejores investigaciones para estudiar la medicina herbaria (Primera de dos partes)

Poca información acerca de la eficacia, seguridad y calidad

Jueves, 19 de diciembre (HealthDayNews) En una amplia crítica a las medicinas herbarias, científicos holandeses reportaron que una falta de regulación y de rigorosa investigación científica perjudica la seguridad y la eficacia de remedios alternativos que están tomando auge en los botiquines de la nación americana.

En vista de la popularidad de remedios herbarios como la hierba de San Juan, ginkgo y saw palmetto, los doctores deben tomar un rol más activo en aconsejar a los pacientes acerca de sustancias no reguladas, indicó el farmacéutico Pete A.G.M DeSmet de los Farmacéuticos Holandeses del Instituto Científico en The Hague.

"Es imperativo preguntar a los pacientes si están tomando productos herbarios, particularmente cuando se presentan con un problema de salud inexplicable. Los clínicos deben estar informados acerca de los efectos potenciales de preparaciones herbarias y deben poder discutir sobre este tema en una forma objetiva", escribió DeSmet en la edición de hoy de "The New England Journal of Medicine".

Su artículo estaba acompañado por dos ensayos en la revista que recomendaba mayor investigación y regulación del creciente mercado de medicina herbaria. Aproximadamente diez por ciento de los estadounidenses la toman hoy día, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés). "La venta de medicinas herbarias se debe utilizar basados en evidencia razonable de que hacen algo y que son seguras, pero la información que tienen las personas hoy día para guiarlos va de lo engañoso a lo equivocado", dijo el doctor Donald Marcus, un inmunólogo del Colegio de Medicina Baylor en Tejas y autor de uno de los ensayos.

Otros problemas serios, comentó, son que muchos productos herbarios contienen drogas recetadas o de venta libre no reveladas que son potencialmente peligrosas, y que las etiquetas en medicinas herbarias ofrecen poca información acerca de posibles efectos adversos.

"El asunto de la adulteración es uno muy real", indicó, citando como ejemplo un informe del Departamento de Salud de California de 1998 que encontró que 32 por ciento de patentes de medicinas asiáticas vendidas en el estado contenían drogas no declaradas como efedrina, plomo, mercurio y arsénico.

"Además, el etiquetado preciso que incluyen advertencias reales deben estar en productos herbarios", dijo.

Ginkgo es un popular producto herbario que se supone que mejora la memoria. Sin embargo, argumentó, la hierba puede afectar las plaquetas sanguíneas y puede ser dañino para personas que están tomando anticoagulantes sanguíneos para hacer la sangre más líquida. Aún así, la única recomendación en la etiqueta de las botellas de píldoras de ginkgo es que las personas visiten al médico.

Aunque las drogas recetadas debe pasar por rigurosas pruebas antes de ser aprobadas para la venta por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), los productos herbarios sólo deben ajustarse a la mucho menos onerosa la Ley de Educación de Salud y Suplementos Dietéticos de 1994, que define las hierbas como suplementos dietéticos. De tal forma, aunque se sostiene que los manufactureros herbarios son responsables de la veracidad de los reclamos que hacen de su producto, la ley no requiere evidencia que apoye dichos reclamos.

Durante los pasados cinco años, la FDA ha estado trabajando con la industria herbaria para establecer una guía compulsoria de fabricación para productos herbarios más estricta, reportaron los autores, pero la guía no se ha completado todavía.

Marcus, en su ensayo, inculpa a la industria botánica por la demora, alegando que dicha industria ha "bloqueado consistentemente tal propuesta". Una portavoz de la industria niega los cargos.

"Esto no es cierto", indicó John Hathcock, vicepresidente de nutrición y ciencia reguladora para el Concilio para la Nutrición Responsable, declarando que está en los intereses de fabricantes de medicina herbaria reconocer estándares de calidad.

"La industria ha solicitado regulaciones durante los pasados cinco años, especialmente en el área de prácticas de buena manufacturación", indicó y favorece el estudio de los países bajos por estar "bastante bien balanceado y las revisiones de los estudios están bastante encaminadas".

En el estudio de los Países Bajos, DeSmet discute los problemas de medir la calidad y la eficacia de medicinas herbarias así como asegurar su seguridad en el mercado no regulado. Revisa varias docenas de estudios de cuatro hierbas populares: ginkgo biloba, utilizada para tratar demencia; espino, recomendada en caso de insuficiencia cardiaca; saw palmetto, utilizada para tratar la inflamación de la próstata; y la hierba de San Juan, recomendada para la depresión.

Informa que un número de los estudios reportaron mejoras científicamente significativas en los síntomas de estas enfermedades, pero critica la metodología de muchos de los estudios por tener muy pocos participantes, por durar muy poco tiempo, y no poder utilizar anotaciones de síntomas estandarizados para clasificar los resultados, o reportar sólo resultados positivos.

Al discutir los datos utilizados para apoyar el uso de la hierba de San Juan para tratar la presión leve o moderada, por ejemplo, DeSmet señala una revisión que citaba los índices de respuesta de la hierba de San Juan eran de 23 a 55 por ciento más altos que los índices de respuesta a un placebo. Sin embargo, escribieron los autores, la revisión identificó sólo uno de los estudios controlados, realizados al azar, utilizados como base para la conclusión como que no tenía fallas metodológicas, e "incluso ese estudio ha levantado alguna preguntas".

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