Los múltiples misterios de las células madre

Campo emergente empañado por cuestiones de ciencia y ética

VIERNES 29 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- En el fondo, la esperanza de la investigación sobre células madre es hacer que los humanos se parezcan más a las salamandras.

Cuando se les corta en pedacitos, las salamandras se regeneran.

Eso no pasa con los humanos.

Mediante la explotación de un elegante proceso natural (la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo con las células madre) los científicos esperan encontrar terapias o curas para una lista de problemas entre los que se encuentra la parálisis de la espina dorsal, la insuficiencia cardiaca y el Alzheimer.

"Los humanos tienen un mecanismo que reduce esa capacidad. Las infusiones de células madre básicamente vencen el mecanismo de reducción", afirmó el Dr. Brian Butcher, director asociado del Centro de Terapia Genética Tulane en Nueva Orleáns.

El centro es la única organización patrocinada por los National Institutes of Health que distribuye células madre adultas a otros investigadores académicos de todo el mundo.

"Las células madre tienen el potencial de cambiar completamente la medicina y la salud pública", añadió el Dr. Paul Whelton, vicepresidente principal de ciencias sanitarias de la Universidad de Tulane.

Y esto ya ha comenzado, aunque la mayoría de los "avances" en la investigación de las células madre han tenido lugar hasta ahora en el laboratorio. Éstos incluyen atractivas posibilidades de que las células madre puedan revertir el daño de los ataques al corazón o animar el crecimiento de nuevas células cerebrales. Un histórico estudio de los 90 usó, para ayudar a niños con problemas de fragilidad ósea, células madre de la médula ósea de sus hermanos.

Pero aún a medida que la ciencia progresa, aunque a empujones, los intentos de regular y codificar este nuevo campo no han sido exactamente elegantes.

A principios de esta semana, en lo que algunos percibieron como un intento por llenar el vacío dejado por el gobierno federal, la National Academy of Sciences publicó una propuesta para directrices que gobiernen la investigación con células madre embrionarias humanas, el tipo de célula madre más controvertido.

Entre otros puntos, las directrices proponían el establecimiento de comités de Supervisión de Investigación con Células Madre Embrionarias (ESCRO, por sus siglas en inglés), para revisar la investigación; requerir el consentimiento de los donantes anónimos de espermatozoides cuando los embriones de las clínicas de FIV sean usados; restringir la creación de quimeras, que resultan cuando se mezclan células humanas y animales; prohibir la crianza de cualquier animal que contenga células madre embrionarias humanas; y restringir cualquier pago a los donantes más allá del reembolso de los gastos directos.

"Nuestra esperanza es que esto brindará un fundamento ético en el cual la investigación de células madre pueda continuar", declaró el Dr. Bruce Albert, presidente de la National Academy of Sciences.

"No hay regulaciones federales que gobiernen la investigación con células madre ni tampoco un sistema de supervisión", afirmó Richard O. Hynes, copresidente del comité que preparó las directrices. "Esto ha llevado una gran incertidumbre al público . . . y preocupación por parte de los científicos, a quienes les gustaría conducir la investigación apropiadamente. Estas directrices buscan animar las prácticas responsables en la investigación de las células madre embrionarias, independientemente de las fuentes de los fondos, la derivación o el uso".

Pero aunque muchas incertidumbres son de naturaleza ética, existen por lo menos igual cantidad de naturaleza científica. Sólo hay que preguntar a los investigadores de la Universidad de Tulane.

Tulane ha circunnavegado muchos de los problemas éticos usando sólo células madre adultas y, cuando tratan con pacientes reales, sólo en infusiones autólogas. Eso significa que las células madre vienen de un paciente y vuelven a ese mismo paciente, lo que reduce la probabilidad de rechazo.

Pero eso aún deja un amplio contenido de preguntas sin respuesta.

Para la investigación, el centro utiliza donaciones de médula ósea. Una persona puede donar una vez cada dos meses y ser compensada con $220 por donar médula de ambas caderas, un procedimiento que dura unos 15 minutos.

Una cucharadita de médula ósea, delicadamente cultivada, puede suministrar cerca de 300 millones de células madre en dos semanas.

Sin embargo, hay un debate sobre cómo cultivar estas células madre de la mejor manera.

En Tulane, los expertos afirman que obtienen los mejores resultados cuando no aglomeran las células, por lo que tienen 50 células por centímetro cuadrado, en comparación con 5,000 en muchas otras instalaciones. "Necesitamos mimar las células", señaló Radhika Pochampally, instructora de investigación del Centro Tulane de Terapia Genética. "No les gustan las multitudes. Y necesitan muchos nutrientes. Tenemos que cambiar las condiciones de cultivo de acuerdo con el donante".

El Centro de Terapia Genética de Tulane está confiando en las células madre adultas de la médula ósea para un ensayo clínico sobre la parálisis de la espina dorsal que planean iniciar durante el próximo año.

En el siguiente edificio de la Avenida Tulane, otros científicos le están apostando al futuro de las células madre obtenidas de la grasa.

Es probable que las células madre más potentes no sean de la médula ósea, afirmó el Dr. Eckhard Alt, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de Tulane. "La fuerza de renovación es local y se relaciona con los vasos", explicó.

Más información

Los National Institutes of Health tienen más información sobre las células madre.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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