Conservante de carnes podría preservar el corazón humano

En estudios con animales, el nitrito de sodio redujo el daño tras un paro cardiaco en un 67 por ciento

JUEVES 14 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- El nitrito de sodio, un químico mejor conocido como conservante de carnes, podría preservar el músculo cardiaco tras un ataque al corazón, reportan los investigadores.

El único uso médico de este químico ahora es para tratar el envenenamiento por cianuro. Pero los estudios en animales muestran que el cuerpo tiene una pequeña reserva de nitrito de sodio que en tiempos de emergencia se convierte en óxido nítrico, que se sabe incrementa el flujo sanguíneo mediante el ensanchamiento de las venas, de acuerdo con el Dr. Mark Gladwin, jefe de la sección de terapia vascular de la división cardiovascular del National Heart, Lung, and Blood Institute. Gladwin es coautor de un informe sobre los estudios que aparece en la edición de mayo del Journal of Clinical Investigation.

"En el año 2000, descubrimos que en el cuerpo humano, a medida que la sangre circula de las arterias a las venas, los niveles de nitrito decaen, como si el nitrito fuera usado por el organismo", indicó Gladwin. "El nitrito se convierte en óxido nítrico, una poderosa molécula que dilata los vasos sanguíneos. Basándonos en ese dato, pensamos que podríamos usar el nitrito de sodio como una forma de llevar óxido nítrico al organismo".

Gladwin manifestó la idea cuando asistió a una reunión en la que también estaba David Lefer, profesor de fisiología y cardiología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Luisiana, cuyo laboratorio tiene una amplia experiencia en trabajos con el óxido nítrico.

Y así empezó la colaboración entre ellos.

"Somos como los expertos en NO, y nos involucramos con la gente del nitrito y resultó interesante", explicó Lefer, usando el nombre de la fórmula química para el óxido nítrico.

En una serie de experimentos con ratones, se halló que la infusión de pequeñas cantidades de nitrito de sodio reducía la cantidad de tejido cardiaco dañado en un ataque al corazón por un 67 por ciento, reportaron los investigadores. Además, las infusiones redujeron el daño causado al tejido del hígado, que fue sometido a daños deliberados.

El efecto de conservante fue observado sólo cuando cantidades muy pequeñas de nitrito de sodio fueron infundidas, lo suficiente como para aumentar las concentraciones de forma muy ligera. "Las dosis fueron muy bajas, apenas mayores que el nivel en circulación", apuntó Gladwin. "Creemos que hemos dado con el proceso natural que el organismo usa para defenderse a sí mismo".

El trabajo experimental ahora ha sido ampliado a animales más grandes como los cerdos, cuyos organismos están más próximos al de los humanos. "Si funciona en estos modelos más grandes, realizaremos estudios humanos en ataques cardiacos", señaló Gladwin. "Hasta ahora, parece funcionar".

La idea es administrar una pequeña infusión en los minutos siguientes cuando un paciente llega a una sala de emergencias con un ataque del corazón y recibe un tratamiento de apertura de la arteria como la angioplastia, indicó. "Anticipamos que suministraremos una dosis de nitrito para reducir el tamaño del ataque cardiaco una vez el flujo sanguíneo sea restaurado", afirmó.

Esta dosis será siempre pequeña, agregó Lefer. "Nuestro organismo tiene nitrito en la sangre y en los tejidos", apuntó. "A veces se produce una carga, y no hay suficiente alrededor de los tejidos..., así que añadimos una pequeña cantidad que puede actuar como protección".

Gladwin visiona otros usos médicos para el nitrito de sodio. Además, está estudiando su uso como una forma de ayudar a los adultos con anemia falciforme, en que la hemoglobina anormal reduce el flujo sanguíneo. Además ve un rol en el trasplante de órganos.

"Ahora, cuando se recoge un hígado, debe trasplantarse en 12 a 24 horas", sostuvo Gladwin. "El nitrito podría potencialmente prolongar la vida del órgano, por lo que se dispondría de más tiempo para trasplantarlo en un paciente".

Experimentos limitados en humanos han empezado con voluntarios sanos. "Ahora hemos administrado nitrito de sodio a más de 50 humanos saludables", explicó Gladwin. "Hemos hallado que las dosis muy bajas de nitrito ensanchan las arterias y mejoran el flujo sanguíneo".

Más información

Una explicación de cómo el óxido nítrico ayuda al corazón se ofrece en el anuncio de por qué se le concedió el Premio Nobel de la medicina en 1998 a tres estadounidenses que descubrieron su valor.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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