Casi la mitad de los adolescentes vuelven a conducir poco después de una conmoción

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MARTES, 15 de diciembre de 2020 (HealthDay News) -- Conducir es una conducta de alto riesgo para los adolescentes en circunstancias ordinarias, pero una nueva investigación muestra que muchos que han experimentado una conmoción cerebral quizá vuelvan a la carretera demasiado rápido.

El Hospital Pediátrico de Filadelfia (CHOP) y la Facultad de Enfermería de la Universidad de Pensilvania (Penn Nursing) encontraron que alrededor de un 47 por ciento de los conductores adolescentes incluidos en el estudio volvieron a conducir en un plazo de dos semanas tras sufrir una conmoción.

Los investigadores estudiaron los datos de 332 conductores de 16 a 19 años que fueron diagnosticados con una conmoción, atendidos entre finales de enero y finales de agosto de 2019 en al programa de atención especializada de las conmociones del CHOP. En promedio, los adolescentes fueron atendidos 12 días tras su lesión. Sus datos se incluyeron en el registro del Programa de Conmociones Minds Matter.

Se preguntó a los pacientes si habían realizado algún cambio en su conducta de conducción, además de si habían vuelto a la escuela, el ejercicio y los deportes.

Alrededor de 3 de cada 5 del 47 por ciento que habían vuelto a conducir reportaron que no habían hecho ningún cambio en su conducta de conducción. Los demás hicieron algunos cambios, por ejemplo limitar el número de desplazamientos o la distancia, o evitar la conducción nocturna.

Alrededor de un 28 por ciento de los adolescentes que habían vuelto a conducir también volvieron a hacer ejercicio. Solo un 11 por ciento había vuelto a jugar en un deporte organizado. Más o menos un 79 por ciento habían vuelto a la escuela.

"Observamos esta intersección entre la conducción y la conmoción, y vemos que los conductores adolescentes vuelven a lo que ya es una conducta con un riesgo muy alto para ellos, y que lo hacen con una lesión que se sabe que provoca deterioro cognitivo", señaló la primera autora, Catherine McDonald, miembro sénior del Centro de Investigación y Prevención de las Lesiones (CIRP) del CHOP, y profesora asociada de enfermería en el Departamento de Salud Familiar y Comunitaria de Penn Nursing.

"Este estudio buscaba proveer información sobre lo que los adolescentes y las familias en realidad están haciendo ante la ausencia de unas directrices clínicas estructuradas", comentó en un comunicado de prensa del hospital.

Cada año, más de 1.9 millones de jóvenes sufren conmociones. Más o menos la mitad de ellos son adolescentes. Las conmociones pueden provocar lo que se conoce como déficits cognitivos, de la vista y neurológicos. En cuanto a la conducción, éstos incluyen un deterioro en la capacidad de evaluar la escena visual, procesar los riesgos ambientales y realizar tareas complejas. Esto puede aumentar el riesgo de accidentes de coche, según el estudio.

Los adolescentes que habían realizado cambios en la conducción tuvieron unas puntuaciones más altas en los síntomas que los que no habían modificado su conducción. Entre los que conducían sin cambios, un profesional clínico los evaluó, y recomendó que tres cuartas partes de los adolescentes hicieran un descanso cognitivo o volvieran a la escuela con adaptaciones.

Los hallazgos plantean preocupaciones sobre la necesidad de directrices basadas en las evidencias para la vuelta segura a la conducción de los adolescentes con conmociones, enfatizaron los investigadores. Los proveedores deben incluir a la conducción como parte de las conversaciones posteriores a las conmociones con las familias, e implementar una vuelta gradual a la conducción.

"Ante la ausencia de recomendaciones estructuradas para la vuelta a la conducción, creemos que los conductores jóvenes quizá estén volviendo a conducir demasiado pronto tras la lesión", comentó la autora sénior, Kristy Arbogast, directora de ingeniería del CIRP y codirectora del Programa de Investigación en Conmociones Minds Matter del CHOP.

"La gestión de las conmociones está evolucionando, y dado que la conducción podría implicar incluso más riesgos que el ejercicio o los deportes, este estudio deja en claro que se necesitan directrices basadas en las evidencias", añadió Arbogast en el comunicado.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 15 de diciembre de la revista Journal of Adolescent Health.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen una ficha técnica sobre las conmociones en los adolescentes para los padres.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Children's Hospital of Philadelphia, news release, Dec. 15, 2020

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