Las mujeres están más conscientes del riesgo de enfermedad cardiaca

... Pero estudios encuentran que el tratamiento todavía no es igual que el de los hombres

MARTES 31 de enero (HealthDay News/HispaniCare) -- La buena noticia es que las mujeres se están haciendo más conscientes de su riesgo de enfermedad cardiaca, informan los expertos. La mala noticia es que muchas aún no están obteniendo el tratamiento que necesitan.

"La enfermedad cardiaca es la principal causa de muerte entre las mujeres. La enfermedad cardiovascular causa más de 480,000 muertes [de mujeres] cada año", señaló la Dra. Alice Jacobs, ex presidenta de la American Heart Association (AHA). Sin embargo, Jacobs apuntó que "los dolores de pecho de las mujeres no se toman tan en serio como los de los hombres".

En una edición con un tema especial del 1 de febrero, el boletín de la asociación, Circulation, le echa un vistazo más cercano al estado de la salud de las mujeres en Estados Unidos.

El primer informe en la edición trata sobre un estudio nacional de más de 1,000 mujeres, dirigido a evaluar la conciencia de las mujeres sobre su riesgo de enfermedad coronaria.

Llevado a cabo por primera vez en 1997, el estudio encontró inicialmente que sólo el 30 por ciento de las mujeres sabía que la enfermedad cardiaca era la principal causa de muerte entre ellas. Hoy en día, la cifra es 55 por ciento.

Desafortunadamente, parece que el mensaje no se ha distribuido equitativamente. Según la autora del estudio, la Dra. Lori Mosca, directora de cardiología preventiva del Hospital Presbiteriano de Nueva York de la ciudad de Nueva York, "todavía tenemos mucho trabajo por hacer entre las poblaciones con el mayor riesgo".

Señaló que el 62 por ciento de las mujeres blancas afirmaban darse cuenta del riesgo representado por la enfermedad cardiaca, pero sólo fue así para el 38 por ciento de las mujeres negras y el 34 por ciento de las hispanas.

La enfermedad cardiaca cobra más vidas de mujeres que las otras cinco causas principales de muerte combinadas, incluidas el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad de Alzheimer, la diabetes y os accidentes, agregaron los autores. Según la AHA, una de cada 2.6 muertes de mujeres se debe a enfermedad cardiovascular (la enfermedad cardiovascular incluye la enfermedad cardiaca y los accidentes cerebrovasculares).

Mosca dijo que los investigadores también preguntaron sobre las barreras al tratamiento, y que casi la mitad de las mujeres afirmaron estar confundidas por algunos de los mensajes que han recibido de los medios, tales como informes conflictivos. Otra gran barrera (44 por ciento) fue la creencia de que Dios o algún poder superior al final de cuentas determinaba su salud. Una de cada tres mujeres dijo que no sentía que estaba en riesgo de enfermedad cardiaca y el 42 por ciento sentía estar demasiado ocupadas para buscar tratamiento para ellas mismas.

Los investigadores también encontraron que las mujeres que estaban más conscientes de su riesgo de enfermedad cardiaca eran más propensas a tomar medidas. Y hay muchos factores que pueden motivar a las mujeres a hacer algo por su salud cardiaca, como sentirse mejor, vivir más, evitar tener que tomar medicamentos y ayudar a sus familias, encontró el estudio.

Estos son algunos de los demás hallazgos reportados en esta edición del boletín:

  • Investigadores británicos encontraron que las mujeres con angina estable (dolor de pecho por esfuerzo) recibían tratamiento menos agresivo que los hombres con la misma dolencia. Según el estudio, las mujeres con angina eran menos propensas a que les hicieran un ECG de ejercicio (prueba de esfuerzo), una angiografía o que les recetaran terapia antiplaquetas o medicamentos para bajar el colesterol. "Las mujeres que tienen enfermedad de la arteria coronaria tienen que demostrar estar muy enfermas para que se les realice un angiograma coronario", afirmó la Dra. Caroline Daly, autora principal del estudio, del Fondo Nacional de Servicios de Salud Real de Brompton y Harefield en Londres.
  • Luego de una cirugía de bypass coronario, las mujeres son 1.5 veces más propensas que los hombres a tener que volver al hospital, según un estudio canadiense del Instituto de Ciencias de Evaluación Clínica. Además, las mujeres están en mayor riesgo de un resultados peores que los hombres luego de esta cirugía, encontraron los investigadores.
  • Un estudio de la Harvard podría haber contestado por fin la cuestión de grasa versus la buena forma física. Entre un grupo de más de 88,000 mujeres del Nurses' Health Study, los investigadores encontraron casi 2,400 casos de enfermedad cardiaca. Cuando compararon los efectos del sobrepeso y la obesidad con los de un estilo de vida activo, los investigadores descubrieron que ser delgada (ya fuera delgada y sedentaria o delgada y activa) era mejor que ser gorda y activa. Las mujeres delgadas sedentarias tenían un riesgo 50 por ciento superior de enfermedad cardiaca que las mujeres delgadas activas. Pero las mujeres obesas activas tenían un riesgo 2.5 veces mayor que el de las mujeres delgadas activas, y las mujeres obesas sedentarias tenían un riesgo 3.5 veces mayor de enfermedad cardiaca. El mayor riesgo de todos se vio en las mujeres que eran obesas, sedentarias y fumadoras. Su riesgo fue 9.4 veces mayor que el de las mujeres delgadas activas que no fumaban.
  • Un estudio de la Universidad de Wake Forest detalla nuevas señales de riesgo de enfermedad cardiaca que pueden ser encontradas en los electrocardiogramas (ECG) de mujeres posmenopáusicas. Según la autora del estudio, la Dra. Pentti Rautaharju, alrededor de una de cada 10 mujeres tiene lo que se conoce como un ángulo amplio QRS/T, lo que se asocia con un mayor riesgo de muerte cardiaca e insuficiencia cardiaca. La evidencia de un ataque cardiaco anterior en el ECG se asocia con un aumento del doble en el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva.

"Las mujeres necesitan saber que la enfermedad cardiaca es su principal asesino", afirmó la cardióloga del Centro Médico Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, la Dra. Mary Ann McLaughlin. McLaughlin dijo que las mujeres deben estar pendientes de los síntomas "atípicos", como náuseas, sudoración profusa, dolor de espalda sin explicación, adormecimiento u hormigueo en un brazo o la mandíbula. Es mucho mejor ir al médico y que descarten los síntomas cardiacos, que esperar hasta que los síntomas se agraven, añadió.

"Como cardióloga, prefiero que me llamen por asuntos que resultan no estar relacionados al corazón. No queremos que las mujeres se sientan avergonzadas por venir con síntomas que podrían no estar relacionados con el corazón. Los ECG tomados cuando se están sintiendo los síntomas son realmente importantes. Luego, su ECG podría verse completamente normal", explicó. McLaughlin añadió que, a veces, las mujeres tienen que ser firmes en la sala de emergencia y solicitar a un cardiólogo.

Más información

Para más información sobre las mujeres y la enfermedad cardiaca, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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