Los ensayos clínicos podrían ayudar a frenar el Alzheimer. ¿Pero quién se apunta?

Alzheimer's disease on MRI film
Alzheimer's disease on MRI filmAdobe Stock
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Key Takeways

New drugs to battle dementia are sorely needed, but only 12% of middle-aged adults said they would very likely join trials testing those treatments

Meanwhile, 56% said no to the idea, either because of fears over potential harm or the belief that they were not likely to get dementia

If trial leaders could communicate the safety of their research more effectively while easing the burdens of participating in studies, more adults might sign up

VIERNES, 4 de noviembre de 2022 (HealthDay News) -- Unos nuevos medicamentos que pudieran ralentizar o prevenir el inicio de la demencia serían grandes avances, pero una nueva encuesta sugiere que muchos adultos de mediana edad podrían mostrarse renuentes a participar en estudios que evalúen fármacos de este tipo.

Solo alrededor de un 12 por ciento de las más o menos 1,000 personas de 50 a 64 años que fueron encuestadas dijeron que era probable que se prestaran a evaluar un nuevo medicamento para la demencia, según la Encuesta nacional sobre un envejecimiento saludable del Instituto de Políticas e Innovación en la Atención de la Salud de la Universidad de Michigan (U-M).

Un 32 por ciento adicional dijo que había algunas probabilidades de que lo hicieran, encontró la encuesta.

"Nuestro análisis muestra que el 56 por ciento de los participante que dicen que no es probable que participen en un ensayo de un medicamento para la prevención de la demencia citan sobre todo preocupaciones respecto a ser un 'cobayo' o el daño potencial, pero casi uno de cada cuatro dijeron que se debe a que no piensan que la demencia vaya a afectarlos", señaló la primera autora del estudio, Chelsea Cox, estudiante doctoral de salud pública de la U-M.

"Pero, como han mostrado otras investigaciones, un tercio de las personas de a partir de 65 años tienen demencia o un deterioro cognitivo leve, y la tasa aumenta de forma constante con la edad", añadió Cox en un comunicado de prensa de la universidad.

Los encuestados que tenían antecedentes familiares de enfermedad de Alzheimer o demencia, o que creían que tenían un riesgo, fueron más de dos veces más propensos a afirmar que participarían en la evaluación de un nuevo fármaco. Los que habían hablado con un médico sobre la prevención de la demencia también fueron más propensos a responder de esta forma, pero esto incluyó a apenas un 5 por ciento de los encuestados.

Un tercio de los participante tenían antecedentes familiares de demencia, mientras que alrededor de un 18 por ciento habían atendido a alguien con demencia, mostraron los hallazgos.

La mitad de los participantes afirmaron que pensaban que tenían ciertas probabilidades de desarrollar demencia. Alrededor de un 66 por ciento reportaron que su memoria era un poco o mucho peor que cuando eran más jóvenes.

Aunque la encuesta aclaraba que participar en un ensayo no costaría nada al participante, a más o menos un 15 por ciento les preocupaba cuánto tiempo conllevaría.

Los investigadores indicaron que los ensayos de medicamentos para la prevención de la demencia con frecuencia no logran reclutar a un grupo de participantes que sean nacionalmente representativos. Esto podría resultar en hallazgos que no representen de forma precisa el rendimiento del medicamento en los distintos grupos raciales y étnicos.

"La enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia afectan a millones de estadounidenses mayores y sus familias, y cuestan cientos de miles de millones de dólares en atención, así que encontrar nuevas opciones para prevenir y ralentizar el deterioro cognitivo es una meta nacional crítica", enfatizó Scott Roberts, director asociado de la Encuesta nacional sobre un envejecimiento saludable y líder del Centro de Alcance, Reclutamiento e Implicación del Centro de Enfermedad de Alzheimer de Michigan.

Cox y Roberts dijeron que esperan que los resultados de la encuesta sean usados por los que diseñan ensayos clínicos para orientar los materiales de reclutamiento y de consentimiento informado.

Quizá sea beneficioso animar a los profesionales clínicos a hablar con los pacientes sobre cómo reducir el riesgo de demencia y la participación en los estudios, añadieron. La comunicación sobre la seguridad de los ensayos, y minimizar la carga implicada para los participantes, también podría ser clave.

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of Prevention of Alzheimer’s Disease.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la enfermedad de Alzheimer.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Michigan Medicine – University of Michigan, news release, Nov. 2, 2022

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What This Means For You

While there is a compelling need for new drugs to fight dementia, a new poll finds most middle-aged adults won't participate in trials of experimental medications.

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