La promesa de efectivo anima a los fumadores a dejar el hábito

Un estudio halla que los incentivos financieros triplicaron las tasas de cese del consumo de tabaco

MIÉRCOLES, 11 de febrero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Ofrecer un incentivo económico a los fumadores para animarles a abandonar su hábito malsano ayuda a que más personas dejen de fumar, halla una investigación reciente.

En el estudio, publicado en la edición del 12 de febrero de la New England Journal of Medicine, participó un grupo grande de empleados de General Electric Co. de todo el país a los que se les ofreció una suma de hasta $750 para que dejaran de fumar. Luego de un año, el 14.7 por ciento del grupo al que se le ofreció dinero seguía sin fumar, en comparación con el cinco por ciento de los que no recibieron dinero para dejar el hábito.

"Los incentivos sí funcionan para cambiar comportamientos de salud, y pueden ser exitosos en personas que no han tenido éxito con otros métodos en el pasado", dijo el autor del estudio, el Dr. Kevin Volpp, director del Centro de incentivos en salud de la Facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania y la Escuela Wharton de Filadelfia.

Aunque apenas el 15 por ciento de los que recibieron la oferta de dinero dejaron de fumar a largo plazo, estas tasas de éxito son más elevadas que las normalmente observadas en los esfuerzos para el cese del tabaquismo.

"Apenas entre el 2 y 3 por ciento de los fumadores deja el hábito cada año", dijo Thomas Glynn, director de ciencias y tendencias del cáncer y control internacional del cáncer de la American Cancer Society.

Aún así, hasta el 70 por ciento de los fumadores informa que desea dejarlo, de acuerdo con la información de fondo del estudio. Mientras tanto, el tabaquismo continúa siendo la causa más prevenible de muerte prematura en los Estados Unidos.

"Cada año mueren alrededor de 438,000 personas en Estados Unidos y unos 5 millones en todo el mundo a causa del tabaco. En cualquier periodo determinado, cerca de 9 millones de personas se enferman por el uso de tabaco, además el tabaco está asociado con el desarrollo de 15 cánceres", dijo Glynn.

Se reclutaron casi 900 empleados de GE para el estudio. La mitad fue asignada al programa de incentivo y la otra actuó como grupo de control. Los empleados eran en su mayoría blancos, dos tercios eran hombres y dos tercios habían asistido a la universidad. La mayoría sentía que gozaba de buena salud, a pesar de su hábito promedio de un paquete al día.

Todos los empleados recibieron información sobre los programas que había disponibles en sus áreas para dejar de fumar. A los miembros del grupo de incentivo financiero también se les dijo que recibirían $100 por completar un programa para dejar de fumar. Luego, recibirían $250 adicionales si lograban dejar de fumar dentro de los seis meses tras comenzar el estudio, y también recibirían otros $400 más si conseguían no fumar durante otros seis meses. Para determinar si habían dejado de fumar se recurrió a una prueba de orina o de cabello para detectar una sustancia conocida como cotinina, que está presente en la gente que fuma.

Entre los 9 y 12 meses después de comenzar el estudio, el 14.7 por ciento del grupo del incentivo había dejado de fumar, en comparación con apenas el 5 por ciento del grupo que sólo recibió información. Entre los 15 y 18 meses después de iniciar el estudio, el 9.4 por ciento de los del grupo del incentivo seguía sin fumar, en comparación con apenas el 3.6 por ciento del grupo de control.

Volpp dijo que creía que los incentivos financieros animaban a un mayor número de personas a dejar de fumar porque recibían una retroalimentación positiva y una gratificación inmediata.

"Creo, en general, que la gente tiene muchas dificultades para implementar cambios en pro de beneficios de salud retardados", dijo.

"Este estudio muestra el poder de un incentivo monetario y el poder del lugar de trabajo como agente promotor de la salud", dijo Glynn.

En cuanto a los empleadores, Volpp apuntó que con frecuencia es más rentable ofrecer un incentivo financiero a los empleados para que dejen de fumar. Dejar de fumar mejora la productividad y reduce el ausentismo laboral y los costos de la atención de la salud, dijo.

Glynn reconoció que dejar de fumar es muy difícil, pero que los fumadores deben saber que no es algo imposible. "Hay 47 millones de ex fumadores ahí fuera, así que no es algo infrecuente que la gente deje de fumar. Sin embargo, es un proceso. Normalmente no es una sola acción, ya que la mayoría lo logra en un periodo de uno o dos años".

Otro estudio, publicado en la edición de marzo de la American Journal of Preventive Medicine, encontró que los incentivos monetarios podrían inspirar otros hábitos de salud.

Un equipo de investigadores de RTI International de Carolina del Norte preguntó a 501 adultos sedentarios de más de 50 años qué tipos de programas para caminar e incentivos podrían animarles a ponerse unos zapatos de deporte y empezar a moverse.

Con simplemente agregar una oferta teórica de $9 a la semana, los investigadores incrementaron la posible participación en un régimen de caminatas en 31 por ciento.

"Varios programas de ejercicio se estructuran en torno a la actividad de grupo", dijo en una declaración el autor del estudio Derek Brown. "Eso no era lo preferido por la mayoría. No obstante, encontramos que el dinero incrementaba la participación".

Más información

Más información sobre cómo dejar de fumar en SmokeFree.gov.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com