El Congreso prepara proyecto de ley para dar a la FDA supervisión del tabaco

Los críticos y los partidarios debaten las ventajas y desventajas de la legislación

MIÉRCOLES 25 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- El Congreso de los EE.UU. está a punto de aprobar un proyecto de ley que daría a la U.S. Food and Drug Administration la autoridad para regular el tabaco.

Pero los expertos están divididos sobre si el proyecto de ley tendrá un impacto significativo sobre el uso de tabaco, un hábito que mata a unos 436,000 estadounidenses al año, casi una de cada cinco muertes anuales.

Proyectos idénticos en la Cámara de Representantes y el Senado conferirían a la FDA la misma autoridad sobre el tabaco que ésta tiene sobre los medicamentos, los dispositivos médicos y muchos alimentos. El proyecto de ley permitiría a la agencia, que ha sido criticada en años recientes por su monitorización del sector farmacéutico, regulara los niveles de alquitrán, nicotina y otros ingredientes nocivos en los cigarrillos y el humo. Ese humo contiene unos 4,000 agentes químicos, de los cuales se sabe que más de 40 son cancerígenos.

Los proyectos de ley también fortalecerían las prohibiciones contra la publicidad del tabaco y no permitirían que los fabricantes de tabaco realizasen afirmaciones falsas o usaran términos como "light" o "bajo en alquitrán". También prohibiría la venta de cigarrillos a menores y haría más contundentes las etiquetas de advertencia.

Sin embargo, los proyectos de ley, que podrían ser aprobados el miércoles, no cubrirían ningún producto de tabaco que ya se encuentre en el mercado y sólo exigiría que las compañías soliciten la aprobación para los productos nuevos. La FDA tampoco tendría la autoridad de aumentar la edad legal para comprar cigarrillos ni restringir sus lugares de venta.

Debido a esto, la legislación propuesta tiene tantos partidarios como detractores.

"Creo que el proyecto de ley es contundente, tiene el potencial de lograr los cambios más fundamentales que jamás hemos visto en cómo se fabrican y comercializan los productos del tabaco", afirmó Matthew L. Myers, presidente de Campaign for Tobacco-Free Kids. "El proyecto de ley le daría a la FDA una autoridad que podría salvar millones de vidas".

Pero el Dr. Michael Siegel, profesor de la Facultad de salud pública de la Universidad de Boston, considera que la ley propuesta en realidad no tiene mayor incidencia. "Gran parte del público no percibe bien la ley", afirmó. "La percepción es que este es un proyecto de ley que salvará vidas al poner a las empresas tabacaleras bajo estricta regulación de la FDA. La realidad es que este proyecto de ley es en gran parte obra de Phillip Morris, que se aseguró de que aunque la FDA regulara los cigarrillos, no tendría plena libertad para hacerlo".

Phillip Morris USA, el mayor productor de tabaco del país, tiene alrededor del 50 por ciento del mercado de cigarrillos de los EE.UU., lo que incluye a Marlboro, la marca de mayores ventas. La empresa dijo que apoya la legislación como una manera de cumplir la meta de regulación por la FDA sugerida recientemente en un informe del Institute of Medicine.

"Estos proyectos de ley sientan las bases para una regulación completa de los productos del tabaco por parte de la FDA y ofrecen soluciones importantes de políticas para muchos de los problemas complejos que conllevan dichos productos", afirmó en una declaración preparada Howard Willard, vicepresidente ejecutivo de responsabilidad corporativa de Phillip Morris USA. "La regulación de la FDA, según se introdujo al Congreso, sería la manera más efectiva de resolver las inquietudes del Institute of Medicine".

Aún así, Siegel, de la Universidad de Boston, considera que los proyectos de ley tienen algunas limitaciones graves. "Esencialmente, lo que el proyecto de ley hace es decirle a la FDA que regule los cigarrillos, pero con las manos atadas. Y las manos estarán atadas de una manera que protege a Phillip Morris a expensas de la salud del público", señaló.

Siegel también considera que el proyecto de ley podría interpretarse mal, como si la FDA aprobara los cigarrillos. "La idea misma de poner un producto mortal como a cargo de la FDA crea una percepción de un sello de aprobación", dijo.

Otro ejecutivo de una empresa tabacalera concuerda con Siegel, pero por un motivo distinto. John W. Singleton Jr., director de comunicaciones en Reynolds American Inc., cuyas marcas incluyen los cigarrillos Camel, dijo que el proyecto de ley protegería la porción del mercado de Phillip Morris, en parte, al limitar los anuncios.

"Si se hace que comunicarse con los fumadores sea más difícil, y se tiene la mitad del mercado, eso hace que esa porción del mercado quede asegurada", aseguró Singleton. "Si uno se asegura un 50 por ciento [como Phillip Morris], es algo bastante bueno. Eso confiere a Phillip Morris una ventaja competitiva".

Otro problema potencial del proyecto de ley, aseguran algunos críticos, es que la financiación para la supervisión del tabaco de la FDA provendría de las llamadas "cuotas de usuarios" pagadas por empresas tabacaleras, por valor de unos $450 millones al año. Este es el mismo tipo de programa que ofrece fondos a la FDA para compensar los costos de la aprobación de medicamentos según la controvertida Ley de tarifas de usuario de medicamentos de venta bajo fórmula médica (en inglés PDUFA).

La PDUFA ha sido criticada por los defensores de la salud pública, quienes afirman que crea una relación amigable entre la FDA y el sector farmacéutico que ésta regula.

"Este proyecto de ley [para el tabaco] probablemente tenga el efecto de otorgarle a las empresas tabacaleras una influencia indebida sobre el proceso de creación de reglas, una situación similar a la de los laboratorios farmacéuticos", afirmó Stanton A. Glantz, director del Centro de investigación y educación sobre el control del tabaco de la Universidad de California en San Francisco.

A pesar de estas opiniones conflictivas, la American Lung Associations es uno de los grupos que apoyan la legislación propuesta. "Se trata de algo que hemos estado intentando lograr durante la última década", señaló Erika Sward, directora de abogacía nacional de la asociación. "Es una victoria para la salud pública".

Sward dijo que, por sí solo, el proyecto de ley no resolverá el problema del tabaco y que la asociación de los pulmones tendrá que comenzar un programa para presionar a la FDA para que actúe en el mejor interés del público.

"Nuestro trabajo más importante comenzará cuando el Presidente firme esta legislación", aclaró. "La responsabilidad de la comunidad de salud pública es asegurarse de que la FDA tome todas las medidas agresivas que necesite para reducir la carga que el tabaco representa para los Estados Unidos".

Más información

Para más información sobre los peligros de fumar, visite el U.S. National Institute on Drug Abuse.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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