La evolución inclina la balanza en favor de las madres

La columna vertebral de la mujer ha evolucionado para acomodar mejor el embarazo, según plantea un estudio

MIÉRCOLES 12 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- En vista de que la masa abdominal de la mujer aumenta una tercera parte durante el embarazo, es un milagro que un cambio tan significativo en cuanto a gravedad no haga que la madre pierda el equilibrio y se caiga en el último trimestre del embarazo.

Ahora un nuevo estudio describe un sorprendente conjunto de razones anatómicas de por qué funciona el delicado acto del equilibrio.

De acuerdo con los investigadores, la columna vertebral de la mujer ha evolucionado de forma diferente, muy probablemente para acomodar la enorme demanda del embarazo. Sin estas adaptaciones evolutivas, las mujeres probablemente experimentarían más problemas de espalda de los que ya sufren durante el periodo de gestación.

"El centro de masa materno se mueve hacia adelante entre tres y cinco centímetros durante el embarazo, así que ya no se encuentra perfectamente alineado con las caderas y los pies", señaló la autora del estudio Katherine Whitcome, investigadora posdoctoral del departamento de antropología de la Universidad de Harvard, que empezó la investigación como estudiante de postgrado de la Universidad de Texas en Austin.

Whitcome explicó que el cuerpo de las mujeres compensa este cambio de varias maneras. Una es mediante el reclutamiento de más músculos de la espalda. El uso exclusivo de estos músculos, apuntó Whitcome, causaría rápidamente una fatiga muscular y haría que las mujeres fueran más propensas a las lesiones. En lugar de eso, la espalda de la mujer ha evolucionado para permitir que tres vértebras inferiores formen una curvatura más prominente para soportar al feto en desarrollo. En los hombres, sólo dos vértebras forman esta curvatura, conocida como lordosis, explicó.

Las mujeres también tienen una articulación de la cadera más grande que puede expandirse, de acuerdo con el estudio publicado en la edición del 13 de diciembre de Nature.

"Es un nítido conjunto de adaptaciones ingeniosas. Lo observamos en humanos de la edad moderna, pero también es apreciable en una pequeña parte de la anatomía vertebral de los primeros homínidos", explicó Whitcome. "Al parecer forma parte de los desafíos del bipedalismo [caminar en dos pies en lugar de cuatro]". Estos cambios permitían a las mujeres de los tiempos prehistóricos seguir buscando comida, así como escapar con rapidez de los depredadores, apuntó.

En el estudio de Whitcome participaron 19 mujeres embarazadas entre los 20 y 40 años. Los investigadores hallaron que cuando las mujeres estaban de pie, la lordosis de su columna aumentaba de un modo natural, a veces en hasta 60 por ciento. Aún cuando las mujeres alargaban sus caderas sólo un poco, la parte baja de la espalda se ampliaba en hasta 28 grados.

Sin embargo, a pesar de lo que parecen ser las mejores intenciones de la naturaleza, el dolor de espalda es todavía una complicación común durante el embarazo.

"La mayor parte de las mujeres hacen que el embarazo parezca algo sencillo, pero hay muy pocas mujeres que hayan experimentado un embarazo sin algo de dolor de espalda", apuntó Whitcome. Sin embargo, agregó que "sin estas adaptaciones, creo que el dolor de espalda sería mucho peor. Pienso que estas adaptaciones alivian parte de la intensidad del dolor de espalda".

La Dra. Miriam Greene, obstetra del Centro médico de la Universidad de Nueva York, estuvo de acuerdo con que "se experimenta mucho dolor de espalda durante el embarazo", pero apuntó no estar convencida de que esas diferencias entre la columna vertebral de hombres y mujeres explican la mayor parte de la estabilidad que experimentan las mujeres durante el embarazo.

"Creo que la razón de por qué las mujeres embarazadas no se caen es debido a que la placenta produce relaxina, una hormona liberada durante el embarazo que se propaga por la pelvis y hace que ésta se extienda y permite a las mujeres una postura más amplia. Por esa razón es que una mujer camina como un pato cuando está embarazada", dijo.

Greene apuntó que el centro de gravedad de una mujer embarazada empieza a cambiar poco a poco a medida que aumenta de peso, y que la mayoría de ese cambio tiene lugar en el tercer trimestre.

Para evitar las caídas y la distensión de espalda, Greene recomienda usar calzado plano, evitar levantar bolsas pesadas, tener mucho cuidado al levantar objetos y quizás usar una faja para embarazadas. Además, agregó que las clases de ejercicios para embarazadas pueden ayudar a mantener la espalda fortalecida.

Más información

Para saber más sobre la prevención del dolor de espalda en el embarazo, visite el American College of Obstetricians and Gynecologists.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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