Un grupo de trabajo aconseja que todos los adultos de EE. UU. menores de 65 años reciban pruebas de ansiedad

Unhappy depressed man visiting a psychologist depression, anxiety
Unhappy depressed man visiting a psychologist depression, anxietyAdobe Stock

MARTES, 20 de septiembre de 2022 (HealthDay News) -- En lo que equivale a un reconocimiento público de que los trastornos de ansiedad se han multiplicado durante la pandemia, un influyente panel de expertos recomienda por primera vez que todos los adultos estadounidenses menores de 65 años reciben las pruebas de detección de la afección.

"La COVID ha supuesto una tremenda carga para la salud mental de los estadounidenses", declaró al Washington Post la miembro del panel Lori Pbert, psicóloga clínica y profesora de la Facultad de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts. "Este es un tema que se prioriza debido a su importancia de salud pública, pero sin duda ha habido un aumento en el enfoque en la salud mental en este país en los últimos años".

La misma entidad, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU., publicó una recomendación similar sobre las personas de 8 a 18 años en abril.

El grupo de trabajo no llegó a recomendar las pruebas para los adultos de a partir de 65 años, pero esto se debe a que los síntomas de ansiedad y los síntomas del envejecimiento con frecuencia se solapan, así que estaba menos claro si a estas edades el tratamiento para la ansiedad era necesario.

Aunque la recomendación sale en un momento en que hay una gran necesidad (la ansiedad y la depresión aumentaron en un 25 por ciento durante el primer año de la pandemia, según la Organización Mundial de la Salud [OMS]), también sería difícil satisfacer las necesidades de todas las personas diagnosticadas con ansiedad.

Los expertos enfatizaron su preocupación sobre aumentar las pruebas de detección sin también asignar más fondos para ofrecer servicios a los que necesiten atención.

"Las pruebas de detección son magníficas, pero con una grave escasez en la fuerza laboral, es desconcertante a menos que haya planes para aumentar la financiación de los profesionales clínicos", aclaró al Post Eugene Beresin, un psiquiatra del Hospital General de Massachusetts, en Boston, y director ejecutivo del Centro Clay para Mentes Jóvenes y Sanas.

Incluso el proceso de administración de pruebas en sí podría ser un desafío: los médicos de atención primaria ya deben garantizar que las pruebas de detección para los cánceres de cuello uterino, colon y mama estén al día, además de estar atentos a la inseguridad alimentaria, la violencia doméstica, el uso de alcohol y tabaco, y los problemas de salud crónica.

El mismo grupo de trabajo anotó que menos de "la mitad de los individuos que experimenten una enfermedad mental recibirán atención de la salud mental".

A pesar de los aumentos de los diagnósticos de ansiedad y depresión en todo el mundo en 2021, "la situación había mejorado hasta cierto punto, pero hoy en día demasiadas personas siguen sin poder recibir la atención y el respaldo que necesitan para las afecciones de salud mental tanto preexistentes como de nuevo desarrollo", lamentó la OMS a principios de año.

La ansiedad se puede expresar de distintas formas, entre ellas el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social y el trastorno de pánico. Cada año, afecta a 40 millones de adultos de EE. UU., según la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (Anxiety and Depression Association of America).

Los síntomas pueden incluir sentimientos de preocupación y temor, además de síntomas físicos como un corazón acelerado y sudoración de las palmas de las manos.

Tampoco se trata lo suficiente, con una edad mediana de 23 años para el inicio del tratamiento, según un estudio citado por el grupo de trabajo.

Entre los tratamientos se incluye la psicoterapia, por ejemplo la terapia cognitivo conductual, los medicamentos y las técnicas de relajación, el mindfulness y la desensibilización.

"Tras 2020, es raro que un paciente no esté ansioso", comentó al Post Mahmooda Qureshi, médica de medicina interna del Hospital General de Massachussets.

El grupo de trabajo ya había recomendado pruebas de detección de la depresión. Dijo que los profesionales clínicos deben usar su juicio para las pruebas de detección de la ansiedad en los pacientes mayores.

El grupo no llegó a recomendar las pruebas de detección del riesgo de suicidio, y señaló que "no hay suficientes evidencias sobre si evaluar a las personas sin señales ni síntomas al final ayuda a prevenir el suicidio".

El panel también citó "el racismo y las políticas estructurales" que afectan de forma desproporcionada a las personas de color. El diagnóstico erróneo de las afecciones de la salud mental son más comunes en los pacientes negros e hispanos, anotó, mientras que es menos probable que los pacientes negros reciban servicios de salud mental.

"Nuestra esperanza es que este conjunto de recomendaciones pueda concienciar sobre la necesidad de crear un mayor acceso a la atención de la salud mental en todo el país", enfatizó Pbert, además de resaltar "las brechas en las evidencias, de forma que los proveedores de fondos puedan respaldar una investigación que se necesita críticamente en estas áreas".

El grupo de trabajo es un panel de expertos independientes nombrados por la Agencia de Investigación y Calidad de la Atención de la Salud. El público puede comentar sobre la recomendación propuesta hasta el 17 de octubre, antes de una aprobación final.

Más información

El Instituto Nacional de la Salud Mental de EE. UU. ofrece más información sobre los trastornos de ansiedad.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Washington Post

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