La radiación para el cáncer de próstata podría hacer el cáncer rectal más probable

Sin embargo, el riesgo general de tumores rectales sigue siendo bajo

VIERNES 1 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Los hombres con cáncer de próstata generalmente reciben una de dos terapias recomendadas, la eliminación quirúrgica del órgano o radioterapia para matar las células dentro de la próstata.

Ahora, un nuevo estudio ha encontrado que un tipo de radioterapia, llamada radiación de rayo externo, podría desencadenar un aumento de casi el 70 por ciento en el riesgo de cáncer rectal.

Sin embargo, el autor principal del estudio enfatizó que debido a que el cáncer rectal es relativamente poco común, el riesgo general de que alguien lo contraiga sigue siendo extremadamente bajo, aun si el hombre recibe radiación de rayo externo.

"El riesgo es suficientemente alto como para que las personas deben estar conscientes de él", apuntó el Dr. Joel E. Tepper, profesor y director del Departamento de Radiación Oncológica de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. "Pero no pienso que sea suficientemente alta como para que deba afectar la decisión de las personas sobre qué tratamiento obtener".

Los médicos usan dos tipos de radioterapia para tratar el cáncer de próstata. Una es la radiación de rayo externo, y consiste en que la radiación es dirigida a la próstata desde fuera del cuerpo. Un problema que la radiación de rayo externo conlleva es que las partes saludables del cuerpo reciben radiación, junto con el cáncer.

La otra forma de radioterapia es la braquiterapia, en la cual minúsculas semillas radioactivas son colocadas en la próstata, administrando la dosis de radiación justo donde se necesita.

Según informan en la edición de abril de Gastroenterology, Tepper y su equipo recolectaron datos sobre los hombres con cáncer de próstata que participaron en el registro nacional Surveillance, Epidemiology and End Results (SEER, Vigilancia, epidemiología y resultados finales) de 1973 a 1994.

Más de 30,500 de los hombres recibieron radiación, y poco más de 55,000 se sometieron a cirugía. En total, 1,437 de los hombres desarrollaron cáncer colorrectal.

"En los pacientes que recibieron radioterapia para el cáncer de próstata, hubo un aumento en la incidencia de cáncer rectal", apuntó Tepper. "Presumiblemente, [estos cánceres fueron] secundarios a la radiación".

De acuerdo con el equipo de Carolina del Norte, combinar los efectos de la radiación relacionada al cáncer de próstata con los riesgos relacionados con la edad para el cáncer rectal que ya están presentes en los hombres mayores aumenta el riesgo general de una persona de contraer cáncer rectal en cerca del 70 por ciento.

"Este efecto es de aproximadamente el mismo orden de magnitud a tener un familiar de primer grado con cáncer colorrectal, o con un aumento de 10 años en la edad", anotaron los investigadores.

Tepper especuló que debido a que los campos radioactivos están más confinados en la braquiterapia, habría menos riesgo de desarrollar cáncer rectal que con la radiación de rayo externo.

Sin embargo, subrayó que el cáncer rectal sigue siendo relativamente poco común. De acuerdo con la American Cancer Society, 40,000 hombres y mujeres contraen la enfermedad cada año en los Estados Unidos. Debido a estas cifras, Tepper no considera que este hallazgo deba cambiar los tratamientos para el cáncer de próstata.

"Debería tener muy poca implicación en cuanto a qué decide hacer el paciente para su tratamiento", apuntó. "El riesgo relativo de desarrollar cáncer rectal debido a la radiación es aún muy pequeño, cerca de un uno por ciento. Por lo tanto, palidece ante las implicaciones del cáncer inicial que se está tratando".

Sin embargo, es importante que los hombres tratados con radiación se hagan pruebas diagnósticas más intensivas luego de su tratamiento para asegurar que no se esté desarrollando ningún cáncer nuevo, señaló.

Un experto de la American Cancer Society, el Dr. Durado Brooks, dijo que los hallazgos de Carolina del Norte son convincentes, pero que se aplican principalmente a hombres que recibieron radioterapia entre los 70 y los 90.

"La radiación por rayo externo, por lo menos como se hacía entre los 70 y los 90, sí parece aumentar el riesgo de cánceres rectales", aseveró Brooks, director de los cánceres de próstata y colorrectal de la sociedad del cáncer.

Brooks no está seguro de qué tan pertinentes sean estos hallazgos para el tipo de radiación con rayo externo fino que se usa hoy en día comúnmente, pero considera que aún tiene "algo de pertinencia".

"Aún con los nuevos modos de radiación externa, habrá cierta exposición del tejido rectal", apuntó.

En cuanto a la braquiterapia, Brooks dijo que es imposible decir, a partir de este estudio, si hay algún aumento en el riesgo de cáncer rectal. "Depende de la dosis de radiación y de cuánta pasa al tejido rectal", explicó.

Pero Brooks dijo que es importante que los pacientes de cáncer de próstata, particularmente los que recibieron radiación con rayo externo hace 10 ó más años, estén conscientes de que el tratamiento conlleva un aumento sustancial en el riesgo de cáncer rectal.

"La mayoría de estos hombres están en un grupo de edad en el que deberían evaluarse para el cáncer colorrectal regularmente, pero esto es una cosa más para animarlos a que se aseguren de ser evaluados", afirmó.

Más información

La American Cancer Society tiene más información sobre el cáncer de próstata.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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