Las dietas ricas en proteínas podrían aumentar el riesgo de cáncer

Un estudio sugiere que el exceso de proteína podría acortar también la esperanza de vida

JUEVES 7 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Ingerir una dieta baja en proteínas puede proteger contra ciertos tipos de cáncer, mientras que una dieta rica en proteínas puede incrementar el riesgo de enfermedades malignas, según sugiere un estudio reciente.

Los resultados de este estudio preliminar muestran que las personas delgadas que siguen una dieta baja en calorías y proteínas a largo plazo o que realizan ejercicios de resistencia de manera regular tienen menores niveles de factores de crecimiento en el plasma y de ciertas hormonas como el factor-1 de crecimiento similar a la insulina (IGF-1). Estas sustancias se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer, sobre todo de mama antes de la menopausia, de próstata y ciertos tipos de cáncer de colon.

"Sabemos que existe una relación entre la nutrición y el cáncer", dijo el Dr. Luigi Fontana, autor principal del estudio y profesor asistente de medicina de la Universidad de Washington en San Luís. "Hay ciertos tipos de cáncer que están relacionados con niveles del IGF-1, que es un factor de crecimiento importante que estimula la proliferación de células".

Si hay niveles elevados del IGF-1, existe una mayor probabilidad de que las células mutadas se conviertan en células cancerosas, dijo Fontana, que también es un investigador del Instituto Superior de Salud de Roma, Italia. "Hallamos que las personas que siguen una dieta baja en calorías y proteínas tienen un menor nivel de IGF-1 que los atletas delgados que consumen una dieta occidental. Esto sugiere que una ingesta baja de proteínas puede reducir el IGF-1, independientemente del peso corporal", apuntó.

El estudio aparece en la edición de diciembre del American Journal of Clinical Nutrition.

Para el estudio, el equipo de Fontana analizó tres grupos de personas. El primero estaba compuesto por 21 hombres y mujeres delgados que comían una dieta baja en proteínas, baja en calorías, alimentos crudos y una dieta vegetariana. El segundo grupo de 21 personas hizo carreras de resistencia y recorrió unas 48 millas (77.28 km) a la semana. Estos corredores consumían una dieta estándar occidental que comprendía más calorías y proteínas que la del primer grupo. El tercer grupo estaba compuesto por 21 personas sedentarias que consumían una dieta estándar occidental, rica en azúcares, granos refinados procesados y productos de origen animal.

Las personas del primer grupo tenían una ingesta diaria promedio de 0.73 gramos de proteína por kilogramo del peso corporal. Los corredores ingerían 1.6 gramos, y las personas sedentarias unos 1.23 gramos de proteínas al día. La cantidad diaria recomendada de proteína es de 0.8 gramos, apuntó Fontana. Eso equivale a tres onzas de proteína al día para un hombre de 220 libras (99.7 kilogramos).

Los investigadores hallaron que las personas del primer grupo tenían de manera significativa menores niveles de IGF-1 en comparación con los corredores o las personas sedentarias. Los altos niveles de IGF-1 han sido relacionados con cáncer de mama en mujeres premenopáusicas, cáncer de próstata y ciertos tipos de cáncer de colon.

Además, tener menores niveles de IGF-1 está relacionado con una mayor esperanza de vida en animales, anotó Fontana.

Fontana cree que si las personas consumieran más granos enteros, frijoles, frutas, vegetales y menos productos de origen animal serían más saludables. Recomienda comer pescado, productos lácteos bajos en grasa y, de manera ocasional, algo de carne roja. Este tipo de dieta reduce las calorías totales y la cantidad de proteínas consumidas y también puede ayudar a reducir los niveles de IGF-1.

"Muchas personas en los Estados Unidos e Italia consumen 50 por ciento más de proteínas que la cantidad recomendada, dijo Fontana. "Si comemos 50 por ciento más de las calorías recomendadas, nos volveremos obesos o tendremos sobrepeso. No sabemos qué sucedería si una persona consumiera 50 por ciento más de proteínas de las necesarias".

Especuló que comer demasiadas proteínas incrementa el riesgo de cáncer y también acelera el envejecimiento, "pero necesitamos más estudios para determinar si esta hipótesis es verdadera o falsa".

Un experto también considera que una dieta rica en proteínas aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer.

"Hace poco publicamos un trabajo que muestra también que una dieta rica en proteínas es mala para su salud. Reduce la supervivencia e incrementa el riesgo de cáncer", dijo el Dr. Dimitrios Trichopoulos, profesor "Vincent L. Gregory" de prevención del cáncer del Departamento de epidemiología de la Facultad de salud pública de Harvard.

En ese estudio, que aparece en la edición en línea del 29 de noviembre del European Journal of Clinical Nutrition, los investigadores recopilaron datos sobre las dietas de 22,944 adultos saludables y hallaron que las dietas bajas en carbohidratos y ricas en proteínas estaban asociadas con una mayor mortalidad.

Trichopoulos cree que los niveles del IGF-1 podrían ser la razón del incremento en el riesgo de cáncer. Sin embargo, otros factores podrían tener que ver, agregó.

A pesar de los hallazgos de Fontana y los propios, Trichopoulos no está listo para recomendar que una dieta baja en proteína reduzca el riesgo de cáncer o de vivir más tiempo. Otro estudio reciente contradice este hallazgos, señaló Trichopoulos. "En esta etapa, deberíamos esperar por esa aclaración", apuntó.

Más información

La American Cancer Society tiene más información sobre el cáncer y la alimentación.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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