La hora del día a la que se come puede influir en la recuperación de un ataque cardiaco

cereal bowl
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JUEVES, 18 de abril de 2019 (HealthDay News) -- La hora a la que coma durante el día podría influir en las probabilidades de sobrevivir a un ataque cardiaco, encuentra un estudio reciente.

En específico, omitir el desayuno y cenar a una hora tarde de la noche se asoció con una peor recuperación y un mayor riesgo de morir, informan los científicos.

"Nuestra investigación muestra que las dos conductas alimentarias se vinculan de forma independiente con unos peores resultados después de un ataque cardiaco, pero que tener un conjunto de malos hábitos solo empeora las cosas", señaló el autor del estudio, el Dr. Marcos Minicucci, de la Universidad Estatal de Sao Paolo, en Brasil.

"Las personas que trabajan hasta tarde podrían ser particularmente susceptibles a cenar tarde y a no tener hambre en la mañana", anotó.

El estudio incluyó a 113 pacientes de ataque cardiaco, con una edad promedio de 60 años, a quienes se preguntó sobre sus hábitos de alimentación cuando fueron admitidos a una unidad de cuidados intensivos coronarios.

Los que tenían un patrón de omitir el desayuno y cenar tarde en la noche presentaban un riesgo entre cuatro y cinco veces más alto de morir, de sufrir otro ataque cardiaco o de tener angina (dolor en el pecho) en un plazo de 30 días tras dejar el hospital.

Un patrón de omisión del desayuno se definió como no comer nada antes del almuerzo (aparte de bebidas como café y agua) al menos tres veces por semana. Un patrón de cenar tarde se definición como hacer una comida en un plazo de dos horas antes de irse a la cama al menos tres veces por semana.

De los pacientes en el estudio, un 58 por ciento omitían el desayuno, un 51 por ciento cenaban tarde, y un 41 por ciento hacían ambas cosas.

Pero el estudio solo encontró una asociación, y no un vínculo causal, entre los patrones de alimentación y los resultados cardiacos. Se publicó en la edición del 18 de abril de la revista European Journal of Preventive Cardiology.

Los pacientes del estudio sufrieron un tipo particularmente grave de ataque cardiaco, llamado infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IMEST).

"Uno de cada 10 pacientes con un IMEST muere en un plazo de un año, y la nutrición es una forma relativamente barata y fácil de mejorar el pronóstico", apuntó Minicucci en un comunicado de prensa de la revista.

Estudios anteriores han encontrado que las personas que omiten el desayuno y cenan tarde son más propensas a tener otros hábitos malsanos, como fumar y unos niveles bajos de actividad física.

"También pensamos que la respuesta inflamatoria, el estrés oxidativo y la función endotelial podrían estar implicados en la asociación entre unas conductas malsanas de alimentación y los resultados cardiovasculares", añadió Minicucci.

Anotó que en el estudio, los pacientes con unos hábitos de alimentación malsanos y peores resultados también eran más propensos a haber usado estatinas para reducir el colesterol antes del ataque cardiaco.

"Hay algunas controversias sobre los hábitos de alimentación de los pacientes que usan estatinas. Nuestro estudio sugiere que los pacientes con IMEST perciben a las estatinas como una vía alternativa a los beneficios para la salud. Pero esos fármacos deben ser un añadido a los hábitos de alimentación saludables, no un reemplazo", enfatizó Minicucci.

Más información

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece cambios en el estilo de vida para la prevención de un ataque cardiaco.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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