La enfermedad cardiaca sigue siendo la principal causa de muerte, pero la COVID tendrá un gran impacto

diagram showing a heart muscle
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MIÉRCOLES, 27 de enero de 2021 (HealthDay News) -- Es probable que la enfermedad cardiaca siga siendo la principal causa de muerte del mundo en los próximos años, en parte debido a la pandemia de la COVID-19, predice un informe de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA).

Las muertes por la enfermedad cardiaca en todo el mundo aumentaron en un 17.1 por ciento en la última década, y casi 18.6 millones de personas fallecieron de una enfermedad cardiaca en 2019. En 2019, hubo más de 523.3 millones de casos de enfermedad cardiaca, un aumento del 26.6 por ciento respecto a 2010.

Esas son las conclusiones clave de las Estadísticas sobre la Enfermedad Cardiaca y el Accidente Cerebrovascular-Actualización de 2021 de la AHA, que se publicaron el 27 de enero en la revista Circulation.

También predijo que la pandemia de COVID-19 conducirá a unas tasas más altas de enfermedad cardiaca y muertes relacionadas en los próximos años.

"La COVID-19 se ha cobrado un inmenso precio en vidas humanas en todo el mundo, y está en camino de convertirse en una de las tres a cinco causas principales de muerte en 2020. Pero su influencia tendrá un impacto directo e indirecto en las tasas de prevalencia de, y muertes por, la enfermedad cardiovascular durante años", aseguró el Dr. Salim Virani, presidente del comité que redactó el informe.

Virani es profesor asociado de cardiología e investigación cardiovascular del Colegio de Medicina Baylor, en Houston.

"La investigación muestra que el coronavirus, que es único, puede provocar daños en el corazón", comentó Virani en un comunicado de prensa de la AHA. "Algo importante es que sabemos que las personas han retrasado la obtención de atención para los ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, lo que puede conllevar unos peores resultados".

Pero unos malos hábitos de estilo de vida se han vuelto comunes durante la pandemia, y tendrán un impacto incluso mayor en la salud del corazón, advirtió.

"Unos hábitos malsanos de alimentación, un mayor consumo de alcohol, la falta de actividad física y la carga mental del aislamiento de la cuarentena, e incluso el miedo a contraer el virus, pueden tener un efecto adverso en el riesgo de salud cardiovascular de una persona", dijo Virani. "Debemos observar y resolver estas tendencias, ya que es probable que las ramificaciones totales se sientan durante años".

El informe también abordó el impacto de las complicaciones del embarazo, que pueden aumentar el riesgo cardiaco tanto de las madres como de los bebés.

Unas complicaciones como los trastornos de la hipertensión, la diabetes gestacional, los partos prematuros y el bajo peso al nacer ocurren en entre un 10 y un 20 por ciento de los embarazos de EE. UU. La enfermedad cardiaca es la causa de muerte materna más común del país (un 26.5 por ciento).

"Debemos resolver este problema para salvar las vidas de las madres y mejorar la salud de sus hijos al nacer, pero también a lo largo de su vida", enfatizó Virani.

"Los hijos de las mujeres que sufren complicaciones relacionadas con el embarazo pueden tener efectos a largo plazo", añadió. "Pero también podemos ayudar a influir en la salud de las generaciones futuras, porque a medida que ayudamos a las mujeres a aprender a reducir su riesgo cardiovascular, es probable que adopten unos estilos de vida más saludables. Ellas, a su vez, pueden influir en las conductas de salud de sus familias".

Más información

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. ofrece una guía para un corazón sano.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: American Heart Association, news release, Jan. 27, 2021

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