MARTES 25 de julio (HealthDay News/HispaniCare) -- Aunque la nueva generación de tomografías computarizadas (TC) es útil en la detección de la enfermedad de la arteria coronaria, la tecnología no reemplaza la necesidad del criterio clínico de un médico y debería ser usada sólo cuando sea clínicamente necesario, según un reciente estudio.
En el estudio internacional participaron 238 pacientes con sospecha de enfermedad de la arteria coronaria. La angiografía TC (ATC) con un tomógrafo de 16 detectores fue utilizada para revisar el estrechamiento de las arterias coronarias de los pacientes.
"Nuestros resultados indicaron que un hallazgo negativo en la angiografía por tomografía computarizada eliminaba prácticamente la posibilidad de tener una enfermedad de la arteria coronaria", señaló en una declaración preparada el autor principal del estudio, el Dr. Mario J. Garcia, director de imaginería cardiaca en la Clínica Cleveland.
"Esto significa que si no se observaba un estrechamiento mediante la ATC, los resultaros confirmaban los de una angiografía coronaria convencional, eliminando potencialmente la necesidad de este procedimiento invasivo", agregó Garcia.
Sin embargo, anotó que el estudio también halló que la ATC coronaria con un tomógrafo de 16 detectores producía a menudo resultados inconclusos o "falsos positivos". Por tanto, la prueba no debería ser usada de forma indiscriminada, sino sólo cuando sea considerada como algo necesario médicamente.
Desde que el estudio fue completado, se han vuelto disponibles tomógrafos más potentes de 64 detectores, por lo que es necesario realizar investigaciones adicionales para los mismos, señalaron los autores del estudio.
Los hallazgos aparecen en la edición del 26 de julio del Journal of the American Medical Association.
Más información
La American Medical Association tiene más información sobre la enfermedad de la arteria coronaria.
