Riesgo de cáncer de mama con terapia de reemplazo hormonal más bajo de lo pensado

Estudio sugiere que el riesgo es más bajo con la terapia de sólo estrógeno

JUEVES 4 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Un nuevo estudio hace sonar una nota de calma en el mar de preocupaciones que ha rodeado los hallazgos recientes sobre los riesgos potenciales de la terapia de reemplazo hormonal para mujeres posmenopáusicas.

De acuerdo con esta investigación, el riesgo de una mujer para desarrollar cáncer de mama mientras toma una terapia de reemplazo hormonal (TRH) combinada es actualmente bastante bajo.

"Esto confirma realmente lo que ya se sabía y lo que muchos médicos buenos han estado atendiendo desde que la Women's Health Initiative publicó sus resultados iniciales que mostraban la posible existencia de un problema con el cáncer de mama y la TRH", dijo la Dra. Julia Smith, directora del Programa de Atención Preventiva del Cáncer de Mama Lynne Cohen en el Centro Médico/Bellevue de la Universidad de Nueva York. "[La TRH combinada] podría ser una opción a corto plazo tras sopesar los riesgos potenciales, pero esto debe hacerse como un análisis individual".

En 2002 la comunidad médica se sorprendió cuando los investigadores decidieron terminar el ensayo realizado por la Women's Health Initiative debido a la evidencia de que las mujeres que tomaban TRH tenían una mayor incidencia de ataques cardiacos, apoplejía, coágulos sanguíneos y cáncer de mama.

Aunque la TRH fue aprobada para aliviar los síntomas menopáusicos, tomando como base en gran medida datos observacionales, los médicos habían estado recetando hormonas a las mujeres para prevenir problemas cardiovasculares.

"Durante años, los médicos han comunicado a las personas que esta medicina previene la enfermedad cardiaca", señaló el Dr. Jay Brooks, director de hematología y oncología del hospital de la Ochsner Clinic Foundation de Nueva Orleáns. "Pero no es así. Esta incrementa el riesgo de enfermedad cardiaca".

Un estudio más reciente enredó aún más el asunto al sugerir que el estrógeno, cuando se administra sólo, podría no incrementar el riesgo de cáncer de mama.

Los autores del nuevo estudio, que aparece en la edición del 6 de agosto del British Medical Journal, intentaron esclarecer la confusión mediante la evaluación del riesgo desde una perspectiva individual.

Los investigadores, con base en el Instituto de Cáncer de Mama de Nueva Gales del Sur en Australia, hicieron estimaciones del riesgo individual de cáncer de mama en mujeres de hasta 79 años, algo conocido como riesgo absoluto acumulativo.

El riesgo absoluto acumulativo del cáncer de mama se reducía a medida que la mujer envejecía, siempre y cuando no estuviera tomando la TRH combinada, lo que significa estrógeno y progestina.

Para las mujeres de 40 a 79 años que no estaban usando la TRH, el riesgo promedio de cáncer de mama era de 7.2 por ciento (una entre 14); a los 50 años, era de 6.1 por ciento (una entre 16); y a los 60 años era de 4.4 por ciento (una entre 23).

Sin embargo, cuando se añadía la TRH combinada, el riesgo empieza a subir. Una mujer que toma la TRH durante cinco años a partir de los 55 tiene un riesgo adicional de 0.6 por ciento. Si la toma sólo durante 10 años, el riesgo asciende en 1.8 por ciento.

Sin embargo, una vez suspendida la terapia el riesgo vuelve a un nivel como el de una mujer de la misma edad que nunca haya usado hormonas, según el estudio.

El riesgo incrementado fue incluso menor si la mujer usaba sólo estrógeno: 6.3 por ciento (un riesgo extra de 0.2 por ciento) en cinco años.

No obstante, hay problemas muy reales documentados con el uso de sólo estrógeno.

"Si una mujer tiene útero, no se le puede administrar sólo estrógeno porque no hay duda de que aumenta el riesgo de cáncer uterino", explicó Smith. "También hay varios problemas de salud serios relacionados con la administración de estrógeno, incluido el riesgo de apoplejía".

Una vez más, volvemos a la mujer individual.

"Si atiende a una mujer que atraviesa la menopausia o que ya la ha superado y tiene síntomas muy severos y su calidad de vida es insostenible, debe analizar otros problemas médicos y si constata que es aún joven y no tiene riesgos obvios de ataque cardiaco, apoplejía o problemas tromboembólicos, puede administrarse un régimen a corto plazo de TRH", recomendó Smith.

Si no es así, entonces deberá buscar otras formas de aliviar los síntomas, tales como dieta, ejercicio u otros medicamentos, incluyendo ciertos antidepresivos.

"Esto muestra que el riesgo [revelado en el nuevo estudio] es pequeño aunque debe entender de que sólo es para el cáncer de mama, no para la enfermedad cardiaca, el cual es otro riesgo", señaló Brooks. "Debe hacerse esta pregunta, '¿Realmente quiero una medicina que pueda incrementar mi riesgo de cáncer de mama, enfermedad cardiaca y apoplejía para aliviar unos síntomas que no van a matarme, que mejorarán en el 85 por ciento de las mujeres con el tiempo?'. Esa es la pregunta que toda mujer debe plantearse individualmente".

Más información

Para aprender más sobre el cáncer de mama, visite la American Cancer Society.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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