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La Obamacare ayuda a Virginia Occidental a combatir la crisis de opioides

LUNES, 1 de abril de 2019 (HealthDay News) -- Una nueva investigación sugiere que la ampliación de Medicaid puesta en marcha por la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act, ACA) ha tenido un rol clave en la lucha contra la epidemia de opioides en EE. UU.

Desde que Virginia Occidental amplió su programa de Medicaid bajo la "Obamacare", muchas más personas con adicción a los opioides han obtenido tratamiento, muestra el nuevo estudio.

Los expertos dijeron que los hallazgos, en un estado que está en el epicentro de la epidemia de opioides, apuntan a un beneficio clave de la ampliación de Medicaid.

Virginia Occidental es uno de los 25 estados que eligieron ampliar su programa de Medicaid bajo la Obamacare en 2014. Esos programas ampliados debían pagar el tratamiento para el abuso de sustancias, aunque los estados tenían cierta flexibilidad respecto a qué se cubría exactamente.

El estudio encontró que, entre los habitantes de Virginia Occidental que obtuvieron una nueva elegibilidad para Medicaid, el tratamiento del abuso de opioides aumentó con el tiempo. En 2016, a tres cuartas partes de los pacientes con dependencia de los opioides les habían recetado buprenorfina, en comparación con menos de un tercio a principios de 2014.

La buprenorfina es uno de los tres medicamentos aprobados para tratar la dependencia a los opioides, y los otros dos son la metadona y la naltrexona.

Entonces, es bueno ver un aumento en las recetas de buprenorfina, aseguró el investigador principal, Brendan Saloner, profesor asistente de políticas de salud en la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.

Aun así, describió los hallazgos como "un vaso medio lleno y medio vacío".

"Podemos decir con bastante certeza que la ampliación de Medicaid aumentó la cantidad de personas que entraron en tratamiento", apuntó Saloner.

Pero, añadió, el aumento en las recetas de buprenorfina se distribuyó de forma desigual. Era más probable que ciertos grupos solo recibieran consejería, sin medicamentos.

Esto es a pesar del hecho de que la medicación con terapia se considera el estándar de excelencia del tratamiento de la dependencia a los opioides.

Era más probable que los pacientes hispanos y los menores de 25 años recibieran consejería sin medicamentos, en comparación con los pacientes blancos y de más edad, respectivamente. Lo mismo sucedía con las personas que tenían depresión, ansiedad o problemas de abuso del alcohol.

"No está claro qué evita que tomen medicamentos", dijo Saloner. "¿Se trata de una decisión informada? ¿De la mala información sobre los medicamentos?".

Hay "mucha información mala", anotó, incluyendo el mito de que usar un medicamento no es más que simplemente cambiar una sustancia adictiva por otra.

Los hallazgos, publicados el 1 de abril en la revista Health Affairs, llegan en un momento en que la administración de Trump renueva sus esfuerzos por derogar la ACA.

Y apuntan a una consecuencia potencial si esto sucede, según Lisa Clemans-Cope, investigadora del Centro de Políticas de Salud del Instituto Urbano, en Washington, D.C.

"Es un estudio importante, que documenta un mejor acceso a la atención en un estado que está en el corazón de la epidemia de opioides", aseguró Clemans-Cope, que no participó en el estudio.

"La derogación de la ACA sería devastadora para esas personas", enfatizó.

Cada día en Estados Unidos, un promedio de 130 personas mueren de una sobredosis de opioides, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU. Tan solo en 2017, casi 1.8 millones de estadounidenses eran dependientes de opioides recetados o de heroína.

Virginia Occidental ha sido afectado de forma particularmente dura. La tasa de muertes por sobredosis de opioides de ese estado es de más del triple que el promedio de EE. UU., apuntó el equipo de Saloner. La mayoría sufren sobredosis de heroína o de fentanilo de fabricación ilegal.

Poco antes de la ampliación de Medicaid, un 29 por ciento de los residentes del estado menores de 65 años carecían de seguro de salud. Tras la ampliación, esa cifra se redujo al 9 por ciento en 2015, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Saloner dijo que la ampliación de Medicaid ha hecho un "buen trabajo" al lograr que las personas acudan a tratamiento para la dependencia a los opioides. Pero faltan cosas por hacer.

"Ha habido un debate sobre si la ampliación de Medicaid ha sido útil", apuntó. "Me gustaría que fuéramos más allá, y que comenzáramos a hablar sobre cómo el programa puede suministrar los servicios necesarios de una mejor forma".

Por ejemplo, en Virginia Occidental, el programa decidió inicialmente no pagar la metadona, aunque añadió la cobertura en 2017. Y obligaba a las personas a recibir consejería para obtener recetas de buprenorfina o naltrexona.

Pero, apuntó Saloner, ese requisito puede evitar que algunos pacientes reciban el medicamento necesario, ya sea porque no desean consejería o porque no está fácilmente disponible en su lugar de residencia.

"La consejería puede ser magnífica para algunas personas", aseguró Saloner. "Pero, para otras, el requisito es una barrera".

Según Clemans-Cope, también es importante que las personas tengan acceso a todas las opciones farmacológicas para la dependencia a los opioides, no solo a lo que los programas estatales decidan cubrir.

"Si uno elige su tratamiento, es más probable que persista en el mismo", explicó.

Más información

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU. ofrece más información sobre el tratamiento de la dependencia a los opioides.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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