Los receptores de béisbol se enfrentan a traumas irreversibles en las manos

Un estudio encuentra que la fuerza de los lanzamientos puede dañar los nervios y los vasos sanguíneos

VIERNES 1 de julio (HealthDay News/HispaniCare) -- En un juego típico de béisbol profesional, un receptor de ligas menores o ligas mayores atrapa alrededor de 150 lanzamientos, muchos de los cuales llegan a su guante a velocidades muy superiores a las 90 mph (unos 145 kph). Y en los lanzamientos de práctica antes del juego, el número total de atrapadas llega a hasta a 300 por día, según los expertos.

Ahora, un nuevo estudio encuentra que a pesar de mejoras recientes en el diseño de los guantes, ese tipo de golpe repetitivo está causando daños irreversible a largo plazo en las manos de muchos receptores, especialmente en sus dedos índices.

"Consideramos que el impacto repetitivo causa cicatrización con el tiempo alrededor de los nervios y arterias digitales, y algunos de los microvasos", afirmó el coautor del estudio, el Dr. Andrew Koman, profesor de cirugía ortopédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest.

Si bien estas lesiones podrían no limitar sus carreras, afectan la función y sensación de la mano a medida que el receptor envejece, apuntó Koman.

En su estudio publicado en la edición de julio del Journal of Bone & Joint Surgery, Koman y sus colegas examinaron las manos de 36 jugadores profesionales de béisbol, actualmente activos en equipos de ligas menores de nivel A en la Liga de Carolina basada en Greensboro, Carolina del Norte. En el estudio participaron nueve receptores, siete jugadores de cuadro interior (infielders), cinco jardineros y 15 lanzadores.

En el pasado, Koman dijo, la verdadera amenaza para los receptores eran "los coágulos en la arteria grande de la palma". Pero este estudio demostró que los nuevos guantes mejor acolchados "parecen proteger bastante bien contra eso", apuntó.

Sin embargo, las señales de trauma de las manos todavía son comunes. En general, 11 de los jugadores (el 36 por ciento) reportaron síntomas en las manos tales como dolor, adormecimiento, debilidad u hormigueo, señalaron los investigadores. Era mucho más probable que los receptores sufrieran síntomas, con 44 por ciento reportando debilidad en la mano en la que usan el guante, en comparación con la mano de lanzar. En contraste, sólo el 7 por ciento de los lanzadores y el 17 por ciento de los jugadores de cuadro interior y los jardineros reportaron debilidad en las manos.

Entonces, el estudio les lanzó una verdadera pelota curva a los investigadores.

"Lo que encontramos fueron cambios en el dedo índice, el cual era más grande [en los receptores], y mostraba síntomas que concordaban con el trauma repetitivo", agregó Koman. El hallazgo llegó como una sorpresa, dijo, ya que los investigadores esperaban que el trauma estuviera concentrado en la palma, no en los dedos.

Muchos de los receptores se quejaron de debilidad, hormigueo o dolor en el dedo índice, especialmente durante los juegos, aunque también se reportaron algunos síntomas "en descanso". Frecuentemente, también se encontró que los dedos índices estaban significativamente agrandados, otra señal de daño crónico a la circulación y los nervios.

"Lo que es interesante, y para lo cual realmente no tenemos respuesta, es que muchos jugadores de béisbol colocan sus dedos índice fuera del guante", anotó Koman. "Hay una correa donde lo colocan, ¿está eso causando el daño?". Nadie está seguro de la razón por la cual los receptores adoptan este estilo 'de índice afuera', dijo. "Podría haber evolucionado para proteger el dedo índice, pero en realidad tal vez lo puso en riesgo", especuló.

Koman resaltó que ninguna de estas lesiones parecían impedir a los jóvenes peloteros en su habilidad para jugar. "Tienen síntomas, pero éstos no limitan sus carreras", dijo. "Este tipo de lesión es más propensa a manifestarse como rigidez y sensibilidad al frío, como artritis en la edad madura".

La mayoría de jugadores profesionales aceptan este tipo de lesión crónica, afirmó, y las ven como el precio que se debe pagar por hacer lo que les gusta. "La relación entre el costo y el beneficio de esto en comparación con lo que hacen con sus vidas es bastante razonable", agregó Koman.

El Dr. Terry Light, profesor de cirugía ortopédica del Sistema de Salud de la Universidad de Loyola en Maywood, Illinois, concurrió. "Cualquier persona que esté haciéndolo profesionalmente le dirá que seguirá jugando prácticamente hasta que se les caiga el dedo", afirmó.

Pero Light también subrayó que la mayoría de atletas profesionales con quienes ha trabajado son inteligentes en cuanto a protegerse a sí mismos.

"Cuidé al equipo de los White Sox aquí en Chicago, específicamente sus lesiones de mano, por casi 20 años", dijo. "Los jugadores profesionales de béisbol son bastante buenos para evitar los tipos de lesiones de la mano que las personas comunes y corrientes podrían sufrir jugando en un almuerzo campestre de su empresa".

Eso no significa que a los receptores no les sería útil un poco de protección adicional.

"Espero que este estudio ayude a darle ímpetu a la revisión de lo que está sucediendo con el dedo índice y a encontrar maneras para que los receptores se protejan, al mismo tiempo que permitirles jugar béisbol", dijo Koman.

Más información

Para más información sobre las lesiones de los dedos relacionadas al béisbol, diríjase a la American Academy of Orthopaedic Surgeons.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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