MARTES, 15 de junio de 2021 (HealthDay News) -- Un nuevo estudio encuentra que muchos perpetradores de tiroteos masivos de EE. UU. sufrían de una enfermedad mental que no estaba recibiendo tratamiento cuando cometieron su crimen.
"Sin perder de vista la perspectiva más general de que la mayoría de las personas que son violentas no tienen una enfermedad mental, y de que la mayoría de las personas con una enfermedad mental no son violentas, nuestro mensaje es que los proveedores de atención de la salud mental, los abogados y el público deben hacerse conscientes de que algunos pacientes no medicados sí plantean un mayor riesgo de violencia", escribieron unos investigadores dirigidos por el Dr. Ira Glick, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
El equipo de Glick estudió 35 tiroteos masivos que ocurrieron en Estados Unidos entre 1982 y 2019, y que implicaron a perpetradores que sobrevivieron y fueron llevados a juicio.
El análisis de varias fuentes de evidencias médicas de los perpetradores de los tiroteos masivos mostró que 28 habían recibido un diagnóstico de enfermedad mental. De ellos, 18 tenían esquizofrenia y 10 tenían otros diagnósticos, que incluían al trastorno bipolar, el trastorno delirante, trastornos de la personalidad y trastornos relacionados con las sustancias.
De los 28 perpetradores con un diagnóstico de una enfermedad mental, ninguno estaba medicado ni recibía otro tratamiento para su trastorno antes de sus crímenes, según el estudio, que se publicó en una edición reciente de la revista Journal of Clinical Psychopharmacology.
Glick y sus colaboradores también examinaron a 20 perpetradores de tiroteos masivos que murieron en la escena del crimen, y encontraron que ocho tuvieron esquizofrenia, siete tuvieron otro diagnóstico de salud mental, y cinco tuvieron diagnósticos desconocidos. Ninguno recibía unos medicamentos adecuados.
Los investigadores apuntaron que, a pesar de la alta frecuencia de los tiroteos masivos en Estados Unidos, casi no ha habido investigación médica sobre la naturaleza y la incidencia de la enfermedad mental entre las personas que cometen esos crímenes.
"Los trastornos psiquiátricos observados en los perpetradores de tiroteos masivos son graves enfermedades del cerebro, que necesitan el mismo nivel de diagnóstico y tratamiento que la enfermedad cardiaca o cualquier otra afección médica", anotaron los autores en un comunicado de prensa de la Stanford.
"Debemos reducir el estigma asociado con estas enfermedades, para permitir a los pacientes recibir medicamentos psiquiátricos y otros tratamientos adecuados", añadieron. "Al hablar de verdad con los pacientes y sus seres queridos, tenemos la oportunidad de salvar vidas".
Más información
Visite la Asociación Americana de Salud Pública (American Public Health Association) para más información sobre la violencia con armas de fuego.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Journal of Clinical Psychopharmacology, news release, June 9, 2021
