Una investigación revela cómo protege contra el cáncer el síndrome de Down

Expertos afirman que el hallazgo podría un día conducir a mejores tratamientos

MIÉRCOLES, 20 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un par de genes podría explicar por qué las personas que tienen síndrome de Down mayormente se ven libres de muchos tipos de cáncer, informan investigadores de Boston.

El mismo mecanismo genético podría ser un potente objetivo para nuevas terapias anticancerígenas, señalaron los científicos, que publicaron sus hallazgos en línea el 20 de marzo en la revista Nature.

Ahora, la pregunta importante es cuándo sucederá. O si sucederá en realidad algún día.

"La mayoría de las universidades del mundo son muy buenas para encontrar objetivos para la intervención en el cáncer y este estudio sugiere que estos dos genes, si se expresan de más en un tumor, podrían desactivar los vasos sanguíneos tumorales", explicó el Dr. Arthur E. Frankel, quien ocupa la cátedra Tula Lee Stone en investigación oncológica del Colegio de medicina del Centro de ciencias de la salud Texas A&M.

"El problema es que no es tan trivial lograrlo", añadió Frankel, quien es también director del Instituto de investigación oncológica y de hematología y oncología del Scott & White. "La observación es verdadera, pero no es inmediatamente obvio para mí que ayudará a alguien a corto plazo".

Los individuos que tienen síndrome de Down, la causa genética más común de retraso mental, portan una copia adicional del cromosoma 21 y, por lo tanto, copias adicionales de cada uno de los 231 genes encontrados en esa cromosoma.

Y aunque las personas que sufren de síndrome de Down tienen un riesgo mayor de desarrollar ciertos tipos de leucemia frente a la población general, tienen un riesgo de apenas diez por ciento de morir de la mayoría de cánceres de tumores sólidos, entre ellos los cánceres de mama, cerebro, páncreas, pulmón y colon.

Durante mucho tiempo, ese fenómeno ha sido un misterio científico.

"En los cincuenta, en la Facultad de medicina de la Harvard, una pregunta de examen era: '¿Por qué los pacientes de síndrome de Down no contraen cáncer?'. La respuesta era que no vivían lo suficiente", señaló la autora principal del estudio Sandra Ryeom, investigadora del cáncer del Programa de biología vascular pediátrica del Hospital pediátrico de Boston. "Ahora sabemos que no es así. Muchos problemas médicos [de los pacientes de síndrome de Down] son tratables y corregibles, y ahora viven lo suficiente. Y todavía encontramos una protección significativa contra los cánceres de tumores sólidos".

Este estudio se basa en el trabajo del pionero de la angiogénesis de EE. UU., el Dr. Judah Folkman, quien falleció el año pasado. La angiogénesis se refiere al crecimiento de los vasos sanguíneos necesarios para nutrir las células de cáncer. Folkman planteó la hipótesis de que la inhibición de la angiogénesis podría ser clave para evitar que se formen cánceres.

La teoría inicial de Folkman surgió en parte de la observación de que los pacientes de síndrome de Down también sufrían menos enfermedades relacionadas con la angiogénesis como la retinopatía diabética, la aterosclerosis y la degeneración macular.

Esos investigadores se enfocaron en el gen Dscr1 (región candidata 1 del síndrome de Down), que atenúa el crecimiento de los vasos sanguíneos al inhibir una sustancia química llamada factor de crecimiento endotelial vascular.

La actividad del gen es elevada en los modelos ratoniles de síndrome de Down, y en el tejido humano de síndrome de Down. Esta elevación en la actividad es suficiente para suprimir tumores, aunque no explica el alcance del efecto protector contra el cáncer observado en individuos que sufren de Down, apuntaron los investigadores.

"Esto sugiere que el Dscr1 es increíblemente importante en el bloqueo del crecimiento tumoral y el motivo por el que los tumores crecen lentamente es que esa formación de vasos sanguíneos se ve bloqueada", apuntó Ryeom. "Esto nos dijo que el Dscr1 tenía una función crítica en la supresión de la angiogénesis tumoral".

El Dscr1 solo resultó en algo de supresión tumoral, pero podría haber hasta cinco genes que tengan que ver en la acción. "El Dscr1 es necesario, pero no suficiente", explicó Ryeom.

De hecho, Ryeom y sus colegas consideran que el Dscr1 trabaja con otro gen del cromosoma 21, llamado Dyrk1a, para bloquear lo que se conoce como "vía de señalización de la calcineurina", un circuito que tiene que ver con ayudar a los tumores a desarrollar el flujo sanguíneo necesario para su crecimiento y supervivencia.

Pero persiste la pregunta de si esta información terminará ayudando a los pacientes de cáncer.

"Ahora tenemos unos 10,000 objetivos para los tumores, pero ciertamente no tenemos 10,000 fármacos contra el cáncer", señaló Frankel. "Estamos intentando trabajar con investigadores para obtener medicamentos o proteínas o ácidos nucleicos que podrían entonces ser usados para probarlos en pacientes, [pero] la actividad en esa área es muy mínima. Las compañías farmacéuticas se muestran muy reacias a probar estos nuevos objetivos sin métodos sencillos".

Otro experto concurrió en que el camino para cualquier terapia eficaz contra el cáncer es ardua e incierta.

"Creo que necesitamos estudiar el campo de la angiogénesis, pero también creo que está bastante claro que dirigirse a ésta y manipularla en la enfermedad del paciente no es algo tan fácil como se creía. Ayuda y en algunos casos es bastante asombroso, pero aún estamos averiguando dónde sucede así", apuntó el Dr. Jeffrey A. Toretsky, profesor asociado de los departamentos de oncología y pediatría del Centro oncológico Lombardi de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C.

Un ejemplo puede ser Avastin, el fármaco antiangiogénesis prototípico. "Apenas muestra un beneficio marginal y tiene efectos secundarios", señaló Toretsky.

En cuanto a esta contribución a la literatura de la angiogénesis, dijo que "la pregunta que siempre planteo es cómo se puede pensar plausiblemente en manipular este gen en una manera que sea técnicamente posible hoy en día, y no algo que suceda en el futuro. De otra manera, esto se vuelve algo en que pensar, pero habrá que pensar en el próximo paso".

Más información

Para más información sobre el síndrome de Down, visite el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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