Tratamiento de radiación en la infancia aumenta el riesgo de un segundo cáncer

Un estudio encuentra que la edad y la cantidad de radiación influyen sobre el potencial para un tumor secundario

JUEVES 2 de noviembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Los niños que recibieron radiación para el tratamiento de cáncer antes de 1986 se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar un tumor cerebral, encontró un nuevo estudio. Y el riesgo, aunque pequeño, está influenciado por la edad del niño en el momento del tratamiento y por la cantidad de radiación recibida.

Pero el riesgo general de desarrollar cáncer cerebral sigue siendo pequeño. De 14,361 jovencitos que sobrevivieron el cáncer, sólo 116 desarrollaron un tumor cerebral subsiguiente, afirmaron los investigadores.

"El riesgo es pequeño y parece estar concentrado en las personas que recibieron radiación en el cerebro para el tratamiento de cáncer", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. Joseph Neglia, oncólogo pediatra e investigador de la Facultad de medicina y Centro del cáncer de la Universidad de Minnesota. "Si usted era un niño pequeño que recibió una gran cantidad de radiación, entonces está en mayor riesgo y posiblemente deba someterse a una prueba de IRM".

Lo más importante para los padres es saber que "el tratamiento de la enfermedad primaria sigue siendo lo más importante. Hasta cinco años después del tratamiento, la causa más común de muerte sigue siendo la reincidencia del cáncer primario", apuntó Neglia.

Los hallazgos del estudio fueron publicados en la edición del 1 de noviembre del Journal of the National Cancer Institute.

Los datos del estudio provinieron del Estudio de supervivencia del cáncer infantil (CCSS, por sus siglas en inglés), un estudio retrospectivo de gran tamaño de niños que habían sobrevivido más de cinco años desde que recibieron tratamiento para el cáncer.

Neglia y sus colegas encontraron que 116 individuos del CCSS habían desarrollado un tumor cerebral que no fue causado por su cáncer original. Para evaluar mejor el origen del riesgo, emparejaron cada individuo que tenía cáncer cerebral con cuatro sujetos de control. Los emparejaron en cuanto a la edad, el sexo y el tiempo desde su diagnóstico original de cáncer.

Los investigadores encontraron que el tratamiento de radiación aumentaba el riesgo de desarrollar cierto tipo de tumor cerebral llamado glioma casi siete veces. Y, mientras más radiación recibió el niño, más probabilidades tenía de desarrollar cáncer cerebral.

Además, parece que la edad desempeña un papel. El riesgo de desarrollar un glioma fue más alto en niños que recibieron radiación cuando eran menores de 5 años, según el estudio.

Los investigadores no encontraron un aumento en el riesgo de glioma por la quimioterapia, señaló Neglia.

Los niños que participaron en este estudio recibieron tratamiento para su cáncer antes de 1986. Neglia apuntó que el tratamiento contra el cáncer ha cambiado dramáticamente desde ese entonces, así que es probable que los niños tratados hoy en día se enfrenten a un menor riesgo en el futuro.

"Es menos probable que usemos la radiación y, cuando lo hacemos, tratamos de usar dosis menores", explicó.

Para los que recibieron tratamiento en el pasado, es importante que sepan qué tratamiento recibieron y que obtengan una atención de seguimiento adecuada si se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar un segundo cáncer.

"Este estudio confirma nuestras inquietudes de que el costo de curar el cáncer puede ser sustancial", aseguró el Dr. William Carroll, director del Centro Stephen D. Hassenfeld para el cáncer y los trastornos sanguíneos infantiles del Centro médico de la Universidad de Nueva York, en esa ciudad.

Pero añadió que "la incidencia de una segunda malignidad es aún baja en comparación con los abrumadores beneficios del tratamiento".

"Hace cuarenta años, muchos niños que tenían cáncer sobrevivían sólo días o semanas", recordó Carroll. "Hoy en día, el índice de curación es de 70 a 80 por ciento. La gran mayoría de niños que tiene cáncer crecerá y llevará una vida normal. Pero, cuando usted ha sido tratado, hay un aumento en el riesgo, aunque pequeño, de otra malignidad, así que tiene que tener mayor vigilancia".

Carroll apuntó que si bien es importante para toda persona evitar fumar, limitar el consumo de alcohol, comer bien y hacer ejercicio regularmente, esto es aún más importante para las personas que han sobrevivido un cáncer infantil. Además, si uno ha sobrevivido un cáncer infantil, debe asegurarse de que su médico actual sepa cuáles fueron sus diagnóstico y tratamiento en ese momento para poder ser conciente de cualquier aumento en los riesgos y hacerse pruebas de cáncer en los momentos adecuados.

Más información

Para más información sobre el cáncer infantil, visite la Nemours Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com