La quimioterapia ofrece alguna promesa para el tratamiento de tumores cerebrales

Aún así, los expertos advierten que el tratamiento ofrece una mejoría marginal

MIÉRCOLES 9 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- Una reciente investigación indica que la quimioterapia cumple una función en el tratamiento de ciertos tumores cerebrales, tanto en niños como en adultos.

Un estudio halló que agregar quimioterapia a un tratamiento con radioterapia reducía el riesgo de muerte en un 37 por ciento en adultos recién diagnosticados con gliobastoma, uno de los cánceres malignos cerebrales más comunes. Además, el tratamiento tuvo pocos efectos secundarios.

Otro estudio halló que administrar quimioterapia luego de una cirugía en niños con meduloblastoma tenía un beneficio de supervivencia y también causaba menos daño cerebral que la radioterapia.

La radioterapia, o terapia de radiación, utiliza un haz o rayo invisible para tratar los tumores. Todos los estudios aparecen en la edición del 10 de marzo del New England Journal of Medicine.

"Este no es un tratamiento curativo. Es un avance incremental, pero, básicamente, los pacientes siguen siendo incurables", se lamentó la Dra. Lisa DeAngelis, presidenta de la junta del departamento de neurología del Centro contra el Cáncer Memorial Sloan-Kettering de la ciudad de Nueva York y autora de un editorial acompañante en la publicación. "Pero cualquier cosita es un paso más en la dirección correcta".

Otros piensan que la quimioterapia representa una calle sin salida para el tratamiento de este tipo de tumor.

"Finalmente podemos decir con cierta autoridad que la quimioterapia añadida a la radiación del cerebro es el cuidado estándar para pacientes que tienen estos tumores cerebrales altamente malignos, pero el problema está en los detalles y los detalles no son tan convincentes", aseguró el Dr. Robert Aiken, director de neurooncología médica del Centro Médico Besth Israel y del Centro Hospitalario San Lucas-Roosevelt de la ciudad de Nueva York.

"Las terapias que se están explorando actualmente para los tumores cerebrales que giran alrededor de la quimioterapia sencillamente no son muy prometedoras", agregó Aiken. "Considero que lo que realmente hace falta es iniciar un cambio en los paradigmas. Realmente necesitamos explorar vías más creativas" de opciones de tratamiento.

La mayoría de los adultos a los que se les diagnosticó glioblastoma morirán en un plazo de dos años, aún si se les trata con cirugía y radioterapia. Ningún estudio anterior había mostrado ningún beneficio de agregar quimioterapia a la mezcla.

El reciente estudio comparó la radioterapia luego de la cirugía con la radioterapia y la quimioterapia después de la misma. La quimioterapia se administró tanto al mismo tiempo que la radioterapia y después de esta última. Se dividió un total de 573 pacientes en dos grupos. Luego de un seguimiento medio de 28 meses, la media de supervivencia en el grupo de radioterapia más quimioterapia fue de 14.6 meses, mientras que en el grupo de la radioterapia, fue de 12.1 meses. La tasa de supervivencia por dos años fue del 26.5 por ciento en el grupo combinado y del 10.4 por ciento en el grupo de solo radioterapia.

Hay una cuestión sobre si la prolongación de la vida durante tres meses más es "biológicamente significativa", aseguró Aiken.

Una de las grandes ventajas es que hubo muy pocos efectos secundarios. "Se trata de un medicamento oral muy bien tolerado, por lo que los pacientes no tienen nada que perder y mucho que ganar", aseguró DeAngelis. "No se trata de que haya un gran equilibrio en cuanto a la toxicidad relacionada con el medicamento para obtener este ligero beneficio incremental".

Esta es la primera prueba de gran tamaño que muestra un beneficio al agregar quimioterapia, señaló DeAngelis. Varios médicos han sabido acerca de esta opción de tratamiento y ya han adoptado el régimen.

Sin embargo, no todas las personas se beneficiaron del tratamiento combinado. Otro estudio que aparece en la publicación halló que los pacientes cuyos tumores tenían una característica específica, un promotor de la MGMT, responsable por la mayoría del beneficio observado en el primer estudio. El promotor silencia el gen reparador de la ADN para que no pueda reparar el daño a las células de tumores causado por la quimioterapia.

"Esto no va a traspasarse tan fácilmente al médico de la comunidad local por varias razones", advirtió DeAngelis. "Pero es la primera pista directa que tenemos sobre esta enfermedad en particular acerca de las cosas que pueden afectar los resultados".

El tercer estudio observó niños pequeños con meduloblastoma, el tumor del sistema nervioso central más común en los niños. Este tipo de tumor no sólo tiene un mal pronóstico, sino que, en una población tan joven, impide la función cognitiva de los sobrevivientes.

El estudio fue el más grande realizado entre niños menores de tres años. En total, 43 niños tratados con quimioterapia luego de la cirugía tenían buenos índices de recuperación y su CI promedio fue mayor que el de los pacientes pediátricos que habían sido sometidos a radiación, aunque inferior a los controles saludables.

"Esto básicamente ayuda a establecer que estos niños tenían un muy buen control de sus enfermedades, al menos aquellas que no habían hecho metástasis en el momento del diagnóstico", aseguró DeAngelis.

Para Aiken, sin embargo, la verdadera promesa de tratar tumores cerebrales está en otra parte.

"Podemos haber hecho lo mejor con los medicamentos que tenemos y ahora realmente necesitamos pensar en programas más imaginativos", concluyó.

Más información

Visite el National Cancer Institute para más información sobre los tumores cerebrales.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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