A pesar del aumento en los casos nuevos, las muertes por el cáncer de mama siguen en descenso

cancer patient
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MIÉRCOLES, 2 de octubre de 2019 (HealthDay News) -- Las muertes por el cáncer de mama siguen en declive en Estados Unidos, aunque más mujeres están siendo diagnosticadas con la enfermedad, muestra un informe reciente.

Los investigadores de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) encontraron que el declive nacional en las muertes por el cáncer de mama, que comenzó hace unos 30 años, sigue siendo evidente. Entre 1989 y 2017, la tasa general de muertes se redujo en un 40 por ciento.

Pero el ritmo del declive se ha ralentizado en los últimos años.

Por otra parte, la tasas de casos nuevos de cáncer de mama han aumentado poco a poco. Entre 2012 y 2016, la incidencia aumentó en un 0.3 por ciento cada año.

Los motivos de los hallazgos no están claros, señaló la investigadora principal, Carol DeSantis, epidemióloga de la sociedad oncológica.

Pero el declive decreciente en las tasas de mortalidad es algo más o menos previsto, dijo. A partir de los años 90, los avances en el tratamiento (como el uso de medicamentos hormonales y herceptin, un nuevo fármaco "dirigido") fomentaron una reducción significativa en las muertes por el cáncer de mama.

Con el tiempo, a medida que la disponibilidad de esos tratamientos se amplía y se usen de forma rutinaria, el impacto relativo en las tasas de mortalidad se reducirá.

Además, la creciente incidencia del cáncer de mama podría estar reduciendo el declive en la mortalidad, apuntó DeSantis.

¿Cuál es el motivo de la creciente incidencia? Las tendencias específicas ofrecen algunas pistas, apuntó.

Se observó un aumento en los cánceres de mama con receptores de hormonas positivos, lo que significa que su crecimiento es fomentado por las hormonas estrógeno y progesterona. Entonces, es posible que la obesidad contribuya, indicó DeSantis, dado que unas mayores cantidades de grasa corporal pueden aumentar la exposición de una mujer al estrógeno.

Otro factor potencial es que las mujeres estadounidenses están teniendo menos hijos y retrasan la maternidad hasta una edad más avanzada, en comparación con hace unos años. Esto también aumenta la exposición de por vida de una mujer al estrógeno, anotó DeSantis.

En los últimos años también ha habido un aumento en la tasa de cánceres "locales" que todavía están limitados a los senos, lo que podría en realidad considerarse una tendencia positiva, según DeSantis. Sugiere que las mamografías están detectando más cánceres, en las etapas más curables.

La Dra. Nicole Williams, una oncóloga que no participó en el estudio, se mostró de acuerdo en que parte del aumento en los diagnósticos de cáncer de mama podría deberse a las pruebas de detección.

"Es importante que las mujeres sean conscientes de cuáles son los factores de riesgo del cáncer de mama, y que se hagan las mamografías de detección recomendadas", enfatizó Williams, que trabaja en el Centro Oncológico Integral James de la Universidad Estatal de Ohio.

Las distintas organizaciones médicas tienen distintas directrices sobre las mamografías de detección, anotó Williams. La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que las mujeres con un riesgo promedio de cáncer de mama inicien las mamografías a los 45 años, y que piensen en comenzar a los 40 años; otras directrices recomiendan comenzar a los 50 años.

Las mujeres deben hablar sobre su decisión con el médico, planteó Williams.

El informe, publicado el 2 de octubre en la revista CA: A Cancer Journal for Clinicians, se basa en datos de vigilancia del cáncer del gobierno. Entre 1998 y 2011, la tasa de mortalidad nacional por el cáncer de mama se redujo en un 1.9 por ciento cada año. Después de eso, el declive se ralentizó a un 1.3 por ciento al año, hasta 2017.

En total, se evitaron casi 376,000 muertes por cáncer de mama entre 1989 y 2017, estimaron los investigadores.

Pero las mujeres no se han beneficiado de manera uniforme. Las mujeres negras siguen teniendo una tasa de mortalidad por cáncer de mama un 40 por ciento más alta que las blancas, con unas 28 muertes por cada 100,000 mujeres, frente a 20 por cada 100,000.

Es probable que la causa sea una mezcla de factores. "Las diferencias en el acceso a la atención de la salud sin duda tienen un rol", lamentó DeSantis.

Williams se mostró de acuerdo, y añadió que ciertas diferencias biológicas también podrían ser importantes. Por ejemplo, las mujeres negras son más propensas que las mujeres blancas a desarrollar tumores de mama "triple negativos", anotó. Esos cánceres son más difíciles de tratar, porque no responden a las terapias hormonales ni a medicamentos dirigidos, como herceptin.

Por ahora, DeSantis observó que es importante que los médicos sean conscientes de las disparidades raciales, que "hay grupos de mujeres que quizá se queden detrás".

También apuntó a algunas formas en que las mujeres pueden ayudar a reducir su riesgo de cáncer de mama: mantener un peso sano a lo largo de toda la vida, hacer ejercicio con regularidad, y beber alcohol solo con moderación, o no beberlo.

"Los efectos del ejercicio parecen ser independientes del peso corporal", añadió DeSantis. "Aunque tenga sobrepeso, la actividad física regular podría ayudar a su riesgo de cáncer de mama".

Más información

La Sociedad Americana Contra El Cáncer ofrece más información sobre los factores de riesgo y la prevención del cáncer de mama.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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