El plasma de sobreviviente a la COVID podría prevenir que la enfermedad se agrave en los pacientes mayores, según un estudio

icu intensive care covid coronavirus pulse
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JUEVES, 7 de enero de 2021 (HealthDay News) -- El plasma de la sangre de las personas que se están recuperando de la COVID-19 podría ayudar a prevenir una enfermedad grave en los pacientes mayores recién infectados con el virus, encuentra un nuevo estudio argentino de tamaño reducido.

Los hallazgos ofrecen nuevas esperanzas a la idea de que el llamado "plasma de convaleciente" pudiera tener un rol en el tratamiento de la COVID-19. Los estudios anteriores han sido decepcionantes, al mostrar que el tratamiento tuvo poco efecto en las personas con casos graves y avanzados de COVID-19.

Pero el nuevo ensayo con 160 pacientes se realizó en personas infectadas con el nuevo coronavirus que todavía no estaban suficientemente enfermas como para requerir atención en el hospital. Los pacientes tenían una edad promedio de 77 años.

En el ensayo, 80 pacientes recibieron plasma y 80 un tratamiento placebo. Según los autores del estudio, "13 de 80 pacientes (un 16 por ciento) de los que recibieron plasma de convaleciente desarrollaron una enfermedad respiratoria grave, al igual que 25 de 80 pacientes (un 31 por ciento) de los que recibieron el placebo". En otras palabras, el tratamiento redujo a la mitad las probabilidades de que un paciente requiriera oxígeno suplementario para ayudarlo a respirar, apuntaron los autores.

Pero hubo dos factores críticos para que el plasma de convaleciente fuera efectivo para controlar la enfermedad: debía administrarse en un plazo de 72 horas tras el inicio de los síntomas, y el plasma debía tener una concentración alta de anticuerpos contra la enfermedad.

En el estudio, alrededor de un 28 por ciento de los voluntarios que se habían recuperado de la COVID-19 y que donaron su plasma habían alcanzado los altos niveles de anticuerpos en su plasma que eran necesarios para producir un beneficio médico, según el equipo.

"Las evidencias de que la administración temprana de tratamiento con plasma de convaleciente puede mejorar los resultados de los pacientes con COVID-19 es importante", aseguró el investigador principal, el Dr. Fernando Polack, de la Fundación INFANT, en Buenos Aires.

"Faltan terapias para evitar que los casos leves progresen a una enfermedad grave, y no hay una vía clara para evitar que estos pacientes tengan que ir a los hospitales, donde la capacidad sigue al límite", apuntó Polack en un comunicado de prensa de la fundación. "Nuestros resultados proveen un mapa para una intervención temprana en los individuos con un riesgo más alto, lo que nos permite prever un mejor pronóstico para los pacientes, al mismo tiempo que se reduce la necesidad de oxígeno de soporte y hospitalización".

Una experta de EE. UU. enfatizó que el tratamiento sigue sin ser un remedio para la mayoría de los pacientes con COVID-19, incluso los que están enfermos de gravedad.

Los hallazgos del estudio "cambian la situación de un subconjunto muy pequeño de pacientes", aseguró la Dra. Mangala Narasimhan, directora de servicios de atención crítica de Northwell Health en New Hyde Park, Nueva York.

Los pacientes deben poder tener acceso al plasma de convaleciente en un plazo de tres días tras sus síntomas iniciales, y ese plasma debe tener un conteo alto de anticuerpos. Además, dijo, "no conocemos los efectos a largo plazo de esta terapia, ni si es duradera".

Narasimhan anotó que hay disponibles otras opciones de tratamiento, en específico las terapias de anticuerpos monoclonales, como la que recibió el Presidente Donald Trump. Esos tratamientos "podrían ser una terapia más beneficiosa en general", aseguró, así que "habrá que realizar estudios de comparación directa para evaluar cuál terapia ofrece el mayor beneficio".

Aun así, el equipo de Polack notó que las técnicas de "inmunización pasiva", como el plasma de convaleciente, se han utilizado durante más de un siglo, más recientemente durante los brotes de ébola, SROM (síndrome respiratorio de Oriente Medio) y SRAS (síndrome respiratorio agudo y severo).

"Unas formas efectivas que puedan estar rápidamente disponibles para prevenir la hospitalización de los pacientes con COVID-19 son esenciales para salvar vidas, porque las nuevas vacunas tardarán cierto tiempo en llegar a todo el que las necesita", comentó en un comunicado de prensa del Dr. Keith Klugman, director del programa de neumonía de la Bill and Melinda Gates Foundation, que financió en parte al estudio.

"Además de indicar la eficacia de una herramienta que podría ser implementable y asequible en los países con unos ingresos más bajos, el estudio provee información clave sobre la respuesta inmunitaria a la COVID-19, que podría ayudar en el desarrollo de otras intervenciones médicas", anotó Klugman.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 6 de enero de la revista New England Journal of Medicine.

Más información

Para más información sobre la COVID-19, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Mangala Narasimhan, DO, SVP, director of critical care services, Northwell Health, New Hyde Park, N.Y.; Fundación Infant, Buenos Aires, Argentina, news release, Jan. 6, 2021; New England Journal of Medicine, Jan. 6, 2021

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