Ajuste su ingesta de ácidos grasos

Los ácidos omega-3 y omega-6 son vitales para una dieta saludable

MARTES 28 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Ya sea que haya estado contando los carbohidratos, calorías o gramos de grasa, puede ayudar a su cuerpo si presta atención a los que son conocidos como ácidos grasos, específicamente, omega-3 y omega-6.

Estos químicos esenciales no pueden ser fabricados por el cuerpo humano, así que deben ser obtenidos de fuentes o complementos dietéticos.

La fuente alimenticia primaria de ácidos grasos omega-3 se encuentra en ciertos tipos de pescados, salmón del Atlántico y otros pescados grasos de agua fría, incluyendo el arenque y las sardinas, mero del Atlántico, pescado azul, atún, y caballa del Atlántico. La American Heart Association recomienda que las personas deben comer atún o salmón al menos dos veces a la semana.

En general, las personas ingieren más ácidos omega-6 que omega-3. Esto se debe a que las fuentes de omega-6 saben mejor, como cereales, huevos, aves de corral, la mayoría de los aceites vegetales, pan de granos enteros, alimentos al horno y margarina. El omega-6, o ácido linolénico, puede producir ácidos inflamatorios conocidos como prostaglandinas que promueven la aparición de cáncer, según una nueva investigación.

La Dra. Ann Kulze, médica de atención primaria en Charleston, Carolina del Sur, afirmó que los ácidos omega-3 y omega-6 son componentes vitales de una dieta saludable. "Estas grasas están diseñadas para trabajar de forma conjunta", señaló. "Demasiado de una, pero no lo suficiente de la otra es peligroso para su salud. Por eso, es sumamente importante alcanzar un equilibrio entre las dos, para promover una pérdida de peso óptima y el estado de salud en general".

De acuerdo con la American Cancer Society, los ácidos omega-3 y omega-6 funcionan bien debido a que se contrapesan el uno al otro como nutrientes importantes involucrados en muchos procesos biológicos humanos.

"Desafortunadamente, los estadounidenses comen en extrema abundancia grasas omega-6 en relación con las grasas omega-3", explicó Kulze. "En general, los ácidos grasos omega-3 contrarrestan los efectos de los omega-6 y son antiinflamatorios, anticoagulantes e inhiben el crecimiento celular. Como un balancín que se mueve hacia arriba y hacia abajo, los dos trabajan constantemente por alcanzar un equilibrio, pero cuando las dietas son deficientes en omega-3, es imposible alcanzar un balance saludable.

Kulze indicó que nuestros ancestros de la Edad de Piedra tuvieron dietas con una proporción equitativa de los dos ácidos, mientras que una investigación actual sugiere que la mayoría de los estadounidenses consumen de 14 a 15 veces más grasas omega-6, que estimulan la inflamación, que antiinflamatorios omega-3.

Reducir esta proporción tiene múltiples beneficios, agregó Kulze, incluida la prevención del cáncer, la pérdida de peso, las mejoras en la salud cardiovascular y el control de la diabetes y la artritis.

Shawn Talbott, experto en nutrición de la Universidad de Utah, está muy de acuerdo. "En mi experiencia, casi todo el mundo se puede beneficiar de ingerir más ácidos grasos omega-3", apuntó. "La mejor fuente es consumir tres o cuatro veces a la semana pescado graso".

Pero ésa no es una receta para el bienestar fácil de tragar para muchos estadounidenses. "El problema con la línea dietética para incrementar los ácidos grasos omega-3 es que muchas personas no parecen capaces de hacerlo", manifestó Talbott, denominando la respuesta de muchos estadounidenses al pescado graso como "factor wácala".

"A demasiados estadounidenses simplemente no les agrada el sabor del aceitoso pescado graso, tales como la caballa, el atún, las sardinas o el salmón silvestre, que son ricos en ácidos omega-3", sostuvo. "Otros optan por el pescado equivocado, por ejemplo palitos de pescado u otro pescado blanco, que tiene un impacto insignificante en el nivel de omega-3 y podría en realidad aumentar los niveles de los omega-6. Incluso aquellos que se esfuerzan en tratar de aumentar su ingesta de omega-3 tienden a sobrestimar en gran medida la cantidad que consumen en sus dietas".

¿Cuál es la respuesta, entonces? Talbott y Kulze estuvieron de acuerdo en que los complementos orales de aceite de pescado tienen un importante papel en la restauración del equilibrio deseado entre los omega-3 y omega-6. "Los complementos llenan el vacío", agregó Talbott. "Recomiendo personalmente complementos de aceite de pescado casi tan a menudo como recomiendo un multivitamínico".

Kulze agregó que también recomienda complementos a sus pacientes. "De manera filosófica, creo que las personas debieran tratar de obtener tantos nutrientes como les sea posibles de alimentos reales", señaló. "Los alimentos naturales se utilizan y absorben mejor que los complementos. Sin embargo, de forma práctica, tengo que admitir que la mayoría de las personas no tienen éxito con esa recomendación. De hecho, incluso yo misma no he tenido un éxito total con ella".

A pesar de que se considera que el aceite de canola, el germen de trigo, las nueces y otros alimentos también son buenas fuentes de omega-3, Kulze afirmó que los complementos dietéticos de ácidos grasos con aceite de pescado de alta calidad en cantidades adecuadas tienen mucho sentido y ayudan a alcanzar la meta. Debería consultar a su médico o a un buen nutricionista para asegurarse de que compra los complementos adecuados, agregó.

Más información

Para obtener más información sobre los ácidos grasos, visite el sitio de los National Institutes of Health.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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