Tomar complementos de ácido fólico no reduce el riesgo de ataque cardiaco

Dos estudios sugieren que el folato y las vitaminas B no son tan buenos para el corazón como se pensaba

DOMINGO 12 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- Dos nuevos estudios cuestionan la creencia convencional de que los complementos de ácido fólico y de vitamina B reducen el riesgo cardiovascular.

La lógica tras el consumo de estos complementos ha sido que reducen los niveles en la sangre de una proteína conocida como homocisteína, asociada durante mucho tiempo con el ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular. Pero la nueva investigación sugiere que reducir la homocisteína de esta manera no tiene ningún efecto sobre la prevención de ataques cardiacos, e incluso podría provocar un leve aumento en el riesgo de sufrir uno.

Ambos informes aparecerán en la edición del 16 de marzo del New England Journal of Medicine, pero fueron publicados anticipadamente para que coincidiera con su presentación el domingo en la reunión del American College of Cardiology en Atlanta.

"Las terapias combinadas de vitaminas, algo que sí reduce la homocisteína, no tuvo ningún efecto sobre los eventos cardiovasculares, aunque produjera una reducción de la homocisteína", afirmó el Dr. Joseph Loscalzo, jefe del departamento de medicina en el Hospital Brigham & Women de Boston, y autor de un editorial acompañante en la publicación.

Sin embargo, hubo un rayo de esperanza para las personas que toman estos complementos: Uno de los estudios sí notó una reducción "marginalmente significativa" en el riesgo de accidente cardiovascular tras el consumo de los complementos.

En el primer estudio, denominado ensayo noruego sobre vitaminas (NORVIT, por sus siglas en inglés), investigadores noruegos asignaron de forma aleatoria a 3,749 hombres y mujeres que habían sufrido ataques cardiacos para que recibieran ácido fólico, vitaminas B6 y B12, o un placebo.

Durante los tres años del ensayo, los investigadores hallaron que si bien los niveles de homocisteína descendían un promedio de 27 por ciento entre las personas que tomaban ácido fólico y vitamina B12, este declive en la proteína sanguínea no tenía un efecto significativo sobre si las personas padecían otro ataque o fallecían a causa de uno.

De hecho, las personas que tomaban estos tres complementos experimentaban en realidad un ligero incremento en el riesgo de sufrir otro ataque cardiaco, hallaron los investigadores.

"Los médicos no deberían recomendar a los pacientes con enfermedad cardiovascular que tomen vitaminas B a fin de prevenir la enfermedad cardiaca o los accidentes cerebrovasculares", dijo el autor principal, el Dr. Kaare Harald Bønaa, profesor de medicina y asesor en cardiología del Instituto de Medicina Comunitaria de la Universidad de Tromsø. "Las vitaminas B no previenen la enfermedad cardiaca", agregó.

En el segundo estudio, denominado estudio de Evaluación de prevención de resultados del corazón (Heart Outcomes Prevention Evaluation, HOPE) 2, los investigadores administraron a más de 5,500 pacientes con diabetes o enfermedad vascular ácido fólico, vitaminas B12 y B6, o un placebo.

Durante los cinco años del estudio, los niveles de homocisteína descendieron significativamente entre los que recibieron los suplementos, pero, al igual que en el ensayo NORVIT, esta reducción no resultó en una disminución significativa del riesgo de muerte a causa de enfermedad cardiaca o ataques cardiacos.

Sin embargo, sí pareció haber una leve reducción de accidente cerebrovascular entre las personas que tomaron complementos, informaron los investigadores.

No obstante, en términos generales los investigadores concluyeron que "la administración diaria combinada de 2.5 mg [miligramos] de ácido fólico, 50 mg de vitamina B6 y 1 mg de vitamina B12 durante cinco años no produjo efectos beneficiosos sobre los principales eventos vasculares en una población de alto riesgo con enfermedad vascular".

Agregaron que "nuestros resultados no respaldan el uso de complementos de ácido fólico y de vitamina B como tratamiento preventivo".

Sin embargo, Anne Dickinson, asesora y ex presidenta del Council for Responsible Nutrition, que representa la industria de complementos, dijo que los hallazgos podrían no ser aplicables a estadounidenses relativamente sanos que recurran a estas vitaminas para prevenir la enfermedad cardiaca.

Anotó que las poblaciones de ambos estudios estaban compuestas por individuos enfermos con historial de ataque cardiaco, enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas.

"Estos estudios no evaluaron si las vitaminas B usadas por personas sanas pueden ayudarles a mantenerse saludables", señaló Dickinson en una declaración preparada. "En vez de eso, analizaron si las vitaminas B pueden tratar o revertir la enfermedad cardiaca en personas que ya la padecen. No se debe esperar que las vitaminas funcionen como los medicamentos, ya que su mayor propósito es la prevención".

Pero Alice H. Lichtenstein, directora del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular en el Centro de Investigación sobre Nutrición Humana del USDA de la Universidad de Tufts, en Boston, contradice ese argumento. Anotó que incluso los estadounidenses aparentemente "sanos" desarrollan cierto nivel de aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) a medida que envejecen, así que los hallazgos podrían ser aplicables de igual manera al consumidor promedio.

Más información

Para más información sobre la homocisteína y la enfermedad cardiaca, visite la American Heart Association.

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