Pruebas de Papanicolau innecesarias para muchas mujeres

La mayoría de las mujeres que se han sometido a una histerectomía no necesitan la prueba

MARTES 22 de junio (HealthDayNews/HispaniCare) -- La prueba de Papanicolau es innecesaria para muchas estadounidenses que se han sometido a una histerectomía.

Éste es el resultado de una reciente investigación que muestra que, a pesar de las directrices que recomiendan no realizar exámenes de rutina para mujeres luego de una histerectomía, un porcentaje muy alto de ellas se está sometiendo al examen ahora más que cuando las directrices se presentaron hace ocho años.

Los exámenes por frotis de Papanicolau ayudan a detectar el cáncer del cuello del útero, ubicado en la parte inferior del mismo, justo sobre la vagina. Pero "en estos días, el 95 por ciento de las histerectomías extirpan el útero completo, incluyendo el cuello uterino", afirmó la Dra. Brenda E. Sirovich, investigadora asociada del VA Outcomes Group de White River Junction, Vermont, y autora principal del estudio.

"La mayoría de las mujeres que se han sometido a una histerectomía no necesita un frotis de Papanicolau", aseguró Sirovich y agregó que esos exámenes hacen que tanto pacientes como médicos pierdan el tiempo, a la vez que desvían su atención de temas de salud más preocupantes.

El estudio aparece en la edición del 23 al 30 de junio del Journal of the American Medical Association.

También está relacionado con otro informe que apareció hace unos días en la publicación Cancer, el cual reveló que apenas una de cada 20 mujeres mayores de 40 años sigue constantemente la recomendación de someterse a mamografías anuales.

Los dos hallazgos sugieren que muchas mujeres estadounidenses no están siguiendo las directrices recomendadas para la prevención en salud.

El objetivo de Sirovich era determinar si se estaba siguiendo la recomendación para pruebas de Papanicolau, emitida en 1996 por la U.S Preventive Services Task Force. Descubrió que no era así.

En 1992, el 68.5 por ciento de las mujeres que se sometió a histerectomía informó haberse realizado un examen de Papanicolau durante los tres años anteriores. Sirovich halló que en 2002, seis años después de que las recomendaciones fueron emitidas, el 69.1 por ciento afirmó que se había realizado la prueba de Papanicolau.

Para su estudio, Sirovich analizó datos de una encuesta telefónica anual sobre adultos estadounidenses realizada por los U.S. Centers for Disease Control and Prevention. Evaluó la información de más de 187,000 mujeres que informaron haberse sometido a una histerectomía y que respondieron preguntas sobre cuándo se realizaron el último frotis de Papanicolau.

Sirovich no está segura de por qué la recomendación para mujeres que no tienen cuello uterino no se está siguiendo.

"Algunas mujeres podrían no saber que no tienen cuello uterino luego de una histerectomía", aclaró. "O podrían estar tan habituadas a la seguridad que brinda [la prueba de de Papanicolau] que no quieren dejar de hacérsela".

Agregó que también puede ser que algunos médicos no conozcan bien las directrices. También puede ser que los "informes de calificaciones", en los que se otorgan notas a los médicos según su recomendación de exámenes de rutina, sean los responsables, sostuvo. La calificación de los médicos podría no permitir excepciones, como no recomendar exámenes de Papanicolau para mujeres sin cuello uterino. Es así como el médico recomienda en general a todas las mujeres que se hagan el examen, dijo Sirovich.

"Empecé este estudio pensando que los frotis de Papanicolau en mujeres con histerectomías se habrían reducido", afirmó. "Seis años después, no hay ningún cambio".

La recomendación de la U.S. Preventive Services Task Force de que el examen de Papanicolau es innecesario para mujeres que se han sometido a una histerectomía no aplica para mujeres que se sometieron al procedimiento pero conservan el cuello uterino. O aquellas que se sometieron a la cirugía por cáncer o precáncer del cuello uterino.

Las mujeres de ambos grupos siguen necesitando exámenes de Papanicolau, aclaró Sirovich

El Dr. William Parker, profesor clínico de obstetricia y ginecología de la Escuela de Medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles, afirmó que agregaría otro grupo de mujeres que debe prestar mucha atención a la prueba de Papanicolau.

"Las pacientes que han tenido PVH (papilomavirus humano, un riesgo de cáncer del cuello uterino) deberían continuar haciéndose la prueba", recomendó.

"El otro asunto es que", agregó Parker, "hay que diferenciar el frotis de Papanicolau de visitar al ginecólogo".

Las mujeres que se han sometido a histerectomías todavía necesitan visitar a su ginecólogo periódicamente para otros exámenes, como el pélvico y el de seno, agregó.

Se recomienda el frotis de Papanicolau para mujeres a partir de los 18 años, según la American Cancer Society, y luego anualmente o según recomendación del ginecólogo si se someten a una serie de exámenes de rutina. Se espera diagnosticar alrededor de 10,500 casos de cáncer del cuello uterino en 2004, con unas 3,900 muertes.

Más Información

Para mayor información sobre el frotis de Papanicolau, visite la American Society for Clinical Pathology.

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