Un informe advierte que el progreso con respecto a la mortalidad por problemas cardiacos empieza a decaer

Las epidemias de obesidad y de diabetes podrían ser las culpables, según los médicos
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MIÉRCOLES, 29 de junio de 2016 (HealthDay News) -- La guerra de Estados Unidos contra la enfermedad cardiaca y los accidentes cerebrovasculares (ACV) ha sufrido un revés.

Un nuevo estudio advierte que la tasa de reducción en la mortalidad por enfermedad cardiaca y ACV se ha estancado.

"Es probable que las epidemias duales de obesidad y diabetes, que empezaron alrededor de 1985, sean los factores contribuyentes más importantes para la desaceleración de la reducción de las tasas de mortalidad de la enfermedad cardiovascular, la enfermedad cardiaca y el ACV", dijo el investigador principal, el Dr. Stephen Sidney, director de investigación clínica de Kaiser Permanente Northern California, en Oakland.

"Si las tendencias se mantienen igual, quizá no se alcancen algunos objetivos de salud pública importantes, como los establecidos por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) para reducir la mortalidad por problemas cardiovasculares y por ACV en un 20 por ciento desde 2010 a 2020", añadió.

Los investigadores hallaron que la tasa de mortalidad anual se redujo en casi un 4 por ciento para la enfermedad cardiaca y en casi un 5 por ciento para el ACV desde 2000 a 2011. Pero esas tasas se redujeron en menos de un 1 por ciento de 2011 a 2014. En este periodo, la tasa anual de reducción de la mortalidad del cáncer se mantuvo estable, en casi un 2 por ciento.

La ralentización de la reducción de la tasa de mortalidad por enfermedad cardiaca y ACV se produjo en hombres y mujeres, y en la mayoría de los grupos raciales y étnicos, indicaron los investigadores.

Antes de 2011, se anticipaba que la tasa de mortalidad por enfermedad cardiaca se reduciría más que la tasa de mortalidad por cáncer, y que la enfermedad cardiaca dejaría de ser la principal causa de mortalidad en Estados Unidos por primera vez en casi 100 años, explicó Sidney.

Pero "debido a la desaceleración en la reducción de la mortalidad por problemas cardiacos, sigue siendo la principal causa de muerte", comentó Sidney.

Para examinar las tendencias en la mortalidad por enfermedad cardiaca y ACV, el equipo de Sidney usó los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

La reducción general de los fallecimientos por enfermedad cardiaca y ACV se ha atribuido a una mejor atención médica y a que hay más personas que tienen controlados la presión arterial y el colesterol, además de que hay menos personas que fuman, según los investigadores.

"Los esfuerzos por parte de la comunidad de la atención médica cardiovascular han tenido un inmenso impacto en la reducción de las tasas de mortalidad por problemas cardiovasculares", dijo el coautor del estudio, el Dr. Jamal Rana, cardiólogo en Kaiser Permanente e investigador adjunto clínico de la División de Investigación de Kaiser Permanente.

"Pero, en vista de la sorprendente tendencia indicada en este estudio, la comunidad cardiovascular deben reafirmar su compromiso para seguir desarrollando modos innovadores de mejorar la prevención de la enfermedad cardiaca a nivel poblacional", añadió.

El Dr. Donald Lloyd-Jones, catedrático del departamento de medicina preventiva de la Universidad Northwestern de Chicago, indicó que la mortalidad por enfermedad cardiaca y ACV ha mostrado una reducción estable durante 40 años. "Pero en los últimos años se ha producido un estancamiento en estas tasas de mortalidad, lo que es bastante preocupante", dijo.

Las reducciones previas fueron debidas al declive de las tasas de tabaquismo, a una cierta mejora de la dieta, a un mejor control del colesterol y la presión arterial, y a una atención mucho mejor de las víctimas de ataques cardiacos y ACV, señaló.

"Quizá hayamos agotado los beneficios extraídos a partir de estas cosas. Pero es más probable que estas cosas sigan siendo beneficiosas. El problema es que están siendo contrarrestadas por la epidemia de obesidad", afirmó Lloyd-Jones, que escribió un editorial acompañante.

Esa tendencia quizá continúe, y podría aumentar el número de muertes por enfermedad cardiaca cuando las consecuencias de la epidemia de obesidad realmente se hagan sentir, sugirió.

"Es una llamada de alerta a la necesidad de cambiar la política nacional", dijo Lloyd-Jones. "Simplemente no podemos seguir haciendo lo mismo. Tenemos que ponernos serios con respecto a la prevención del sobrepeso y la obesidad en nuestros niños y adultos".

Otro estudio de la misma edición de la revista halló que entre las personas de edad avanzada, el ejercicio moderado no reducía el riesgo de ataque cardiaco y ACV.

"El mayor beneficio del programa de caminatas para las personas mayores de 70 años es la reducción de la discapacidad y la mejora de la movilidad", dijo la autora principal, la Dra. Anne Newman, catedrática del departamento de epidemiología de la Universidad de Pittsburgh.

Es posible que el ejercicio se tenga que empezar en un momento anterior de la vida para reducir los ataques cardiacos y los ACV, o que se necesite hacer incluso más ejercicio, sugirió. "Los estudios de rehabilitación cardiaca muestran que la recurrencia de los ataques cardiacos se puede prevenir haciendo ejercicio", dijo Newman.

Ambos estudios aparecen en la edición en línea del 29 de junio de la revista JAMA Cardiology.

Más información

Para más información sobre las enfermedades cardiacas, visite la Asociación Americana del Corazón.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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