LUNES, 28 de enero de 2019 (HealthDay News) -- Unas directrices de tratamiento actualizadas, publicadas por tres importante grupos cardiológicos estadounidenses, recomiendan unos anticoagulantes más recientes en lugar de la warfarina para las personas con una afección cardiaca llamada fibrilación auricular (FA).
Los medicamentos más recientes se conocen como anticoagulantes orales antagonistas de la vitamina K (NOAC, por sus siglas en inglés). Entre ellos se encuentran el dabigatrán (Pradaxa), el rivaroxabán (Xarelto) y el apixabán (Eliquis). No requieren la misma monitorización frecuente de los niveles de coagulación de la sangre que el anticoagulante más antiguo, la warfarina (Coumadin). Tampoco presentan las mismas interacciones farmacológicas y con los alimentos que la warfarina.
"Siguen surgiendo evidencias de que los NOAC funcionan, y funcionan bien", señaló el Dr. Craig January, copresidente del grupo de actualización de la directriz. Las recomendaciones fueron una iniciativa conjunta de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), el Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) y la Sociedad del Ritmo Cardiaco (Heart Rhythm Society).
Además de resaltar la utilidad de los nuevos anticoagulantes para la mayoría de personas con FA, las directrices también subrayan la importancia de perder peso si se sufre de la afección.
La fibrilación auricular hace que el corazón lata de forma errática. Normalmente, las cámaras superiores del corazón (las aurículas) laten de forma fluida, moviendo la sangre a través del corazón. Si alguien tiene FA, las aurículas a veces tiemblan en lugar de latir con fuerza, según la AHA.
Cuando eso sucede, la sangre se estanca y se pueden formar coágulos. Cuando el corazón vuelve a latir con normalidad, esos coágulos pueden acabar en el torrente sanguíneo. Pueden provocar un accidente cerebrovascular (ACV) al bloquear un vaso sanguíneo en el cerebro. Según la AHA, la FA provoca hasta un 20 por ciento de los ACV.
Aunque hay varios tratamientos para la FA, hace mucho que los diluyentes de la sangre (anticoagulantes) son un elemento fundamental. Reducen el riesgo de ACV al hacer que sea menos probable que la sangre estancada coagule.
Durante muchos años, la warfarina fue el fármaco usado con ese fin. Pero los pacientes que toman warfarina tienen que someterse a una monitorización de la sangre, típicamente alrededor de una vez al mes, señaló January. También se pide a las personas que toman warfarina que eviten muchos alimentos saludables, entre ellos verduras verdes como el brócoli.
Hace alrededor de una década, los anticoagulantes más recientes comenzaron a llegar al mercado. January dijo que esos medicamentos parecen conllevar un riesgo ligeramente más bajo de provocar un sangrado excesivo, y que no duran tanto tiempo en el cuerpo.
"Desaparecen mucho más rápido", dijo, y añadió que "los NOAC parecen ser fármacos más seguros".
Dos grupos de personas con FA no deberían usar los medicamentos más recientes, solo porque no hay suficientes evidencias de que sean seguros y efectivos en esos grupos. Uno de los grupos son las personas con estenosis mitral, un estrechamiento de una de las válvulas del corazón, entre moderada y grave. El otro grupo son las personas en que se ha reemplazado una válvula del corazón con una mecánica, dijo January.
Pero es probable que la pérdida de peso, otro foco de las directrices actualizadas, sea buena para todo el que tenga FA.
Las directrices plantean que perder peso puede reducir los riesgos de salud asociados con la FA. Incluso es posible que la pérdida de peso pueda reducir la FA. Perder peso también ayuda a reducir la hipertensión, un factor de riesgo conocido de la FA.
La Dr. Gioia Turitto, directora de servicios de electrofisiología cardiaca en el Hospital de Nueva York-Presbiteriano de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York, aseguró que a sus pacientes les gustan los anticoagulantes más recientes.
"No tienen que venir a hacerse análisis de sangre y pueden comer lo que quieran, y hay menos interacciones con otros fármacos", dijo.
Pero a Turitto le preocupa mucho un aspecto de los nuevos medicamentos: el costo. Con frecuencia, los pacientes pueden obtener la warfarina por unos cuantos dólares al mes, mientras que una receta de los medicamentos más recientes podría costar cientos de dólares, y algunas aseguradoras se muestran renuentes ante el costo.
Turitto concurrió en que perder peso es importante, aunque tiende a enfocarse en metas que son más alcanzables, como cumplir el régimen de medicamentos y dejar de fumar. Pero, añadió, perder peso puede ayudar a tratar la apnea del sueño, un factor de riesgo de la FA.
Las nuevas directrices se publicaron de forma simultánea en la edición del 28 de enero de las revistas Circulation, Journal of the American College of Cardiology y HeartRhythm.
Más información
Para más información sobre la fibrilación auricular, visite la Asociación Americana del Corazón.
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