Vencer una adicción a los opioides puede resultar difícil, pero esto ayuda

opioid crisis
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JUEVES, 26 de septiembre de 2019 (HealthDay News) -- El constante bombardeo de noticias sobre la epidemia de opioides de EE. UU. fomenta unos sentimientos de desesperanza, y con buen motivo. Cada día, más de 130 personas mueren de sobredosis, según las estadísticas del gobierno.

Pero hay buenas noticias entre las desgarradoras historias. Recuperarse de una adicción a los opioides es posible.

Ese es el principal mensaje de un estudio publicado en una edición reciente de la revista Journal of Addiction Medicine, en que un estimado de 1.2 millones de estadounidenses adultos reportaron que se han recuperado de una adicción a los opioides.

Aunque la investigación demostró que se puede vencer a un problema con los opioides, también mostró que es probable que el camino a la recuperación sea largo y difícil. También requerirá más recursos que los que conlleva resolver un problema con el alcohol.

"Pueden pasar hasta cinco años de remisión continua antes de que el riesgo de síntomas se reduzca a los niveles observados en la población general", dijo la autora principal del estudio, Lauren Hoffman, investigadora en el Instituto de Investigación sobre la Adicción del Hospital General de Massachussets y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.

Usando datos de la Encuesta nacional sobre la recuperación de 2017, Hoffman y su equipo analizaron los servicios de tratamiento y recuperación usados por los adultos de EE. UU. que habían resuelto los problemas con los opioides, en comparación con los que habían vencido un problema con el alcohol. Los resultados mostraron unas marcadas diferencias en el camino a la recuperación entre ambos grupos.

En el punto medio de la recuperación (de uno a cinco años), los individuos que habían resuelto un problema con los opioides tenían cuatro veces más probabilidades de haber usado farmacoterapias (medicamentos para prevenir los deseos intensos o las recaídas, como la metadona o la buprenorfina), eran dos veces y media más propensos a haber usado un tratamiento formal para la adicción (por ejemplo, la terapia cognitivo conductual), y eran más o menos dos veces más propensos a usar servicios de respaldo para la recuperación y organizaciones de ayuda mutua, en comparación con los adultos en el punto medio de la recuperación de un problema con el alcohol.

En el punto medio de la recuperación, los adultos que se estaban recuperando del abuso a los opioides también eran más propensos a reportar una autoestima baja que los que estaban luchando contra los problemas con el alcohol. Durante la recuperación temprana, los grupos no exhibían esas diferencias.

El estudio "implica que quizá los que tengan un problema con los opioides puedan necesitar utilizar más servicios o utilizar servicios durante más tiempo para mantener la recuperación y alcanzar duraciones de recuperación más allá de un año", observó Hoffman.

Los hallazgos no sorprendieron a algunos expertos en la adicción.

"Cuando alguien es dependiente de los opioides, es más probable que caiga en una categoría de un problema más grave", señaló Frederick Muench, presidente del Centro de la Adicción.

El estudio, apuntó, refuerza la necesidad de incentivar los respaldos de la recuperación durante periodos largos. Históricamente, esto no es algo que el sistema de tratamiento de EE. UU. haya propugnado, explicó Muench. "El seguro no necesariamente cubre el respaldo continuo", apuntó.

Hace mucho que se ha culpado a los costos prohibitivos y la escasez de los servicios de tratamiento, sobre todo en las áreas rurales, como los principales obstáculos contra la recuperación de la dependencia a los opioides. Pero Muench apuntó a algunas tendencias positivas. Notablemente, incluyen aumentos en los fondos federales destinados al tratamiento farmacológico para la recuperación de las drogas, además del reconocimiento de la comunidad médica de la medicina de la adicción como subespecialidad oficial de la medicina preventiva.

A medida que los legisladores se concientizan más de la necesidad de abordar el uso de opioides de forma adecuada, el estigma que los usuarios de opioides sienten podría reducirse de manera simultánea. Ese sería otro paso en la dirección correcta para la recuperación, consideran los expertos.

"Los individuos con un trastorno de uso de opioides son menos propensos a divulgar el estatus de su recuperación", advirtió Hoffman. A diferencia del uso del alcohol, que en general es más aceptado, considera que el secretismo y el estigma que rodean al uso de los opioides son nocivos, haciendo que innumerables individuos tengan miedo a pedir ayuda. Saber que hay esperanzas para los usuarios de opioides podría alentarlos a buscar ayuda externa, añadió.

Por esos motivos, los profesionales del campo de la adicción aplaudieron a Hoffman y a su equipo por abordar las recuperación como parte de su investigación.

"Nos enfocamos sobre todo en la mortalidad de los usuarios de opioides. Por supuesto, es devastador. Pero debemos prestar atención al hecho de que las personas pueden recuperarse", comentó el Dr. Wilson Compton, subdirector del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU.

La nueva investigación podría haber centrado la atención en la recuperación de la adicción a los opioides. Pero, para Hoffman, genera nuevas preguntas.

"La recuperación no es igual en todo el mundo. Como mínimo, variará según la sustancia", sugirió. "Los que sufren de un problema de opioides quizá necesiten una atención clínica prolongada o un respaldo adicional para mantener la recuperación a largo plazo".

Más información

Para más información sobre cómo luchar contra una adicción a las drogas, visite el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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