Casi una de cada cinco mujeres no se realiza la prueba de Papanicolaou

En algunos casos, los médicos no mencionan esta prueba a sus pacientes, según una encuesta

MIÉRCOLES 11 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Aunque la prueba de cáncer cervical mediante el frotis de Papanicolaou se ha convertido en algo muy común en los Estados Unidos, cerca de una mujer de cada cinco aún no se realiza esta prueba que puede potencialmente salvar vidas, según los hallazgos de una encuesta.

Cuando se le preguntó por qué, casi la mitad de las mujeres que no había recibido la prueba dijo que simplemente no había pensado en ello. Y de esas mujeres que habían visitado el médico en el último año pero que no se habían hecho la prueba de Papanicolaou, el 88 por ciento dijo que su médico no le había recomendado la prueba, de acuerdo con un estudio que aparece publicado en la edición de mayo de Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention.

"La tasa de examen del cáncer cervical ha aumentado, pero no todas las mujeres comparten de manera equitativa este progreso", señaló Stephen Coughlin, coautor del estudio y epidemiólogo principal de cáncer de la división de prevención y control del cáncer en los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.

"Este estudio destaca el importante papel de los médicos. Ellos necesitan asegurarse de que las mujeres que nunca se hayan realizado la prueba o que raras veces lo hacen reciban una prueba de Papanicolaou de rutina", agregó.

Cada año, más de 10,000 mujeres estadounidenses son diagnosticadas con cáncer cervical, y más de 3,700 mueren aún a causa de la enfermedad, de acuerdo con la American Cancer Society (ACS). Las muertes por cáncer cervical se han reducido de manera drástica, en 74 por ciento, desde los años 50, en gran medida gracias a la prueba de Papanicolaou, que puede detectar cambios en la cérvix antes de que tenga la oportunidad de desarrollar el cáncer. La prueba de Papanicolaou puede también detectar el cáncer cervical temprano, justo cuando los tratamientos son más efectivos.

La ACS recomienda que las mujeres deben empezar a recibir la prueba de Papanicolaou dentro de los tres años desde su primera relación sexual o a partir de los 21 años de edad, cualquiera de los dos que suceda primero. Después de eso, deben recibir una prueba de Papanicolaou anual, o someterse a la prueba más reciente basada en líquido cada dos años hasta los 30. Después de los 30, las mujeres que hayan tenido tres pruebas de Papanicolaou normales una detrás de la otra, sólo necesitan hacerla cada dos o tres años.

La buena noticia del estudio de Coughlin es que muchas mujeres están, de hecho, captando este mensaje. Al analizar los datos de casi 14,000 mujeres entrevistadas en la National Health Interview Survey de 2000, su equipo halló que más del 83 por ciento se había hecho al menos una prueba de Papanicolaou durante los tres años anteriores.

Sin embargo, esto significa que casi el 17 por ciento de las mujeres no aprovechó esta prueba, que potencialmente salva vidas. Entre las razones citadas por las 2,310 mujeres que no se habían hecho el Papanicolaou encontramos:

  • Ninguna razón/Nunca he pensado en ello -- 48 por ciento
  • El médico no lo recomendó -- 10 por ciento
  • No he tenido ningún problema -- 9 por ciento
  • Demasiado costosa/no tengo seguro -- 8.8 por ciento
  • No la necesitaba/No sabía que la necesitaba -- 8 por ciento
  • La he postergado -- 7.4 por ciento
  • Demasiado dolorosa/Me da vergüenza -- 3.5 por ciento
  • No tengo médico -- 1.7 por ciento

Los investigadores hallaron algunas variaciones leves entre las razas con respecto a las razones para no recibir la prueba. Las mujeres hispanas y asiáticas fueron más propensas que las blancas o negras a decir que nunca habían considerado hacerse la prueba. Las mujeres hispanas eran mucho menos propensas que los otros tres grupos a señalar que habían postergado la prueba. Las mujeres negras y asiáticas fueron casi el doble de propensas que las blancas o hispanas a manifestar que sentían que no necesitaban la prueba.

Los investigadores también examinaron a un grupo más pequeño de mujeres que no había recibido una prueba de Papanicolaou recientemente, pero que había visitado al médico el año pasado. De esas, 1,502 mujeres, casi el 88 por ciento, dijo que su médico no le había recomendado la prueba.

"Nuestros hallazgos muestran que es importante hablar con su médico sobre las pruebas de rutina del cáncer cervical", indicó Coughlin.

La Dra. Julia Smith, directora asociada del Programa de Prevención y Examen del Cáncer del Instituto del Cáncer de la Universidad de Nueva York, dijo que este estudio tiene algunas limitaciones, pero que las "conclusiones son sin duda verdaderas".

Una limitación es que toda la información reunida fue reportada por las propias mujeres, y no de sus médicos o registros médicos. Así, que es posible que algunas mujeres que hayan recibido la prueba como parte de su cuidado no se hayan dado cuenta.

"El punto aquí es que las mujeres deben estar consciente de que la prueba de Papanicolaou es una técnica efectiva para detectar el cáncer cervical y si el médico no lo recomienda, la paciente debe hacerlo, y también pedir información sobre otros exámenes de detección del cáncer que pueden ayudar a salvar vidas", sostuvo Smith.

Más información

Para saber más sobre la importancia de la prueba de Papanicolaou, visite los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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